Gobierno yanqui empeñado en construir 1.000 kilómetros de cerca

El número de migrantes nacidos en México llegó a 9.9 millones en 2003, de acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO). 

En 2002 el número de mexicanos residentes en los Estados Unidos fue de 9.5 millones, los que representaron el 29 por ciento del total de los inmigrantes en aquel país, y el 3.5 por ciento con respecto a la población total de la Unión Americana, así como el 9 por ciento con respecto a la población que reside en México. Si se suma la población que nació en Estados Unidos pero que tiene origen mexicano, la cifra alcanza en ese mismo año 25.5 millones de mexicanos. 

La corriente migratoria de mexicanos a los Estados Unidos pasó de 28 mil al año en la década de los sesenta, a 138 y 235 mil anuales durante las décadas siguientes, y a 390 mil mexicanos al año para el período 2000-2002, lo que ha conformado una comunidad de origen mexicano de magnitud considerable. 

En el fenómeno migratorio predomina la presencia de hombres, debido a que por cada 100 mujeres existen 116 varones. La mayor presencia de hombres inmigrantes se explica por la cercanía geográfica de ambos países y la consecuente migración circular (trabajar en los Estados Unidos por periodos cortos y regresar al país de origen); sin embargo, cada vez se incorpora un mayor número de mujeres, debido a las políticas de reunificación familiar derivadas de la aplicación de la Ley de Reforma y Control de la Inmigración (IRCA por sus siglas en Inglés) de 1986. 

La mayor parte de los migrantes son jóvenes en edad productiva. La edad promedio es de 34 años, inferior en dos años a la edad promedio de los no inmigrantes. El 87 por ciento de los inmigrantes mexicanos se encuentra en el rango 15-64 años de edad, lo que contrasta con el grupo de los no inmigrantes en los cuales esta proporción apenas alcanza el 64 por ciento. El mayor porcentaje de inmigrantes en edad productiva contribuye a suavizar la pirámide poblacional y los efectos que sobre los sistemas de pensiones tendrá en el futuro el envejecimiento de la población estadounidense. 

Los inmigrantes de origen mexicano se distinguen por sus niveles relativamente bajos de escolaridad, en comparación con otros grupos poblacionales que residen en los Estados Unidos. El 61 por ciento de ellos tiene un nivel de escolaridad menor o igual a 11 grados, mientras en la población no inmigrante el porcentaje con este nivel de escolaridad es de 18 por ciento. El menor nivel educativo se asocia al predominio de empleos de baja remuneración en los que se insertan los migrantes. 

Sólo uno de cada cinco migrantes de origen mexicano tiene la ciudadanía estadounidense (21%). Entre las mujeres el porcentaje con ciudadanía es del 23.5% mientras que para los hombres el porcentaje es de 19.7. Para los centroamericanos, sudamericanos y caribeños los porcentajes con ciudadanía estadounidense ascienden a 29, 37 y 47 por ciento, respectivamente. El menor acceso a la ciudadanía estadounidense pone a los mexicanos en una situación adversa frente a otros grupos, y de mayor vulnerabilidad o incapacidad para reclamar sus derechos. 

Por lo que corresponde al tamaño del hogar, en el caso de los mexicanos siete de cada diez conviven en un hogar con cuatro o más miembros, en tanto que la relación para los centroamericanos es de seis de cada diez; cuatro de cada diez para los caribeños y uno de cada dos para los sudamericanos. El mayor tamaño de los hogares mexicanos puede deberse a que los migrantes mexicanos tienen familias más amplias, los hijos están en edades más jóvenes, permanecen más tiempo con los padres pero, de manera especial, a que comparten la vivienda con familiares o amigos. Dicha situación se observa en menor medida en otros grupos poblacionales. 

En cuanto al rubro de salud, alrededor de la mitad de los migrantes de origen mexicano (53% del total) no cuenta con cobertura de los servicios de salud estadounidense. Dicho porcentaje contrasta ampliamente con la población no inmigrante con un porcentaje de no cobertura del 12 por ciento. De acuerdo con información del CONAPO, 2.4 millones de mexicanos en los Estados Unidos (25% del total) vive en condiciones de pobreza. La incidencia de la pobreza es mayor entre las mujeres (28%) que entre los hombres (22%). 

La Población Económicamente Activa (PEA) de los Estados Unidos es de 144.5 millones. La población inmigrante contribuye con 21.6 millones (15%) y casi una tercera parte de la PEA inmigrante (6.4 millones) está compuesta por mexicanos. En comparación con otros grupos poblacionales, resalta la mayor propensión de los mexicanos a emplearse en el sector primario y en la construcción, sectores que absorben el 8 y el 17 por ciento, respectivamente de la PEA de los inmigrantes mexicanos en los Estados Unidos. De igual forma, el 8.8 por ciento de los inmigrantes mexicanos se encuentra en el desempleo, de los cuales poco más de seis de cada diez se enfrentaron a esa situación por despido. 

Únicamente 7 por ciento de la PEA de los inmigrantes mexicanos en los Estados Unidos se emplea en puestos a nivel profesionista, mientras que en los no inmigrantes el porcentaje es de 36 por ciento. El 71 por ciento de los mexicanos trabaja en empresas que emplean a menos de 500 trabajadores, mientras que en la población no inmigrante el porcentaje es del 53 por ciento. 

Poco más de la mitad de los mexicanos (53%) gana menos de 20 mil dólares anuales, mientras que entre los no inmigrantes este porcentaje apenas alcanza el 29 por ciento. En promedio los migrantes mexicanos ganan 20.5 mil dólares anuales, mientras que los no inmigrantes ganan 33.8 mil dólares anuales. 

Fuente: Consejo Nacional de Población