Según el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, su homólogo colombiano, Alvaro Uribe, hizo fracasar varias veces la liberación de los rehenes de las FARC al tratar de aprovechar la coyuntura para emprender operaciones militares a pesar de la palabra dada.
Según la senadora colombiana Piedad Córdoba, Francia proporcionó a las FARC un teléfono satelital para poder mantener un contacto permanente durante las negociaciones tendientes a la liberación de Ingrid Betancourt. Pero, durante una operación conjunta franco-estadounidense-colombiana, los servicios franceses utilizaron ese aparato para localizar al negociador y número 2 de la guerrilla, Raúl Reyes.
La CIA disparó un misil teledirigido y las fuerzas especiales colombianas limpiaron el campamento guerrillero.
Por otro lado, varias víctimas del líder neofascista Mario Sandoval dicen haber reconocido a este individuo entre los miembros de la delegación oficial francesa encargada de las negociaciones.
Según la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep), organismo argentino que investiga los crímenes de la junta militar, Sandoval fue profesor de la escuela de policía a finales de los años 70 y cometió varios crímenes (expediente de instrucción 1076/1163).
El diario El Tiempo, de Bogotá, reporta en información retomada por numerosos periódicos latinoamericanos que Mario Sandoval trabaja actualmente como consejero del estado mayor militar de la presidencia de la República Francesa.
Sin embargo, un comunicado de la embajada de Francia en Bogotá afirma que el señor Sandoval no ejerce ninguna función oficial en el entorno del presidente francés Nicolas Sarkozy.