Un libro de Roque Dalton, gratis por Internet
Editora VomitArte, 23.08.2007 15:49
Ya salió la versión digital del libro: “DESENTERRANDO POEMAS”
Un compilado de más de 150 poesías y escritos del revolucionario salvadoreño Roque Dalton, asesinado en 1975. Además, 18 opiniones sobre Roque de distintos artistas e intelectuales latinoamericanos (un poema de Benedetti, una canción de Viglietti, palabras de Galeano, Cortázar, Cardenal, Poniatowska, etc.). También, una nota exclusiva (que mucho agradecemos) del periodista uruguayo Raúl Zibechi, que a continuación reproducimos:
Roque Dalton como Síntoma
La salud o los achaques por los que atraviesa un proyecto revolucionario pueden medirse por la aparición de ciertos síntomas. En no pocas ocasiones, esos síntomas suelen ser pequeñas manifestaciones que suelen pasar desapercibidas. Por el contrario, cuando los síntomas rompen los ojos y resultan inocultables, estamos ante signos irreversibles que muestran que aquellos empeñados en cambiar el mundo son dignos de la mayor confianza o, por el contrario, que llegó la hora de poner distancias con el horror.
En el primero de los supuestos, entran de lleno los neozapatistas, gentes tan especiales que se han dado en guardar silencio durante más de un año y denominar ese silencio una nueva forma de lucha, inspirados en su consigna que habla de “caminar preguntando”, o sea, cediendo la palabra a quienes deben realmente indicar los caminos. El asesinato del poeta revolucionario salvadoreño Roque Dalton, a manos de sus propios camaradas de armas y poniendo como excusa las discrepancias políticas, nos coloca en las antípodas.
Vivía en Madrid a comienzos de los ‘80, cuando me sorprendió el titular del diario El País al mencionar la “muerte” de la comandante Ana María y pocos días después de Salvador Cayetano Carpio, comandante Marcial. Ambas muertes, doloroso es recordarlo y más aún lo sería entrar en los detalles, fueron en buen romance, un simple ajuste de cuentas en uno de los grupos guerrilleros más importantes del país desangrado por la guerra civil. La noticia, que demoramos días en confirmar (quizá por aquello de no creerle a la prensa burguesa), fue un mazazo en la confianza revolucionaria. Era duro de tragar que alguien como Marcial hubiera estado implicado en el asesinato de una compañera de la talla de la comandante Ana María.
Confirmados los datos esenciales, incluyendo la participación de la comandancia sandinista en la “resolución” del diferendo interno en las FPL (grupo al que pertenecían ambos), llegó la hora de la reflexión. Fue indagando en las raíces de este triste episodio, como llegué a conocer un caso tan similar como fue la muerte de Roque Dalton. Nunca entendí los por qué de tantas reticencias para entrarle a temas tan difíciles como necesarios. ¿Acaso aún no habíamos superado el estalinismo? ¿Es inevitable que la revolución termine devorando a sus propios hijos? ¿Los ejércitos revolucionarios son eso, ejércitos con otro apellido y nada más?. Sigo sintiendo la misma incomodidad a mi alrededor, y en mí mismo, a la hora de pensar estos temas. Confieso que no he llegado a conclusiones muy sólidas pero, por las dudas, tiendo a desconfiar cada vez más de cualquier tipo de ejército y también de quienes tienen muchas certezas y rehuyen las dudas y las preguntas. Tal vez por eso hace una década me entusiasmé con el zapatismo y sigo convencido de que son algo diferente. ¡Aspiran a desaparecer y en diez años han disparado apenas cuatro tiros! Y, sobre todo, caminan preguntando.
Roque Dalton debería ser el tema de cabecera, el que quita el sueño, a cualquier militante, y cuanto más revolucionario se crea, tanto mejor. Quizá por eso, y en homenaje a los miles de Roques asesinados por sus propios compañeros, decidí estampar frente a mi mesa de trabajo, en letras muy grandes, una frase de Michel Foucault que muchos compañeros me critican: “¿Cómo hacer para no volverse fascista cuando (sobre todo cuando) uno se cree un militante revolucionario?”
Raúl Zibechi
Periodista y Escritor. Uruguay (1952)
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