El problema de fondo, hablando muy en serio, es que la revolución se corrompió. La doble moneda es la doble moral. La mejor manera de luchar por apoyar a Raul que quiera acabar con la doble moneda, es suprimir radicalmente los envíos de divisa a la isla. La contrarevolución es quien manda en Cuba, pero por supuesto no se trata de los "gusanos" de Miami sino de las las mismas fuerzas armadas, habría que emprender un proceso de rectificación interno a altisimo nivel, que no se puede, porque el régimen no puede luchar contra los mismos que los sostienen. Recurrieron a la doble moneda como método de agasajo, pues los privilegios les permitían sentirse importantes.
Ahora bien, fíjate en esto: Cuba importa unos pocos bienes para turistas y privilegiados, no quieren que el pueblo tenga disfrute o no pueden importar más sin quedarse ellos sin moneda dura. La prueba es que los cubanos ni con divisa fuerte pueden entrar a las tiendas de privilegiados. Todo eso genera una raza de intermediarios especuladores semi-gubernamentales- semi contrarrevolucionarios, que permiten la compra siempe que les engrasen la mano propia con dólares.
Entonces, ¿para qué mandar más dólares si un cubano directamente no puede comprar con eso? Esos dólares van directamente a las FAR y chivatientes, corrompiendo la revolucióny perpetuando la doble moneda.
Si Fidel estimó necesario que el capitalismo financiara la revolución, debieron abrir en aquel momento la disponibilidad de compra libre a la población, pero la ambición rompió el saco: era más rentable especular, re-exprimir la caña. Bajo ninguna circunstancia podían hacerse servicios para el pueblo con las divisas del exilio, no por orgullo, sino porque mejor se las robaban los corruptos, que son repito, los que mandan en Cuba. Esas FAR traidoras a la revolución tienen como aliados a las agencias de envío de divisa y viajes de Miami.
Es en definitiva algo que a Castro se le escapó de la mano, porque la permanencia en el poder se paga con corrupción en cualquier sistema económico.
Por eso es la sorprendente verdad que hace coincidir los deseos del exilio con los deseos secretos de unFidel impotente para frenar la mierda y la vergüenza, la idea de que prohibir todo envío de divisas a la isla es la mejor manera de ayudar a Raul a eliminar la doble moneda, de ahogar a la contrarevolución en el poder y rectificarla desde fuera a altos niveles internos.
Medina y sus otras agencias, son el granito de arena traicionero a la revolución verdadera, ya imposible. Los que defienden a Medina por simpatías y cueguera antiyanqui, no caen en ésto. Esos cuatro gatos del exilio son la puerta por donde le entra el oxígeno a los enemigos del Fidel original (estoy siendo ingenuo quizás).
Por lo tanto, rectificar la revolución o asfixiarla maniatando a Medina.
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