El amor eterno de la oposición derechista cubana. !Que moral carajo!
Las imágenes de Abu Ghraib no mienten ELSON CONCEPCIÓN PÉREZ
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La noticia llegó desde Washington y a mi mente volvieron las fotos de esos seres humanos desnudos y chorreando sangre, que eran azocados por perros como parte del trato cruel ordenado desde la cima imperial y consumado en las cárceles de Abu Ghraib y la ilegal base de Guantánamo.
Casi una decena de agencias de prensa reportaban las declaraciones del viernes pasado del presidente George W. Bush: en mi país no se practica la tortura. Los agentes de la CIA son "profesionales altamente entrenados".
Tales palabras fueron pronunciadas al día siguiente de conocerse la denuncia de una reactivación de los interrogatorios brutales en las celdas secretas del servicio de espionaje norteamericano en el exterior.
El The New York Times había publicado el jueves la existencia de dos memorandos del Ministerio de Justicia de Estados Unidos, que disponían la aplicación de maltratos a los reos sospechosos de ser terroristas.
Bush lo justificó: se habló mucho en los diarios y en la televisión sobre el programa que puse en marcha para detener e interrogar a terroristas y extremistas. Lo puse en marcha por una razón, la de defender al pueblo estadounidense.
En su artículo, el Times dijo que el renunciante secretario de Justicia, Al-berto Gonzales, dejó a sus espaldas un par de directivas secretas —al menos unas de las cuales estaría todavía en vigor— que en la práctica dan luz verde a la utilización de métodos brutales de interrogación, incluyendo golpes en la cabeza y simulacros de ahogo.
Bush enfatizó que "los estadounidenses esperan que nosotros encontremos información que sirva para protegerlos".
Entonces, dirá el mandatario, qué mejor que lo aplicado en Abu Ghraib y en Guantánamo, dos balones de ensayo de la ¿política? de derechos humanos de la administración Bush.