(Imagen tomada del diario Granma en homenaje al 1º de mayo)
Y se siguen produciendo cambios. Esta vez ya más importantes y reales, como suprimir el permiso de salida, la necesidad de la carta de invitación, o permitir estancias en el extranjero de hasta 11 meses sin más trámites. Es cierto que es un cambio más importante. Pero también es cierto que tendrá la trascendencia que los países a los que quieran viajar quieran. Veamos España. España también exige la carta de invitación. Es más, hace años la carta podía venir de un amigo, pero desde hace unos años sólo puede hacerla un familiar. Con esa carta te comprometes a que ese familiar no esté en España más de 3 meses, y te limitan las invitaciones que puedes hacer. Finalmente, y después de haberte cobrado todos esos trámites, el Consulado en La Habana decide si te autoriza o no a venir. Por cierto que en el caso de los hombres suelen decir que no porque “tiene el perfil del inmigrante ilegal”. Eso además de otras cosas que también he contado y no voy a repetir y que suponen bastante dinero al cubano que quiere viajar o a quien le paga el viaje. Hace unos años parecía haber un buen negocio entre el Consulado y una agencia de viajes (que en verano eran más caros aprovechando que era la época en que los cubanos venían invitados por sus familiares, reconocido por éllos mismos) que también tramitaba permisos (lo cierto es que cobraba y no hacía nada, todo se lo tenían que hacer los cubanos que utilizaban sus servicios), envío de regalos y catálogo de cubanas para quien quisiera casarse.
En definitiva, si el de fuera no quiere recibirte, que Cuba te de la salida no te sirve de nada. Y así ha sido siempre. Cuba permitía la salida a todo el que tuviera su permiso de entrada en otro lugar. Y lo hacía entre otras cosas por motivos económicos: si el cubano viajaba con Cubana de Aviación y no le dejaban entrar en otro país, al final era la compañía la que tenía que hacerse cargo del coste del pasaje de vuelta. Es decir, el mismo argumento que en el aeropuerto de Mérida utilizaron m dieron en cierta ocasión para negarme la entrada en un vuelo a Cuba. Aunque realmente lo que querían era cobrar una mordida extra y finalmente me dejaron subir al avión a falta de 10 minutos para el despegue y después de una fuerte discusión.
Hace una semana la noticia, por el contrario, era el retroceso en el espíritu de cambio, como demostraba el violento desalojo de un grupo de mujeres que reclamaban la liberación de sus esposos, calificados de periodistas y disidentes. Por desgracia para quienes dieron la noticia, todos pudimos ver las imágenes, unas imágenes en que se veía al grupo de mujeres en su protesta pacífica y cómo se acercaron mujeres policía, sin armas ni porras ni nada más que sus manos desnudas, y cómo estas mujeres policía cargaban a las mujeres hasta el autobús en que se las llevaron de allí incluso protegiéndolas de otras mujeres que les recriminaban su protesta. Y si aquello fue un desalojo muy violento, como algún medio lo ha calificado, no sé cómo habría que calificar la manera en que nuestra Policía dispersa una marcha o desaloja un lugar.
Y hace dos días, en otro periódico, una persona afirmaba haber sido testigo de cómo un Policía cubano prohibía a un cubano de 70 años que hablara con un extranjero. Con independencia de preguntarme a mí mismo sin respuesta lógica cómo sabía lo que el Policía le decía a aquel hombre, sería una tarea imposible de cumplir para la Policía estar detrás de cada cubano que habla con un extranjero para impedirlo. Porque hay continuamente miles de extranjeros en La Habana y en el resto del país. Y extranjeros y cubanos se mezclan sin problemas en las calles, restaurantes, cafeterías, bares, discotecas, tiendas, playas, … Se imaginan a la Policía intentando impedir ese acercamiento y ese diálogo? Cómo se realizan las bodas si no se permite a los cubanos hablar con los extranjeros?
También hace un par de días se hablaba de subidas de pensiones de un 20% y de subidas salariales en algunos casos de un 55%. También se hablaba previamente de la necesidad de subidas, de la equiparación de monedas, de la adecuación de los precios, … Por suerte no he oído ninguna crítica a estas subidas que ya nos gustarían en nuestro país, cuyas patronales en algunos casos se niegan a realizar incluso la subida del IPC real, y si no que les pregunten a los trabajadores de la sanidad privada de Valladolid, por ejemplo.
Ayer la noticia era que Raúl conmutaba la pena de muerte de cerca de 50 presos comunes. Cuba sólo ha aplicado la pena de muerte en los últimos años en muy contadas ocasiones y en unas circunstancias muy determinadas. Todos esos ejecutados finalmente han sido más víctimas del contexto en que se produjeron sus actuaciones que de las actuaciones mismas. Los condenados a muerte lo están por actividades terroristas (así se denomina a poner bombas en los hoteles), violaciones con gran violencia y asesinatos. Como dijo el Presidente Castro, no ha sido fruto de presiones externas sino de una decisión soberana.
Y aunque no comparto la existencia de la pena de muerte en las legislaciones de los países, entiendo perfectamente que se mantenga en las circunstancias en que continua viviendo Cuba. Es un hecho importante, pero para variar en muchos medios lo que se resalta son las carencias. Como se resaltan las carencias del resto de medidas tomadas hasta el momento: de los aparatos electrodomésticos se destaca que se permite que se compren, pero que el precio es muy elevado, lo que en el fondo no deja de ser un cambio falso, que existe sólo sobre el papel.
De la posibilidad de alojarse en hoteles se dice lo mismo, que los hoteles son muy caros y que de nada sirve que se reconozca el derecho si no se respalda con una bajada de precios, que por cierto se le reclama a Cuba, cuando los hoteles se explotan a medias con España, Italia y otros países. Y el precio que tienen es el mismo para éllos que para nosotros. Pero es que en España también los precios resultan caros. Hace unos días buscando por Internet un hotel en Valladolid lo más barato que encontraba era un hotel por 300 euros. Cierto es que coincidía con un Congreso de algo y que la mayoría no tenía plazas disponibles. Es eso barato?
Lo mismo se dice acerca de los móviles. Que el precio de los terminales, de la línea y de lo que se consume es muy alto y hay que bajar los precios. Las personas solidarias que hacen esas afirmaciones no dicen que también en nuestro país los terminales son caros y el consumo más. Nadie dice que la telefonía fija en Cuba es buena y barata, que por 6 pesos cubanos (unos 20 céntimos de euro) al mes hablan todo lo que quieren y que eso les permite escuchar la novela a través del aparato si la tormenta ha dejado sin luz la zona.
Y se dice lo mismo de la posibilidad de salir. Sigue siendo caro viajar, y piden que se les bajen los precios. Pero los precios son internacionales y no depende del Gobierno de Cuba el precio de los pasajes de avión. No obstante, me parece bien pedir que bajen los precios, pero también para nosotros, porque por si alguien no se ha fijado, para nosotros también es caro viajar.
La subidas salariales y de pensiones son muy superiores a las que se dan en nuestro mundo occidental. No todos están conformes de nuestro lado porque las creen insuficientes. Nada dicen de subidas muy inferiores entre nosotros, ni de los impuestos que pagamos y que allí no pagan, aunque seguramente no tardarán en tener que empezar a pagar. Los precios también se adecuarán a la nueva realidad y eso supondrá subidas, que de nuevo desde aquí se criticarán aunque en nuestro entorno se acepten sin más. Y cuando desaparezca la cartilla de racionamiento, que desaparecerá muy en breve, surgirán de nuevo las voces desaprobatorias de quienes ahora critican su existencia. Por cierto y sólo como aclaración al margen, hay quien cree y afirma sin ningún género de dudas y sin aceptar lo contrario, que la cartilla de racionamiento es una vale que tienen todos los cubanos para entrar a comer a diario a comedores sociales porque no tienen comida.
La pena de muerte … la pena de muerte debe desaparecer de todas las legislaciones, incluída la española. En Estados Unidos se ejecuta gente a diario. Tanta gente que ya no es noticia. La población estadounidense apoya la pena de muerte y no entiende que haya quien pida su abolición. La misma población española se manifiesta por desgracia favorable a la pena de muerte ante asaltos violentos y actos terroristas. Sin embargo cuando se conmutan penas en Cuba la noticia de fondo es que esta pena se mantiene en la legislación. Y se pide que los jueces sean verdaderamente independientes, lo que no deja de ser curioso cuando se dice desde un país en el que hace años que el máximo órgano de los jueces y los principales tribunales mantienen una guerra sorda por el poder en apoyo de grupos políticos determinados. Y eso sin decir, como digo, que los jueces son independientes, lo que no significa que no deban aplicar la legislación vigente e inventarse una contraria al Gobierno porque esa sería la única prueba de independencia.
Y se resalta la necesidad de la liberación de los presos de conciencia, que se hace referida a los presos del famoso grupo de los 75 del año 2003. También a éllos me referí hace poco en este mismo espacio, de manera que tampoco voy a decir más. Su actuación al servicio de un Gobierno extranjero por dinero se conoce desde siempre como actos mercenarios, y mercenarios a quienes ejecutan esas actuaciones. Deben liberarles? Pues no lo sé. Desde luego mientras se mantengan las circunstancias será muy difícil, y eso a pesar de que no consiguieron dar ninguna información importante al Gobierno pagador, especialmente porque más interesados en cobrar que en investigar, dieron falsas informaciones la mayor parte de las veces.
En definitiva, peticiones de que bajen los precios de las cosas en Cuba, de que suban los salarios y pensiones, de que cambie la legislación, la justicia, … es decir, traspasar hacia allí lo que quisieran exigir aquí. Pedir que cambien las cosas en Cuba por no atreverse a cambiarlas en España.