Al igual sucedió con la langosta y el resto de los mariscos , estos nunca estuvieron al acceso de la población , solamente destinados al turismo extranjero, y a la mesa de los poderosos del sistema, y a quién atrapen con una cola de langosta, caguama, carne de res, o de caballo, es sancionado con severas condenas , además del decomiso del producto .