La televisión suspende el programa de Carlos Otero y lo califica de ``traidor''

Associated Press

LA HABANA

Las autoridades cubanas clausuraron la transmisión del programa televisivo del popular presentador Carlos Otero con un inusual comunicado, emitido en el horario estelar que ocupaba el show y en el cual calificaron al artista de ''traidor'' por asilarse en Estados Unidos la semana pasada.

Otero, de 49 años, su esposa y dos hijos, solicitaron asilo político y dentro de un año podrían acogerse a la Ley de Ajuste Cubano, una norma que ofrece oportunidades a los oriundos de la isla que lleguen a territorio estadounidense.

La deserción de Otero conmocionó a los ciudadanos de a pie, fieles seguidores del animador cuya espontaneidad y talento estuvo presente en los programas más importantes de la última década, durante la que una profunda crisis económica convirtió a la televisión en un importante espacio de entretenimiento popular gratuito.

Un comunicado leído el domingo por una locutora en el horario correspondiente al programa dio por cancelado el espectáculo indicando que el animador siguió ''los cantos de sirena'' de la fama y el dinero.

''Su actitud traidora lo separa del pueblo, su decisión lo pone en el bando de los que sueñan con aniquilar lo que se ha conquistado con el sacrificio de varias generaciones de cubanos dignos'', dijo el mensaje.

El conductor tenía en el aire actualmente Con Carlos y Punto, un programa de variedades, con segmentos musicales, de humor y entrevistas a celebridades, pero también a gente común como criadores de perro o mujeres fisicoculturistas.

En su lugar la televisión emitió un concierto de trovadores realizado en la Universidad de La Habana ante miles de jóvenes.

A lo largo de los años, muchos artistas abandonaron Cuba sin que las autoridades leyeran comunicados como este.

Según el documento, la salida de Otero no mellará en la calidad de la producción televisiva local, gracias a que ese sector cuenta ``con muchos talentos en activo, con otros que egresan de las prestigiosas escuelas de arte y otros que se forjan en la práctica de la profesión''.

En cambio el texto defendió a los artistas, escritores y realizadores ``que día a día hacen que la radio y la televisión ejerzan una función realmente noble en el espíritu y el alma de la gente''.

Los cuatro canales nacionales y una decena de provinciales son de propiedad estatal. Ninguno difunde programas con contenidos sensacionalistas, eróticos o de nota roja.

Otero y familia llegaron a Estados Unidos desde Canadá, a donde, por segundo año consecutivo viajaron para grabar una serie de programas y de allí pasó por Nueva York.

Graduado como actor en la Escuela Nacional de Arte en el año 1979, el artista tuvo su lanzamiento televisivo con el programa Para bailar, posteriormente Sabadazo en 1993 lo hizo el más popular de los animadores cubanos.

Un reporte oficial indicó que su espacio La hora de Carlos, el espacio en el cual trabajó el año pasado este conductor, había sido seleccionado por la audiencia como el mejor del 2006.