Llegaron presentándose como amigos, y el pueblo los acogió felices y les presentó sus ofrendas.
Después les enseñaron a leer, para después obligarlos a leer sus catecismos y a convertirse, bajo pena de cárcel o de muerte si los pillaban traicionando las enseñanzas.
Después les quitaron el dinero, entregándoles a cambio como espejitos, asegurándoles que valían lo mismo.
Después les robaron las casas, con todo dentro.
Enyugaron hombres niños y a todo el que podria trabajar.
Después les quitaron sus costumbres, imponiéndoles las suyas extrañas, prohibiéndoles volver a las andadas.
Entregaron a sus mujeres a acostarse con extraños.
Y se aseguraron de que la gente no tuviera a dónde huir.
Mucha gente rebelde fue presa, torturada y muerta.
Pero los reyes de los invasores aplaudían y celebraban todo lo que ocurría en los virreinatos, y vendían al mundo entero la falacia posteriormente desmentida por la historia, de que la cultura y la salvación había alcanzado a los conquistados y saqueados,torturados y muertos.
Todo lo que se tuvo por verdad, la historia lo desmintió, aunque algunos paises aún festejen la efeméride, cada vez menos.