FELIPE CUNA
Los consumidores de todo el mundo deben agradecer a Harrison McCain que su comida diaria sea más fácil porque unas patatas fritas siempre salvan cualquier plato. McCain convirtió a la patata frita congelada en una empresa multimillonaria y en el acompañamiento perfecto para un par de huevos fritos, una hamburguesa, un filete o un pescado. Para este empresario, que falleció el jueves en una clínica de Boston, a los 76 años de edad, la patata frita era una parte fundamental de yankeelandia. «La americanización del mundo son las Coca-Cola, los pantalones vaqueros, las películas norteamericanas, la música y las patatas fritas», declaró en una entrevista en 1998. Gracias a las patatas amasó una fortuna de 1.200 millones de dólares. McCain comenzó su negocio en compañía de sus tres hermanos en Florenceville, en Canadá, en la granja de sus padres en 1957, donde centraron toda la cadena productiva: desde los campos de cultivo, hasta las cortadoras automáticas para convertir las patatas en alargadas figuras o en divertidas formas para adornar el plato y hasta las congeladoras donde eran preparadas para que, con una pasada por el aceite caliente, estuvieran listas para comer en un instante. McCain Foods comenzó a andar con una treintena de empleados, todos ellos amigos y vecinos de su pueblo natal, y hoy tiene fábricas en 55 países del mundo, 180.000 trabajadores y unas ventas anuales de 6.400 millones de dólares, según el diario The New York Times. Para convertirse en el rey de la patata frita congelada tuvo que dedicar muchas horas, pasar más de 140 días al año en el avión de su empresa viajando a Estados Unidos, Asia y Europa y olvidarse de los lazos familiares. En 1994, obligó a salir del consejo de dirección de la multinacional a su hermano Wallace, con el que había empezado el negocio, porque los dos discutieron sobre el modelo empresarial más conveniente para el siglo XXI. El empresario era ante todo un gran vendedor de su producto y supo quitarse de en medio a sus rivales como Ore-Ida, una compañía de patatas fritas congeladas norteamericana que adquirió en 1997 por 500 millones de dólares. Además, se introdujo en el mercado de la comida congelada preparada, la pizza, los postres y los vegetales listos para añadir a una ensalada o un guiso. MCcain aprovechó la pasión de los norteamericanos por la comida rápida. McDonald's es uno de sus mayores clientes. El empresario canadiense había nacido a 15 kilómetros de la frontera de EEUU. Tras graduarse en Economía por la universidad de Arcadia su primer trabajo fue de vendedor de contratos de petróleo para una empresas del sector en Canadá. Harrison McCain, empresario de alimentación, nació en Florencenville (Canadá) en 1928 y falleció el 18 de marzo de 2004 en Boston (EEUU). |