Prensa prevé derrota de congresistas mafiosos
POR JEAN-GUY ALLARD
No es negocio apostar a favor de los congresistas mafiosos de Miami, según otro análisis sobre la coyuntura electoral en el Sur de la Florida donde se concluye que pudieran ser víctimas de la fuerte ola anti-Bush en las próximas elecciones presidenciales.
Después del New York Times, que presentía hace poco un cambio "de color" de las circunscripciones representadas por los tres políticos, el prestigioso diario mexicano La Jornada, en un artículo de su corresponsal David Brooks, pronostica una posible derrota de los congresistas Lincoln Díaz Balart, de su hermano Mario y, posiblemente, de Ileana Ros-Lehtinen.
"Durante casi medio siglo en esta ciudad han esperado un cambio de régimen en La Habana", escribe el autor refiriéndose a la dominación de la ciudad por una red mafiosa de nostálgicos de la dictadura de Fulgencio Batista. "Pero resulta que esa transición está ocurriendo precisamente en Miami".
"La manifestación política más visible del cambio que se opera en Miami es que dos, y tal vez hasta los tres legisladores federales cubano-estadounidenses republicanos que representan a esta ciudad, y que abanderan la política del bloqueo a la isla, por primera vez se enfrentan a una competencia real para lo que antes eran reelecciones casi garantizadas", continua Brooks.
En el análisis titulado "Miami: se tambalea el poder del exilio cubano", los expertos consultados por el autor atribuyen el volteo electoral previsible a un cambio generacional dentro de la comunidad cubanoestadounidense y a un cambio demográfico, con la llegada de numerosos colombianos, venezolanos, centroamericanos y mexicanos que convierten a los cubanos en minoría en la región.
"No es una revolución, es un cambio gradual", señala Max Lesnick, conocido periodista citado por La Jornada. "Pero sí es la vuelta de la baraja".
LOS DIAZ BALART ANTE "UN PRIMER RETO SERIO"
El 13 de julio último, el periodista David del New York Times, llegaba a conclusiones similares en un artículo titulado "¿Pasará al azul la Pequeña Habana de Miami?" (Will Miami's little Havana go blue?) donde constataba que los hermanos Díaz-Balart se enfrentaban al primer reto serio de sus carreras políticas.
"En vez de enfrentarse a individuos comparativamente desconocidos quienes fueron chivos de sacrificio del partido Demócrata", los dos congresistas tienen esta vez adversarios conocidos, apunta el autor.
"Algunas personas en la Miami cubana comentan en privado que el exceso de confianza de ambos congresistas los llevaron a desatender problemas concretos y a no dedicar recursos suficientes a sus electores", añade.
Tales comentarios acerca de las tres vacas sagradas políticas de Miami, hasta ahora impuestas por los círculos mafiosos de la comunidad, son ahora comunes.
Se anuncia ahora que un grupo independiente llamado "One South Florida", lanza una campaña acerca "del fracaso de los congresistas Lincoln Díaz-Balart y Mario Díaz-Balart para manejar los temas críticos para las familias del sur de la Florida".
"Parece que algunos de los líderes electos se han olvidado que han sido elegidos por los habitantes del sur de la Florida y no por grupos de interés especiales que los hacen enriquecerse", dijo Tony Jiménez, un ex oficial de la Administración de Bush y uno de los co-directores del grupo. Los dos hermanos han votado para otorgarse aumentos y recortar impuestos a millonarios, acusa el activista.
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