Eduardo Tamayo G.
“La solidaridad no es dar lo que le sobra sino dar lo que se tiene”. Inspirado en esta frase se llevará a cabo, en Quito, Ecuador, desde el 26 al 29 de octubre, el V Encuentro Continental de Solidaridad con Cuba con la asistencia de unos mil delegados/as, (de los cuales 400 provienen de 24 países y 600 son ecuatorianos/as).
Esta es la primera vez que este evento internacional se desarrolla fuera de la Isla. Se ha escogido a Ecuador no solo por las buenas relaciones entre los gobiernos de Cuba y Ecuador o por los lazos históricos que unen a las patrias de José Martí y Eloy Alfaro sino por las simpatías y el apoyo que siempre ha demostrado el pueblo ecuatoriano con la revolución cubana.
Ecuador como otros países de América Latina y del mundo recibe la ayuda solidaria de Cuba –de lo poco que tiene- consistente en programas de alfabetización, salud, además de becas para que puedan estudiar y formarse miles de estudiantes que, por su condición económica, no lo pueden hacer en sus respectivos países.
Algunas cifras sirven para ilustrar la solidaridad que Cuba práctica y no predica: unos 30 mil médicos cubanos se encuentran mitigando el dolor y la enfermedad en 70 países; en los últimos tres años casi 700.000 pacientes de 28 países de América Latina han recibido atención médica gratuita en el marco de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA); treinta mil jóvenes de países del denominado Tercer Mundo estudian gratuitamente en las universidades cubanas.
Este evento solidario coincide justamente con las declaraciones del presidente estadounidense George W. Bush, quien convocó ayer 24 de octubre al Cuerpo Diplomático acreditado en Washington para anunciar la intensificación de la agresión y la injerencia en los asuntos internos de la Isla. Bush abiertamente llamó a los militares cubanos para que “cambien el régimen” y dijo que continuará el bloqueo económico que la potencia imperial mantiene contra Cuba desde hace medio siglo. Otra perla de la alocución de Bush fue que en Cuba está prohibido reunirse más de tres personas, algo que lo pueden desmentir los 2 millones de turistas que visitaron Cuba el año pasado.
Ricardo Alarcón, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba, que asiste como uno de los invitados especiales al Encuentro de Solidaridad con Cuba, rechazó las declaraciones de Bush, señalando que “cambio de régimen” quiere decir “intervención, guerra; cambio de régimen es lo que están haciendo en Gaza, en Afganistán, y es lo que amenazan con hacer en Irán, Siria y en algunos lugares de América Latina”.
Alarcón se mostró confiado en que la Asamblea General de la ONU, en su próxima reunión del 3 de noviembre, con una sólida mayoría, volverá a condenar el bloqueo contra Cuba, al que definió como una forma de genocidio, es decir “los actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso” por mostrarse partidario de la revolución socialista. Desde 1992, las Asamblea General de Naciones Unidas ha adoptado 15 resoluciones condenatorias del bloqueo, pero Estados Unidos, en su arrogancia, no se da ni por aludido.
¿Por qué el bloqueo contra Cuba? La razón la encontramos en los propios documentos desclasificados del departamento de Estado, que ya el 6 de abril de 1960, decía que el objetivo es la destrucción de la Revolución Cubana: «(…) a través del desencanto y el desaliento basados en la insatisfacción y las dificultades económicas (…) negarle dinero y suministros a Cuba, para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno (…)»?(Informe secreto del funcionario del Departamento de Estado, I.D. Mallory, desclasificado en 1991. En Department of State: Foreign Relations of United States, volumen VI, 1991, p.886.)
El bloqueo económico le ha costado a Cuba la abultada cifra de 89.000 millones de dólares. Esa cifra solo se refiere a las pérdidas que han tenido las empresas y las instituciones como efecto de las prohibiciones a las transacciones comerciales, pero hay cosas que no se pueden cuantificar como los sufrimientos y las privaciones causadas a la población cubana, cuyas dos terceras partes nacieron y han vivido bajo los efectos de esta brutal política.
“Todos los sectores de la vida nacional resultan afectados por el impacto que ocasiona a la economía del país; en particular, en lo referido a los sectores de la salud, la educación, la seguridad alimentaria, el deporte, la cultura, el transporte, la vivienda y el medio ambiente. Las infamantes acciones de Washington afectan de manera más sensible, a los niños, los ancianos y jubilados, las mujeres, y las personas con discapacidad. A pesar de tan difíciles condiciones, la férrea voluntad del pueblo en defensa de nuestro proyecto revolucionario y su determinación de avanzar, han permitido alcanzar altos niveles en diversos aspectos de nuestro desarrollo social, como reconocen múltiples agencias especializadas de las Naciones Unidas”, señala una reciente declaración del V Foro de la Sociedad Civil Cubana.
Paralelo al V Encuentro de Solidaridad con Cuba se desarrolla en Quito un variado programa festivo y cultural y un festival de cine documental. Las mesas de trabajo versarán sobre el fortalecimiento de las acciones contra el bloqueo; la lucha por la liberación de los cinco cubanos presos en cárceles de Estados Unidos; trabajo con el movimiento juvenil; integración latinoamericana y el movimiento de solidaridad y la constitución de las redes de solidaridad con Cuba.
En Quito, que ha sido bautizada como “la capital de la solidaridad”, Cuba recibe el agradecimiento no solo por lo que hace por la humanidad sino por su ejemplo de resistencia y dignidad.
Más información:
Agenda del V Encuentro Continental de Solidaridad con Cuba (
http://www.movimientos.org/show_text.php3?key=11177)