De los chinos hay mucho que aprender. Los Comisionados y el alcalde del Condado Miami-Dade debieran darse una vuelta por China para que puedan apreciar de primera mano las obras de la terminal 3 del aeropuerto de Beijing construido especialmente para recibir a los cientos de miles de viajeros que irán a ese país asiático a presenciar las Olimpiadas mundiales que allí se han de celebrar próximamente.'
La Terminal 3 del aeropuerto de la capital china es el edificio más grande del mundo- es dos veces del tamaño del Pentágono- y fue construido a un costo de solo tres mil 800 millones de dólares en solo 4 años de tiempo de ejecución, cifras ambas que contrastan con los altos costos en millones de dólares y en el tiempo invertido en la construcción de una sola de las terminales del aeropuerto de Miami.
La Terminal 3 del aeropuerto de Beijing está diseñada por el renombrado arquitecto británico Norman Foster y tiene capacidad para recibir unos 50 millones de pasajeros al año. Es decir unas diez veces más que lo que puede recibir el aeropuerto de Miami que es considerado, a pesar de su alto costo operacional como el más malo de todo el mundo.
¿Que como se explica eso y cuál es la moraleja? Pues primero hay que decir que de los chinos tenemos mucho que aprender. Y segundo que mientras no se desaloje del aeropuerto de Miami a Alí Babá y sus 40 ladrones, allí las cosas no van a cambiar.