Un 64,5 por ciento de los nicaragüenses desaprueba la gestión del Presidente Daniel Ortega, según una encuesta difundida hoy en Nicaragua.
Foto: Tomas Stargardter - AP
El 64,2 por ciento de la población nicaragüense calificó al presidente Daniel Ortega como un “gobernante autoritario, que actúa para instaurar una dictadura” en esta nación centroamericana, según la encuesta.
El sondeo, efectuado por la firma M&R Consultores entre el 3 y 9 de mayo pasado, con una muestra de 1.600 personas mayores de 16 años, en las 15 provincias y dos regiones autónomas de este país, fue encargado por el diario La Prensa de Managua.
Un 22,1 por ciento de los consultados calificó a Ortega como un “gobernante democrático apegado a las leyes del país”, y un 13,7 por ciento no respondió.
Un 70,1 por ciento de los consultados consideró que el Gobierno de Ortega lleva al país hacia la “desunión y el conflicto”, un 20,8 por ciento a la unidad y reconciliación entre los nicaragüenses, y un 9,1 por ciento no opinó.
Asimismo, un 64,5 por ciento de los nicaragüenses desaprueba la gestión gubernamental del líder sandinista, que asumió el poder el 10 de enero de 2007.
Un 20,5 por ciento de los consultados apoya la gestión de Ortega, pero con reservas, un 11,8 por ciento le dio un voto de confianza, y un 3,2 por ciento no opinó.
Los nicaragüenses consideran que el Gobierno de Managua no ha atendido la esperada creación de más y mejores empleos (48,1%), ni la disminución de la pobreza (23,6%) ni el alza de los precios de los alimentos y los servicios públicos (17,1%), principalmente.
Además, un 76,5 por ciento de los nicaragüenses encuestados no apoya una posible reelección presidencial de Ortega, mientras que un 15,7 por ciento sí lo respalda, y un 7,8 por ciento no respondió.
El estudio refleja que el 38 por ciento de los encuestados, que se identificó como simpatizante sandinista, desaprueba una eventual reelección de Ortega, aunque un 48,2 por ciento lo respalda, y un 13,8 por ciento no opina.
La Constitución de Nicaragua, reformada en 1995, prohíbe la reelección presidencial sucesiva. Sin embargo, el estatuto permite la reelección presidencial alterna, es decir, en períodos no consecutivos.
Aunque no existe ninguna propuesta de ley para reformar la Constitución de Nicaragua y establecer la reelección presidencial sucesiva, el presidente de la Asamblea Nacional, el sandinista René Núñez, dijo tras la investidura de Ortega que está de acuerdo con los mandatos continuos, establecidos en la Constitución de 1987, pero eliminados en la reforma de 1995.
La Constitución puede ser reformada con el voto favorable de 56 de los 92 diputados. Los sandinistas suman 38 diputados electos, más tres aliados disidentes, mientras que los opositores reúnen a 51 legisladores.
La encuesta tiene un margen de error de 2,5 por ciento y un nivel de confianza de 95,5 por ciento.