2005-12-25

La Habana, 23 de Diciembre.- El embargo estadounidense ha sido siempre esgrimido por el gobernante cubano Fidel Castro para justificar ante los habitantes de la isla y la comunidad internacional la crisis económica que sufre la nación cubana. Durante 47 años sucesivas administraciones norteamericanas han mantenido el embargo con el objetivo de presionar a La Habana a que haga cambios políticos.

Aunque el propósito ha sido materializarlo, hay que reconocer que la medida ha causado estragos al sistema político imperante en la isla. El embargo ha tenido sus detractores y defensores dentro y fuera de Cuba, el tema no pasa de moda. No voy a exponer mi punto de vista, sobre si realmente el gobierno de los Estados Unidos debe mantener o levantar el embargo. Simplemente haré reflexiones sobre un tema de vital importancia. El embargo, definido inicialmente como bloqueo por el gobierno cubano y finalmente en estos tiempos como guerra económica, nunca ha constituido un obstáculo fundamental al desarrollo del país. Cuba según cifras oficiales en el año 2003 mantuvo relaciones comerciales con 170 países, periodo que incrementó su intercambio comercial en un 13.2 % respecto al 2002.
Representado el 74 % del intercambio comercial principalmente por los combustibles y lubricantes, con un 24 %, y los alimentos con un 20 %. La Isla importó muchísimo más de los exportó, solo un 26 % del intercambio total. El gobierno no aclara como se ha financiado el déficit en la balanza comercial, un dato importante teniendo en cuenta que no tiene créditos ni aparentemente reservas en dólares. La distribución geográfica del comercio exterior cubano muestra que Europa está a la cabeza, seguida por América Latina, Asia, África y Oceanía. Los Estados Unidos es el séptimo socio comercial de la isla, después de Venezuela, España, China, Canadá, Holanda e Italia.
La empresa cubana importadora Alimport estimó en 470 millones de dólares las compras de alimentos realizado en el año 2004 a Estados Unidos, como parte de una excepción legal al embargo económico. Esas operaciones ubicaron a Cuba como el importador número 22 de productos agrícolas estadounidenses, el 14 por sus compras de trigo, el octavo por las de carnes de ave y tercero por el arroz. En tres años de excepción legal al embargo, la nación cubana contrató mil 48 millones 386 mil 160 dólares con 138 compañías de 35 estados de la Unión.
Pedro Álvarez, presidente de Alimport durante una reunión con decenas de sus clientes norteños celebrada en diciembre del 2004 en la capital cubana les pidió hacer un mayor esfuerzo para preservar el flujo comercial, amenazado por las nuevas restricciones del gobierno del presidente George W. Bush. El pedido del funcionario cubano ha contado con el respaldo de representantes del gigantes alimentarias como Archer Daniels y Louis Dreyfus, del Consejo de Cereales y la Asociación de Productores de Arroz, el senador demócrata por Montana Max Baucus, los secretarios de Agricultura de Iowa, Patty Judge, de Maine, Robert Apear y el de Desarrollo y Comercio de Louisiana, Michael Oliver y el líder de la Cámara de Representantes de Georgia, Ferry Coleman.
La venta de alimentos a Cuba pareció funcionar durante más de dos años dentro del marco de la ley, fuera del conflicto bilateral de cuatro décadas, hasta que en el último trimestre del 2004 los vendedores registraron retrasos en los pagos, que debían recibir de contado, según las regulaciones oficiales de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento de Tesoro, por lo que fue reglamentado el concepto “pago por adelantado”, que legalmente rige las operaciones. El gobierno cubano había comprado 256.9 millones de dólares en productos agropecuarios estadounidenses en el 2003, duplicado la cifra del 2002, según un informe ordinario del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos – Cuba, con sede en Nueva Cork.
Como importador de productos norteamericanos, el gobierno castrista ha superado a otros países que tienen relaciones normales con Washington. Uno de los principales ingresos obtenidos por el gobierno de Castro, ha sido las remesas enviadas por los cubanos-americanos a sus parientes en la isla, que se calculan en $1,100 millones anuales antes de las medidas puestas en vigor por el presidente Bush, como parte de las recomendaciones formuladas por la Comisión Por una Cuba Libre. Las remesas familiares, se convirtieron en la segunda Mayor Fuente de ingreso del gobierno comunista después del turismo, según estimados del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una Institución Financiera regional con sede Washington. Recientemente Cuba firmó acuerdos de importación de alimentos agrícolas con los estados norteamericanos de Maine y Virginia por $50 millones.
Por otra parte el presidente de la empresa Alimpor, Pedro Álvarez, anunció que invitó a los empresarios de Virginia a participar en una muestra de empresas norteamericana que tendrá lugar en el mes de abril del año 2006, actividad que ya se ha realizado en otras ocasiones con la asistencia de entre 300 y 500 empresas de 30 estados norteños. Desde diciembre del 2004 el archipiélago comenzó a importar agro-alimentos desde Estados Unidos. Desde esa fecha han contratado $ 1,800 millones de los cuales $ 1,500 han sido pagados sin demora. Basta decir que el monto de las compras en el 2004 fue de $ 473 millones y al finalizar el presente año deben rondar entre los $500 y los $ 510 millones.
La Habana utiliza el tema del embargo como un problema de primera necesidad, las razones son otras. La Gran Mentira consiste en que lo utilizan para ocultar el desastre en que se encuentra sumida Cuba, y continuar mediante su propaganda política la labor de confundir a la opinión nacional e ¡internacional!
Muchos residentes en Cuba esperan que algún día desaparezca la mentira utilizada durante años.

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Reportó desde La Habana el periodista Carlos Serpa Maceira, de la Agencia Lux Info Press y Director del Buró de Prensa Independiente del Puente Informativo Cuba Miami.

Transcripción a cargo de Misceláneas de Cuba, Revista de Asignaturas Cubanas.

http://www.presslingua.com/web/article.asp?artID=3916