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Respuesta  Mensaje 1 de 26 en el tema 
De: Azali5  (Mensaje original) Enviado: 04/11/2008 19:01

viandas1.jpg

A medida que han transcurrido los días desde el paso de los ciclones Gustav y Ike se han ido acentuando las carencias. La escasez de alimentos, que ha traído consigo la ausencia de los vegetales frescos y de las frutas en las mesas cubanas, comienza a marcar un compás ansioso entre la población que –lejos de atisbar alguna esperanza de remontar esta nueva crisis- asiste también a la virtual desaparición de otra de sus fuentes tradicionales de suministro: el mercado negro. Cierto que casi todo el mundo da por hecho que “cuando pase” la campaña de persecución desatada por las autoridades contra los mercaderes ilícitos que medran con las necesidades de la población, volverán a aparecer las oportunidades de adquirir leche en polvo, huevos, yogurt, queso, embutidos, y otros productos que se traficaban bajo el tapete, ahora deficitarios debido a la represión oficial; pero mientras tanto, algunos con más energía que otros, todos hemos debido apretar nuevamente el cinto.

Por otra parte, el establecimiento de una lista oficial de precios para productos del agro en los mercados de oferta-demanda, poco días después del paso de los dos ciclones, ha deprimido escandalosamente la oferta, aumentando así la demanda, lo que conducirá en breve a una sobreinflación, tanto en el mercado legal como en el mercado negro, tan pronto este salga de la coyuntura que ahora lo mantiene sumergido. La reciente arbitraria subida de precio del combustible también encarece directamente el transporte de los suministros desde las zonas rurales, lo que se añade artificialmente a los efectos naturales de los huracanes sobre la agricultura. Ni siquiera la torcida economía del socialismo de estado puede escapar de los mecanismos naturales de los engranajes del mercado. La “conciencia”, a la que se apela constantemente, no solo es un rubro deficitario, sino que, además, debido a su bajo valor calórico no goza de mucha demanda en la población.

Y en medio de la penuria que se extiende epidémicamente, reaparecen los personajes tipo de estas situaciones: los oportunistas, los intransigentes, los combativos, los ingenuos y los inconformes (los de antes y los nuevos, que ahora se suman porque sus cerebros están conectados al sistema gástrico). Sin embargo, el peor de los tipos, el que de verdad me colma la paciencia, es el de los alegres. Sí, porque aunque alguien lo dude, todavía quedan muchos cubanos que sufren el efecto “foca”, que con el agua al cuello y atrapados en un estanque fétido, todavía encuentran motivos para alegrarse y hasta aplaudir. Son los difusores natos de la filosofía de la miseria, los incurables huérfanos de perspectivas: En realidad no estamos tan mal, hay muchos que están peor. Filosofía que las autoridades conocen muy bien y se encargar de reforzar a través de los medios de difusión.  Un tipo alegre nunca es un elemento peligroso.

El ejemplo más cercano que se me ocurre para ilustrar el efecto de esa filosofía es el de una conocida, cuyo nombre no mencionaré, quien en medio de una conversación telefónica me transmitió su realización personal del día: después de una buena caminata bajo el sol en medio del tórrido (e inhóspito) Alamar y tras una colita bastante dilatada había logrado comprar dos escuálidos macitos de cebollino. Estaba radiante y optimista. La cosa no estaba tan mala, había conseguido algo que echarle a la comida para darle sabor. Confieso que me deprimí, algo que no es propio de mi naturaleza. Pero es que no puedo comprender cómo una bonita muchacha de 30 años de edad puede considerarse exitosa a partir de la adquisición de un mazo o dos de cebollino. Lo más curioso es que esta persona tiene una entrada económica superior a la media de los cubanos, así pues, al menos en lo inmediato, está a salvo de las hambrunas y penurias que amenazan la vida de otros. Y no es que yo tenga algo contra los cebollinos o contra el derecho de los demás a disfrutar sus propias y particulares alegrías; simplemente constato en estos diminutos detalles de la cotidianidad hasta qué punto algunos individuos son manipulados, no ya solo por la represión y el miedo, sino por tener sembrada en la conciencia la inconsciencia de la propia miseria espiritual. Por mi parte, creo que nunca más podré mirar un mazo de cebollinos sin sentir una pena profunda y sincera por mi joven conocida.



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Respuesta  Mensaje 2 de 26 en el tema 
De: Azali5 Enviado: 04/11/2008 19:19

emergencias-i.jpg

Días atrás, en una de esas aberraciones que se publican con enfermiza frecuencia en los periódicos cubanos, y cuyo título no es preciso mencionar, se hacía referencia a las clínicas mutualistas, en las que antes de 1959 se prestaban servicios médicos a los socios que pagaban una mensualidad por ese derecho. En aquel enrevesado texto se presentaba esta variante de servicio de salud cooperativo como un privilegio de la medicina prerrevolucionaria del que solo podían gozar los que contaban con recursos medianamente elevados y al que las clases humildes no tenían acceso.

Me sentí verdaderamente sorprendida ante tamaño embuste. Yo no sé cómo serían las cosas en un pueblito perdido como Birán, lugar donde los más pobres campesinos cobraban de sus patronos salarios de miseria, gracias a lo cual vivieron con toda holgura y pudieron estudiar los campesinos ricos, hijos de esos propietarios; pero sí puedo asegurar que aquí, en la capital, toda mi familia mis abuelos, mis padres y mis hermanos, así como mis tíos y primos, éramos “asociados” de alguna clínica mutual; y ninguno de nosotros era hijo de terratenientes, ni siquiera de pequeños comerciantes o de propietarios de inmuebles, sino –como en mi caso personal- nieta de un humilde vendedor ambulante de café cuyos clientes eran, en su mayoría, los trabajadores de la Droguería Sarrá (Teniente Rey y Compostela, en La Habana Vieja) e hija de un obrero calificado y una ama de casa. Todos nos atendíamos en la clínica Acción Médica, ubicada en Coco y Rabí, Santos Suárez, donde nacimos mis hermanos y yo; por cierto, mediante cesárea, sin que esto significara un incremento de la cuota mensual (unos 2 pesos mensuales) que se pagaban por cada miembro asociado. El chequeo médico periódico que nos hacían allí estaba incluido en el pago de esa mensualidad, siempre había reactivos, equipos y materiales para cada examen y éramos atendidos por excelentes profesionales. En la mutual mi madre fue operada también de las amígdalas y de una apendicitis aguda cuando era niña; allí trataban a mi hermano mayor su asma bronquial. Éramos una sencilla familia de gente trabajadora en la que los mayores trabajaban y se ocupaban de garantizar la atención médica de sus hijos.

En verdad existían muchos cubanos pobres que no tenían esa opción, sobre todo en zonas rurales. Ahora, en cambio, todos tienen la posibilidad de que los atienda un médico pero no siempre tienen el acceso a las tecnologías correspondientes para la realización certera y eficaz de un diagnóstico o a las medicinas que requiere el tratamiento de su enfermedad.

Lamentablemente muchos jóvenes ignoran que medicina gratuita hubo en Cuba incluso desde la etapa colonial. De hecho, hospitales tan conocidos como el Calixto García, Emergencias o Maternidad de Línea, por citar ejemplos, brindaban atención gratuita y de calidad durante el período republicano; sin mencionar las Casas de Socorro, más cercanas a los barrios populares y en los que se atendían también gratuitamente hasta los más humildes. Ellos, y ciertos adultos desmemoriados (que siempre los hay), podrían dejarse engañar por las tergiversaciones de la prensa; aunque, inevitablemente, también podría llegar el día en que comprueben por sí mismos las lindezas de la medicina revolucionaria.

Las clínicas mutualistas fueron barridas por la revolución hacia la mitad de los años 60 y sustituidas por los policlínicos que en un principio, como todas las cosas en este sistema, ofrecían una atención eficiente y realmente cubrían cualquier servicio médico que se requiriera en lo relativo a atención primaria sistemática, cuerpo de guardia  y urgencias; hasta que en un día aciago surgió la fatal idea de los consultorios del médico de la familia,  verdadero epitafio para un sistema de salud ya moribundo. Porque, hoy por hoy -lo sabemos todos- el otrora flamante sistema de salud, orgullo y vitrina del régimen, se encuentra en un estado calamitoso.

No voy a mencionar, para no abundar con verdades de Perogrullo, el deterioro e insalubridad de los hospitales, policlínicos y consultorios de barrios. Quiero ser justa en reconocer que todavía existen en Cuba muchos médicos y otros profesionales de la salud, cuyo talento y buen trato para con los pacientes es incuestionable; pero también es hora de acabar con el mito de las “gratuidades”. Y afirmo que no es gratuita la atención ni la medicina porque desde el primer momento en que se asiste con un enfermo a cualquier consulta se inicia un angustioso, largo y costoso vía crucis: una parte del personal médico especializado está “cumpliendo misión” (eufemismo con que se designa a los especialistas cubanos enviados a prestar servicios en otros países, dicen que “hermanos”) lo que provoca aglomeraciones en las salas de espera de cada consulta ante la insuficiente cantidad de médicos disponibles para los nativos de la Isla; después resulta que muchas veces no hay reactivos para los análisis que se necesitan, o no hay material para los rayos X, o los equipos de ultrasonidos, de ecocardiograma o de resonancia están averiados y entonces quedan dos opciones: o se acude a una amistad que le “resuelve”, regalito mediante, en el único hospital en que funciona un equipo, o deberá esperar pacientemente (que lo único verdadero en este sistema es el paciente) su turno de ecocardiograma o de ultrasonido para dentro de dos o tres meses, si antes no sufre el infarto.

Añádase a esto la falta de medicamentos en moneda nacional que, sin embargo, sí aparecen en CUC, por lo que los galenos, una vez determinado un diagnóstico (a veces casi mediante bola de cristal), sugieren compasivos y en voz baja a los pacientes o familiares: Ve a ver si puedes comprar esto en las farmacias de CUC, en las donaciones que entran por las Iglesias o si algún pariente o amigo te lo manda “de afuera”. Y esto no es fábula. El pasado año, meses antes de la muerte de mi padre, fue preciso comprar pentoxifilina, el medicamento que le recetó la neuróloga, que solo lo había en las farmacias de los privilegiados a un costo de18.80 CUC (algo más de 450 pesos corrientes) por la exigua cantidad de 20 tabletas. Debía tomar tres tabletas diarias, así pues, calcúlese el precio del tratamiento. Eso sin contar el proceso de avance de su enfermedad, cuando necesitó una silla de ruedas, un levín para alimentarse, una sonda de uretra con su colector, un hule anti-escaras, agujas, jeringuillas, algodón, torundas, alcohol y otros medicamentos. Todos estos recursos, inexistentes en los centros de salud, aparecieron gracias a la infinita indulgencia de familiares y amigos que pudieron ayudar y no por las bondades del sistema de salud. No voy a mencionar tampoco el tema de los alimentos prescritos. Después de más de 47 años de trabajo de un obrero, el sistema médico revolucionario no era capaz de garantizarle ni siquiera la posibilidad de una muerte digna y medianamente gratuita. Hoy en Cuba, cada familia que tiene un enfermo grave o de cuidado debe convertirse forzosamente en un pequeño sistema de salud con los recursos que pueda agenciarse por sí misma.

Lo anterior no es una excepción, sino apenas una muestra. Me consta que el sábado 27 de septiembre de 2008, en la sala de terapia intensiva del hospital pediátrico de Centro Habana no había jeringuillas enterales, de las que se utilizan para pasar los alimentos por levín y que se venden –de plástico- en CUC a un costo de 2.85 (alrededor de 70 pesos corrientes) la unidad; dos semanas atrás asistí al insólito hecho de que en el Instituto de Gastroenterología de esta ciudad solo había disponible una silla de ruedas para el traslado interno de los pacientes; que en la ambulancia “especializada” que transportó a una familiar mía a ese centro no había camilla ni paramédicos, de manera que la ataron a una silla en la parte posterior del vehículo, tal como si fuera un costal de viandas; que acceder a una cama Fowler o a otros adminículos que humanizan la atención al paciente constituyen quimeras… La lista de miserias que pudieran aportar otros, con sus experiencias personales en cada caso, sería interminable y la respuesta oficial sería solo una: el bloqueo. Sí, es un bloqueo: un bloqueo sistemático y selectivo que golpea solo a los de abajo, porque los ancianos señores de la casta brahmánica insular, pese a que sabemos de algunos de ellos que están muy enfermos, jamás han sido vistos como pacientes en las sucias salas de espera u otras dependencias de nuestros maltrechos hospitales, aunque ahora fantaseen con lo contrario.


Respuesta  Mensaje 3 de 26 en el tema 
De: matilda Enviado: 04/11/2008 19:33
Estas "cositas", las escribiste vos? alguien las firma? alguien se responzabiliza por tanto blablerío?
 
mati

Respuesta  Mensaje 4 de 26 en el tema 
De: Azali5 Enviado: 04/11/2008 19:47
Para la tarupida lacaya castrista, no acostumbro a hacer lo que haces tu..
 
 
 
From: MSN NicknameAzali5  (Original Message) Sent: 11/4/2008 2:01 PM

Respuesta  Mensaje 5 de 26 en el tema 
De: Azali5 Enviado: 04/11/2008 20:01

Un antiguo compañero de trabajo de mis tiempos de empleada del gobierno solía declarar que el socialismo de Estado se rige por dos leyes económicas indisolublemente relacionadas: Primera ley: Todo producto tiene que ser almacenado; Segunda Ley: Todo producto almacenado merma. Ignoro si el chiste era de su propia invención o si alguien más se lo había revelado a él, pero de cualquier manera se trata de dos enunciados rigurosamente ciertos en la realidad cubana. Recientemente me vinieron a la memoria a partir de la difusión de ciertos reportajes de TV donde se proyectan imágenes de las caravanas de ayuda material que se destinan a las provincias más golpeadas por los dos nuevos villanos, Gustav y Ike (yo sigo sospechando que ambos son engendros del Imperio), en los que se pueden ver camiones cargados con algunos productos de esa asistencia, sobre todo tejas de fibrocemento.

Por estos días, para variar el menú, nos mostraron en el noticiero unos camiones, conducidos por antiguos caravaneros que participaron en la guerra de Angola, puesta de moda nuevamente por una película de reciente estreno en nuestros cines y que parece estar “del Kangamba”, quienes esta vez trasportaron colchones para los damnificados, en un acto de pueril simbología que parece pretender una guerra de mentiritas en suelo cubano para contentar las añoranzas de algunos caudillejos de vocación belicosa. Pero, en este caso, los colchones no fueron entregados directamente a sus potenciales destinatarios, sino cuidadosamente almacenados en grandes naves destinadas a tales efectos.

Teniendo en cuenta que las tejas de fibrocemento sí fueron mostradas descargándose directamente de los camiones y entregándose a los afectados, aunque en cantidades insuficientes, no se me ocurre qué motivos altruistas y puros puedan ocultarse tras este almacenamiento de los colchones. Es posible que las autoridades prefieran guardarlos en lugar seguro hasta que los beneficiarios tengan bien techados sus dormitorios, no sea que se les echen a perder con la lluvia o el sol, sabemos que nuestro Estado es muy paternal; pero, de cualquier manera resulta preocupante la merma de colchones que se producirá en los almacenes. Y ella es inevitable porque, excepcionalmente, se ha demostrado que a veces se puede violar la primera ley económica del socialismo; pero jamás de los jamases se ha violentado la segunda. ¡Faltaría más!


Respuesta  Mensaje 6 de 26 en el tema 
De: Azali5 Enviado: 04/11/2008 20:15

mercado-carlos-iii.jpg

La pérdida de credibilidad de la gente en el sistema es ya un fenómeno generalizado que puede constatarse hasta en los asuntos más intrascendentes. Recientemente estuvo circulando por toda Cuba una “bola” inquietante, según la cual ciertos productos que se comercializan en CUC -algunos de ellos de primera necesidad- iban a sufrir un incremento significativo en sus precios. La reacción no se hizo esperar: el estado de alarma y malestar cundió en todos los que escucharon esta nueva amenaza a sus ya menguadas posibilidades adquisitivas. El clamor popular era la unánime protesta, incluso por parte de los más complacientes o temerosos, casi siempre remisos a dar opiniones contrarias a las decisiones oficiales. El más reciente y notable aumento del precio del petróleo y la gasolina, establecido aquí en días pasados so pretexto de “adecuarlos” a la realidad internacional, en un momento en que el precio de los hidrocarburos ha comenzado a descender en el mercado mundial, tampoco ayudaba a disipar la intranquilidad general. 

Poco después el desmentido que se hiciera acerca de la nueva “bola” por el noticiero de televisión –que no por la prensa plana nacional-  alcanzó a apaciguar hasta cierto punto los ánimos, pero no a desterrar la sospecha de que habían sido las propias autoridades quienes la habían lanzado, con la intención de tomar la decisión definitiva en correspondencia con la reacción popular. No son pocos los elementos que tienden a apoyar tal recelo, fruto de la experiencia popular: ya anteriormente, en diferentes etapas, se han producido súbitos y arbitrarios aumentos en los costos, antecedidos también por las llamadas “bolas” y hasta por los listados de los nuevos y onerosos precios que se rumoraba iban a aplicarse. En esas ocasiones anteriores fueron, efectivamente, aplicados los gravámenes sobre el dólar (principal moneda de las remesas familiares que llegan del exterior) y sobre la casi totalidad de los productos en CUC. Esta vez, una sospechosa “desaparición” de productos de primera necesidad de los estantes de las tiendas -tales como el aceite vegetal, el puré de tomate o el detergente-, preludio habitual de los abusivos incrementos, apuntaba a la posibilidad real de que éstos se produjeran.

El momento actual, sin embargo, es otro; los ánimos están caldeados y la amenaza de otra sostenida y profunda escasez de alimentos mantiene a la población en un estado de permanente zozobra. El fantasma del eufemísticamente llamado Período Especial, que generalizó la miseria material y consagró la espiritual durante los años más duros de la pasada década, ha quedado grabado, como pocos episodios, en la memoria colectiva del cubano y ha reaparecido difusamente en muchos hogares a partir de la devastación causada por el paso de los ciclones Gustav y Ike. No es prudente en estos momentos atizar el fuego. No por gusto quedaron suspendidos este año los ejercicios estratégicos “Bastión” y los patéticos festejos con caldosa con que se celebra cada aniversario de los CDR. Nada de gastos inútiles para jugar a las guerritas; nada de tumultos populares que se puedan ir de control.

Por otra parte, la obstinación gubernamental, que se arroga el derecho de decidir a su arbitrio la aceptación o el rechazo de las ayudas que se ofrecen, manejando tales decisiones según intereses puramente políticos, ha dejado bien establecido que el ciudadano común es apenas una moneda de cambio en los entramados del poder, apenas un simple rehén de la política, así como que el proyectado y siempre inalcanzable futuro venturoso que promete la revolución no puede cubrir –pese a sus eternas frases de “los principios y la dignidad” como valores supremos- las expectativas de un pueblo empobrecido que sufre el síndrome de fatiga crónica en medio de una espera sin final. No hay dignidad en la miseria; al menos esto lo están aprendiendo muchos, aunque sea tardíamente.

Lo cierto es que, después del desmentido oficial de la “bola”, casi todo el mundo se encoge de hombros y sonríe socarronamente, en un gesto que equivale a: “¿Ves?, son ellos mismos quienes la lanzaron, a ver si mordíamos”. Y aquí todos sabemos quiénes son “ellos”.


Respuesta  Mensaje 7 de 26 en el tema 
De: Azali5 Enviado: 04/11/2008 20:29

estrella-y-xifre.jpg

Como suele ocurrir siempre, la incertidumbre social produce rumores, sobre todo cuando se carece de información oficial o cuando ésta se contradice con la realidad. Es así que –al menos en La Habana- los rumores se suceden con mayor o menor ruido, pero casi a diario. Pasado el sobresalto inicial  referido a la pretendida subida de precios en los mercados de CUC, han ido cobrando fuerzas las especulaciones en torno a la creciente escasez de productos del agro, al cierre de numerosos puntos de venta de viandas, frutas y hortalizas en toda la ciudad como resultado de la falta de productos y a una supuesta distribución normada de éstos a través de los puestos de viandas (cartilla de racionamiento mediante).

Esta vez los elementos “subjetivos” de las suposiciones tienen su asidero en el muy objetivo y real incremento de los precios en muchos de los lugares de venta de productos agrícolas y en las numerosas tarimas vacías de esos establecimientos. Por otra parte, se trata mayoritariamente de productos escuálidos, sin calidad, golpeados por la adversidad de los ciclones y recogidos directamente de la tierra después de ser derribados por los vientos o anegados por las abundantes lluvias; lo que lleva a preguntarnos qué ocurrirá cuando estos despojos del agro también se acaben.

Con el paso de los días y en medio de la llamada “recuperación”, se va haciendo cada vez más difícil la adquisición de éstos y otros alimentos –como los huevos, que pasaron a la lista popular de productos exóticos- lo que añade apoyo a los rumores. Paralelamente han ido creciendo los precios pese a la insistencia de los medios oficiales en cuanto al trabajo de los inspectores estatales que –se dice- están aplicando multas a los infractores “que no cumplen con los precios establecidos” para la comercialización y hasta se ha procedido al cierre de algunos puntos de venta por cometer estas y otras violaciones; como si el cierre de dichos expendios, en lugar de ser una agravante a las carencias, constituyera una solución del problema.

Pero los rumores también se afirman sobre otros elementos. Por ejemplo, ha trascendido extraoficialmente que se estableció una disposición oficial que prohíbe la circulación de camiones cargados de viandas desde pueblos de la vecina Habana hacia la capital. Los propietarios de camiones y camionetas han sido advertidos que, de incurrir en esta “violación”, tanto la carga como el vehículo les serán decomisados por la policía que controla las carreteras de acceso a la ciudad. Esta información, genuina, me fue ofrecida por una persona residente en la capital pero natural de Güira de Melena, quien conoció de esto el pasado lunes 22 cuando visitó su pueblo natal. Una medida de tal naturaleza, más allá de violentar los derechos de los productores, refuerza la hipótesis del retorno a la absoluta centralización estatal sobre el comercio agrícola y del advenimiento de un nuevo período de agudización de las carencias alimentarias, al menos hasta tanto se supere en alguna medida esta crisis.

Por el momento, aunque se mantienen abiertos al comercio y relativamente bien surtidos, dadas las circunstancias, los grandes mercados agrícolas de la capital, como el de Cuatro Caminos y el de Ejido, por solo citar ejemplos, son varios los kioscos y pequeños mercados que ya han ido cerrando sus puertas, sin que se sepa con seguridad a qué responde esto, si a la escasez natural de productos como resultado de los huracanes; si es reflejo de la referida prohibición de transporte desde los pueblos cercanos, proveedores habituales de la gran urbe; o si convergen estos y otros factores. Lo cierto es que el miércoles 24 de septiembre, poco después del mediodía, al menos los pequeños puntos de comercio agrícola ubicados en Sitios y Morales, y en Estrella entre Infanta y Xifré (en la fotografía), habitualmente lugares de mucha venta en Centro Habana, estaban cerrados; sin que se sepa si se trata de un hecho circunstancial o definitivo.

Pero es sabido que quien capitaliza la economía, la política y la sociedad, es responsable de capitalizar también los problemas y de dar las soluciones correspondientes. Una consecuencia del despojo a las capacidades particulares de los productores y de la excesiva estatización de la propiedad. Veremos ahora, cuando la producción de alimentos se ha convertido por los medios de difusión en un problema de supervivencia nacional, cuáles serán las medidas alternativas oficiales que se van a aplicar para paliar la carestía de alimentos que se avecina.


Respuesta  Mensaje 8 de 26 en el tema 
De: Azali5 Enviado: 04/11/2008 20:43
Recuperación?

huracan-2.jpg

Por estos días se repite insistentemente en los medios de difusión una palabra: recuperación. Los recientes ciclones han dejado a su paso una estela de devastación que agrava la permanente crisis económica de Cuba y ahora hace peligrar el precario equilibrio social, por lo que la prensa oficial se apresura a ofrecer un falso espíritu triunfalista, o al menos optimista, que calme los ánimos. No obstante, extraoficialmente se sabe que se han producido algunos brotes de “indisciplinas”, resultado del descontento y de la incertidumbre de la población.

La ciudad de La Habana, en su condición de gran urbe, donde se amontonan más de dos millones de habitantes en un fondo habitacional semiderruido e insuficiente, numerosas familias han sido removidas de sus viviendas debido a los derrumbes o a la inminencia de éstos. Por estos días han sido recurrentes las escenas desoladoras de esas familias agrupadas frente a sus edificios con sus muebles y enseres, las carretillas cargadas con sus pertenencias más valiosas (refrigeradores, televisores, colchones, etc) para guardar en casas más seguras de amigos o parientes. Los rostros son una mezcla de impotencia, desesperación y rabia. La policía, siempre presente y vigilante en estos casos, no deja tomar fotografías a cubanos como yo. Un cubano con una camarita es siempre alguien sospechoso.

Hay una resistencia general a albergarse por parte de esas familias. Muchos discuten airadamente con los funcionarios y con la policía, quienes insisten en evacuarlos: el gobierno debe salvar su responsabilidad –al menos esa responsabilidad- y evitar más muertes por derrumbes. La gente se aferra tozudamente a sus espacios, concientes de que no hay garantía alguna ni límite temporal para volver a tener un techo familiar particular. Los albergues generalmente son lugares sombríos donde la convivencia forzosa, las escasas condiciones higiénicas y la dependencia de la gestión gubernamental hasta para alimentarse, crean una suerte de presión social difícil de controlar. Se trata de personas que lo han perdido todo, o casi todo, incluyendo la fe, lo que los hace más susceptibles a la violencia y a la rebeldía.

Es así que ya en la ciudad se han orquestado algunos conatos de revueltas, fundamentalmente por parte de esos damnificados, como el ocurrido el pasado fin de semana en un albergue ubicado cerca de la céntrica esquina de Belascoaín y Zanja, cuando un nutrido grupo de personas arrojaron a la vía pública los panes que reciben desde los centros de elaboración, como protesta por la mala calidad de éstos. Al gesto se unieron el clamor y los gritos, aunque en esta ocasión –como en todas- no se atrevieron a azuzar contra ellos a las “brigadas de respuesta rápida”. Las autoridades saben que no es prudente hacer acrobacias sobre la cuerda floja.

No fue esta una manifestación aislada de “indisciplina social”. Se conoce de algunos otros incidentes, como el asalto a almacenes de alimentos en Isla de Pinos; la negativa a albergarse de algunas familias que han decidido permanecer en la calle, durmiendo a la intemperie, antes de ingresar en alguno de los sórdidos albergues populares; la protesta de los holguineros albergados en el estadio de béisbol de esa ciudad oriental o las múltiples tribunas espontáneas que se improvisan cada día en las largas colas de las panaderías donde la gente da rienda suelta a su rabia protestando airadamente por las carencias y por la falta de perspectiva.

Por otra parte, las constantes informaciones sobre los daños en la agricultura y en la economía en general, hacen que la amenaza de carestía alimentaria se cierna sobre todos, lo que extiende y generaliza la incertidumbre.

Por si acaso, se ha tomado por las autoridades la precaución de colocar un par de policías en los ómnibus nocturnos. Dicen algunas personas que también en las rutas conflictivas que cubren el recorrido de los barrios más marginales hay una presencia policial permanente. Eso no inhibe las protestas, pero al menos todavía mantiene cierto orden que quizás contenga la violencia de unos contra otros.

En todo caso, el ambiente de la ciudad está enrarecido, y no es probable que la gente permanezca permanentemente controlada. Hay una presión contenida, una ansiedad general, un compás de espera, aunque nadie parece saber a ciencia cierta qué esperar. El sentimiento de inseguridad hoy toca a muchos, los que lo perdieron todo y aquellos que tienen viviendas sólidas y no sufrieron pérdidas materiales, porque se sabe que el peligro de los embates sociales es más devastador que cualquier huracán, afecta a todos sin excepción y la recuperación de sus ráfagas sería mucho más difícil.


Respuesta  Mensaje 9 de 26 en el tema 
De: Azali5 Enviado: 04/11/2008 20:57

Cuando, tras el paso del imponente huracán Gustav, los medios de prensa cubanos informaron sobre la “aparición” de cinco pescadores cuya pequeña embarcación, de 12 metros de eslora por 4 de manga, había naufragado el viernes 29 de agosto en medio de los embates del ciclón, muchos quedamos sorprendidos: ¿cómo era posible que se reportara una aparición sin antes haberse reportado desaparición alguna? La respuesta quizás se encuentre en los misterios de las estadísticas cubanas. Y es que en Cuba, ya lo he comentado en otras ocasiones, los números son veleidosos. Lo más importante, se admita o no, era que no se reportaran pérdidas humanas que comprometieran en alguna medida a las autoridades; de manera que la desaparición de los cinco humildes pescadores del Surgidero de Batabanó permaneció en el más profundo secreto hasta que aparecieron, pese a que su búsqueda –según medios de prensa oficiales- se había iniciado “desde el momento en que se detectó la ausencia del Langostero 100 tras la orden de regresar a puerto”.

Pero, aunque no era la intención, la prensa dice más. Leyendo entre líneas, sin mucho esfuerzo se puede inferir que dicha orden de retorno se emitió bastante tarde. Si se conocía con suficiente antelación que el huracán tenía una trayectoria cuyo pronóstico incluía la zona de pesca de la embarcación, si desde días antes se venía informando sobre el peligro del incremento de la fuerza de éste en los mares del sur de Cuba, ¿cómo se explica que se le ordenara regresar el propio viernes? El Granma, con fecha 2 de septiembre, declara que los pescadores fueron rescatados “en la tarde del lunes, cerca de la Ciénaga de Zapata”, lo que significaría que los cinco hombres permanecieron por tres días sosteniéndose en el mar, sin agua potable, sin alimentos y sin morir de hipotermia, ¿es eso posible? Desde el principio, la historia parece muy mal contada.

Otro aparente desliz del entusiasmado reportero de la prensa se pone de manifiesto en la propia narración de uno de los náufragos, que se reproduce en el texto: “Decidimos refugiarnos en un cayo, y al tirar el ancla para fondearnos cercanos a tierra a este se le rompió el cabo, por lo que arrancamos el motor de la embarcación para alcanzar el firme. En ese momento se nos partió el cable del gobierno del barco y nos quedamos a la deriva…” Este testimonio dice mucho acerca del estado técnico de la embarcación en la que navegaban nuestros pescadores y de la poca preocupación de las autoridades laborales por su seguridad. ¿Se “rompió” el cabo del ancla y se “partió” el cable del gobierno? ¿Así, sin más? ¿Cada qué tiempo se inspeccionan las embarcaciones del Combinado Pesquero Camilo Cienfuegos? ¿Qué garantías existen de que esta sea la excepción y no la regla? ¿Se pedirán responsabilidades a los funcionarios encargados de velar por el mantenimiento de los medios y equipamientos de pesca y por la seguridad de esos trabajadores? ¿Se informará por la prensa qué medidas se van a tomar con los responsables de tanta negligencia?

En medio de tales incógnitas se me ocurre sospechar que tal vez, de no haber aparecido los cinco pescadores, nunca hubiésemos conocido de su desaparición, al menos no por los medios de prensa cubanos. Eso sí, de cualquier manera, tampoco en ese caso se hubiesen reportado estas víctimas del huracán Gustav y de la irresponsabilidad de organismos laborales en Cuba: nuestra revolución es muy grande y no lo permitiría.


Respuesta  Mensaje 10 de 26 en el tema 
De: Azali5 Enviado: 04/11/2008 21:11

huracan12.jpg

Con el paso de los días, los catastróficos efectos del intenso huracán Gustav, que atravesó recientemente el territorio cubano por Isla de Pinos y la provincia de Pinar del Río, se siguen manifestando. Ahora se suman los destrozos ocasionados por Ike – fundamentalmente en las regiones oriental y central de Cuba- antes de cruzar también sobre Pinar del Río, a pesar de ser este un organismo meteorológico de poca intensidad (categoría 1). Se cuentan ya por decenas de miles las familias damnificadas que han perdido sus viviendas y todos sus escasos bienes (es sabido que siempre los más pobres son quienes peores condiciones habitacionales tienen y menor capacidad para proteger sus pertenencias), servicios eléctricos interrumpidos en amplias zonas por las que impactó el ciclón, daños en la agricultura y en otros servicios.

La economía, ya antes sumida en una depresión permanente, también ha sido duramente sacudida. Se dice que Gustav ha sido el peor huracán que nos haya golpeado en los últimos 50 años, y parece ser cierto. Son impresionantes las imágenes de devastación que nos dejan Gustav e Ike, sin que podamos tener una idea aproximada de cuánto tiempo llevará recuperarnos de los daños, sobre todo teniendo en cuenta que nunca hemos llegado a reponernos de los ocasionados por ciclones de antaño -Michelle, Charlie y otros- que llevaron a la miserable condición de “albergadas” a miles de familias cubanas, muchas de las cuales se mantienen “esperando” la solución de su problema. Está claro que, ni el gobierno está en capacidad de resolver los problemas económicos y habitacionales de la población, largamente acumulados, ni mucho menos los afectados están en condiciones de enfrentar la recuperación de sus pérdidas pues los individuos dependen absolutamente de los insuficientes recursos del Estado.

En medio de tan dramático escenario y cuando ya han comenzado a llegar al país los primeros aviones trayendo cargamentos de socorro para las víctimas recientes, ha trascendido el ofrecimiento de ayuda humanitaria del gobierno de Estados Unidos y la negativa del gobierno cubano a aceptarla. En un primer momento, ambos gobiernos interpusieron exigencias que podrían resumirse elementalmente de la siguiente forma: el norteamericano exigía la evaluación de los daños por sus especialistas antes de enviar su ayuda; el cubano negaba el acceso a éstos y demandaba el levantamiento del embargo antes de aceptar cualquier propuesta, basado en el supuesto de que un año de bloqueo hace más daño al país que el ocasionado por el propio huracán.

Recientemente, el gobierno norteamericano  aceptó enviar la ayuda sin la presencia de sus inspectores –información no divulgada por la prensa cubana-, pero las autoridades cubanas insisten en que “nuestro país no puede aceptar una donación del gobierno que nos bloquea…”; aunque a la vez solicita que el gobierno de Estados Unidos autorice a que empresas de ese país suministren a Cuba, mediante compra, los materiales indispensables, así como apruebe los créditos correspondientes a dichas operaciones comerciales, según nota publicada en Granma el lunes 15 de septiembre. Es evidente que el gobierno cubano se encuentra en una situación desesperada que lo obliga a solicitar al menos seis meses de gracia al eterno enemigo, sin dudas una propuesta insuficiente para enfrentar la crisis. En esta saga, el gobierno norteamericano está marcando la ventaja política con una prueba de sensatez frente al inmovilismo de su homólogo cubano.

Pero tampoco el gobierno cubano aceptó la ayuda de la Unión Europea, no se sabe debido a qué otro resabio toda vez que ésta nunca ha bloqueado a Cuba. De hecho, en los medios oficiales cubanos no ha aparecido siquiera este ofrecimiento. Es decir, que a los destrozos del ciclón que arrasó con todo a su paso, los damnificados, gracias a fundamentalismos absurdos, se ven obligados a sufrir también los embates de la política.

Hasta el momento, los dirigentes del Partido que han visitado las zonas de estos desastres han llamado a la población a tener “fe en la revolución”. Pero, sin dudas, los afectados necesitan mucho más que fe y promesas. Lo que no sabemos realmente es lo que piensan sobre todo esto los cientos de miles de familias que ahora se agrupan sin techo propio y sin muchas esperanzas de tenerlo a mediano plazo, en albergues o en casas de familiares y vecinos solidarios, y que dependen del gobierno hasta para alimentarse, aunque es de suponer que sus opiniones estarían más en consonancia con la realidad que sufren hoy que con consignas e intereses políticos de cualquier signo. No es casual que no se conozca de un dirigente de la revolución cuya familia haya tenido que albergarse o cuya casa se haya derrumbado, por lo que no son ellos ni el gobierno a sus más altas instancias los más indicados para decidir el rechazo o la aprobación de ayuda. Sería magnífico que por una primera y bendita vez el contenido humano de la tragedia superara los intereses y chantajes políticos de los gobiernos y de los sectores que los representan, animadores de un conflicto que desde el principio ha hecho mella siempre sobre la misma víctima: los cubanos humildes de la Isla.


Respuesta  Mensaje 11 de 26 en el tema 
De: Azali5 Enviado: 04/11/2008 21:25

Una breve nota a mis lectores para agradecer todos los mensajes de apoyo que he recibido de ustedes desde el inicio de mi blog en febrero de este año, y sobre todo los que me han llegado desde julio, a partir de revelar mi identidad. En verdad me han conmovido tremendamente. No los defraudaré. Aprovecho para aclarar que en los meses del verano, por circunstancias ajenas a mi voluntad y relacionadas con las angustiosas condiciones de acceso efectivo a Internet y a la administración de nuestro sitio, me he visto precisada a colocar en una sola entrada varios post correspondientes al mes en curso, de ahí que algunos de ellos resulten desactualizados. He preferido, pese a todo, compartirlos con ustedes: siempre constituyen oportunidades de diálogo y debate, que son necesidades permanentes en un país donde la sociedad civil independiente, además de escasa, tiene un carácter prácticamente clandestino. Espero, en un futuro cercano, encontrar más frecuentemente posibilidades de subir mis post. Sé que lo entenderán. Un fuerte abrazo,

Eva

This entry was posted on Martes, Agosto 19th, 2008 at 18:11 and is filed under General. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

29 Comentarios a “Mi gratitud”

  1. Hola Eva
    Desde hace unos meses he seguido tu blog y te confieso que me ha encantado. Es agradable ver las cosas a traves de unos ojos tan valientes como los tuyos. Gracias por este espacio tan bello. Ya te agregue a mi listado de blogs para leerte siempre.

    Un Saludo desde Mexico

    Diliviru
    Agosto 19th, 2008

  2. Querida Eva,

    Desde el exterior nos gustaría poderte ayudar con algo más que simples palabras; aunque la ayuda sólo pueda ser modesta.

    Un abrazo

    Gabriel

    Gabriel
    Agosto 19th, 2008

  3. Eva: Eres profunda y muy acertada en tus analisis de la realidad de nuestra querida patria.A veces se nota tu tristeza, pero es la realidad cubana es triste. Yo me tuve que ir dejando atra lo unico que conocia bien y quiero mucho: Cuba. Materialmente estoy mucho mejor,pero tambien triste. Echo mucho de menos…
    atras U

    APENAO`
    Agosto 20th, 2008

  4. Te leemos con gusto.
    Sigue adelante!
    Saludos,
    Al Godar

    Al Godar
    Agosto 20th, 2008

  5. Estimada Eva: Tuve que exilarme al comienzo del primer lustro del comienzo de la muerte de Cuba. Cuando sabIa que ya estaba infectada, y sabIa que ninguna fuerza humana podrIa salvarla, pero tenIa esperanzas de que Dios tendrIa en sus planes salvarla de una muerte tan asquerosa como la socio-inmuno-deficiencia-provocada por el retrovirus socialista.
    Afortunadamente caI en la cArcel castrista bien temprano, a pesar de mi lucha contra Batista Zaldivar. No voy a narrar mis peripecias desde el momento de mi detenciOn hasta cuando salI de Cuba en contra de lo que mis enemigos, que son los tuyos, habIan planeado. Pero lo cierto es que muy pronto, despuEs del primero de enero de 1959, tuve la evidencia necesaria para saber que yo era un sospechoso “peligroso” vigilado y acosado, sin libertad de acciOn en mi propio paIs, y en peligro permanente de ser involucrado injustamente en cualquier caso “judicial” que me pusiera de nuevo en la cArcel o ante un pelotOn de fusilamiento. Si me hubieran dejado tranquilo al principio, me habrIa quedado en Cuba, y sE que al pasar los meses o los aGNHos me habrIan encarcelado de todas maneras porque yo no me iba a callar, o me iba a morir de rabia. AsI que me salvO el hecho de que me encarcelaron al principio y siguieron acosandome y decidI escabullirme por no poder hacer otra cosa. Desde luego, beneficiE a Estados Unidos con mi llegada aquI, porque apliquE mis conocimientos y mis energIas a los negocios en este paIs, pero me beneficiE tambien en lo personal, en muchos sentidos humanos que son tangenciales a este mensaje.
    Quiero decir, que no debes tener dudas de mi anticomunismo (inclusive desde antes del asentamiento de Castro).
    Pues bien, al pasar los aGNHos sabIa que las cosas, econOmica y socialmente, no andaban bien en Cuba (ademAs de politicamente), pero aun mi viva imaginaciOn no habIa revelado a mi entendimiento cOmo la pudriciOn llegaba hasta las raIces. Lo que ni la corrupciOn del gobierno colonial espaGNHol, ni Machado ni Batista pudieron hacer, ni llegaba a mi imaginaciOn, sin embargo Castro lo logrO. La pudriciOn total de la naciOn cubana por el sida del comunismo. Hasta las raIces.
    Me acuerdo de que despuEs de muchos aGNHos empecE a comprender lo inconcebible. La destrucciOn polItica y econOmica (pero principalmente la represiOn) fueron destruyendo el alma de los cubanos como tales, destruyendo su mutualidad, su viabilidad como ente social.
    Todo comencE a comprenderlo cuando empecE a ver fotografIas de la destrucciOn de La Habana.
    Yo habIa vivido siempre orgulloso de mi ciudad. Inclusive despuEs de estar exilado siempre me sentI habanero y orgulloso de La Habana. Yo habIa trabajado como viajante del comercio por toda la isla, pero me sentIa intimamente habanero. La comproaciOn de la destrucciOn de La Habana, por las fotografIas, fue un golpe rudo para mi psicologIa y me facilitO comprender tambiEn tener conciencia de la destrucciOn moral del pueblo de Cuba.
    Uno tiene que acotumbrarse a la muerte de los seres queridos y amigos. Me ha costado trabajo acostumbrarme a que el pueblo de Cuba estA muerto, como pueblo, como naciOn, como comunidad libertad y cooperaciOn mutua. No importa que haya gente viva caminando por la calle. Como naciOn no son mAs que vegetales, malangas y papas. Lo que cuentas me lo corrobora. ?? CuAl es la esperanza ?? (A estas alturas)
    No habrA resurrecciOn de Cuba.
    La Unica naciOn cubana que puede haber en el futuro es
    UNA REENCARNACION

    MasabI de La VIbora en Brooklyn
    Agosto 20th, 2008

  6. UNA REENCARNACION del espIritu de la Cuba histOrica que vive en el recuerdo de algunos, y en el texto de la memoria de Dios, y en los verIdicos textos de historia que pueden ser desenterrados (tanto en sentido real como figurado), y en el corazOn de gente fiel como tU, Eva, aunque naciste despuEs que ya el dEspota estaba en el poder. Esa Cuba reencarnada no tiene que ser una copia exacta de la que aUn estaba viva el treinta y uno de diciembre de 1958, porque el tiempo ha pasado y el mundo y nosotros tenemos mAs experiencia. Esa Cuba que reencarnarA, tendrA incorporada en su conciencia la experiencia del castrismo que narras tan magistralmente.
    SerA algo asI, para nuestra naciOn, como lo que el Renacimiento fue para Europa despuEs de la edad media.

    MasabI de La VIbora en Brooklyn
    Agosto 20th, 2008

  7. Gracias a ti, mujer valiente, que desde tu incilio, no menos, y tal vez incluso más doloroso que el exilio de tantos que acá nos quejamos, expones al mundo las tribulaciones de Cuba. Un abrazo y toda mi admiración y respaldo.

    Yoana
    Agosto 20th, 2008

  8. Eva. Ahora eres Miriam con todas las de la ley y sigo leyéndote. Es bien sintomático lo que sucede en tu blog: apenas, por no decir nunca, aparecen esos “malpagados” y serviles a la Seguridad del Estado cubano, trabajadores sociales, etc, que con el fin de desacreditar y desinformar sabotean cuanto blog y bloggero proviene de dentro de Cuba….Y es que eso da la medida de la capacidad/educación de esos seres que no da para generar “veneno del rojo” en esta “batalla de ideas” que propugnas desde tu Blog… en otras palabras: siento que dices lo mismo que todos los bloggeros, pero de un modo mas profundo, mas reflexivo y una originalidad muy sensible a la que ellos no llegan ni logran interiorizar….Así de difícil se la has puesto con tu modo de decir. Te felicito !!!

    Jorge M Martinez
    Agosto 20th, 2008

  9. Solo recuerda que cuando mas oscura nos parece la noche mas brillante se torna el amanecer. No cejes en tu voluntad de ayudar a construir una Cuba mejor para todos los cubanos. Todos lo estamos esperando y todos los estamos anhelando. Tantos no pueden equivocarse.

    Mis respetos y admiracion.

    Viviana
    Agosto 20th, 2008

  10. Gracias a tí. Por existir, por escribir y por compartirlo con nosotros.

    humberto
    Agosto 21st, 2008

  11. Por el cambio en la isla tu voz y la de otros bloggers son lo más importante, tu valor es inmenso, desde este lado del mundo nuestro apoyo siempre serà presente, gracias de existir … free internet, cuba libre, Rob

    Roberto Ferranti
    Agosto 21st, 2008

  12. Hola Eva:

    Te doy mi más sincera enhorabuena no solo por tu trabajo sino por tu valor de escribir sin ocultarte. Ojalá pudieras deleitarnos con tus escritos con más frecuencia, pero estoy al tanto de lo complicado que puede llegar a ser, pero no te desanimes. Aquí estaré junto a los demás apoyandote desde Canarias.
    Cuídate mucho
    Saludos

    Carmen Rivero
    Agosto 22nd, 2008

  13. Al igual que Humberto le doy las GRACIAS por compartir con todos nosotros sus valerosos análisis sobre la realidad cubana, desde muchos rincones del planeta somos muchísimos quienes nos ilustramos con sus escritos. Y no se desanime pues como dice un escritor de mi patria NUNCA SE PONE MAS OSCURO QUE CUANDO VA AMANECER

    Aymará Valenzuela
    Agosto 23rd, 2008

  14. muy bueno tu blog..alguien lo recomendo desde generacion y …cuentame entre los tuyos…te dare vueltas a menudo

    TATO
    Agosto 23rd, 2008

  15. Te felicito mucho por este trabajo, por esta página sincera y necesaria para Cuba.

    Saludos.

    Jose
    Agosto 25th, 2008

  16. http://forobuscandoloquenosune.net/index.htm
    ven a compartir tu blog.
    cubanos por ahi



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