Todos somos hermanos y hermanas. La boca lo dice, la mano lo escribe, pero el corazón no lo cree. ¿Alguien piensa que hoy el hombre es menos racista que hace 50 años?
Pero sí que somos iguales. Suena casi ofensivo. Pero cojan una muchedumbre y déjenla en cueros. O más drástico: desoyen unos cadáveres. Y después señálenme quién era el gay, quien el laico, quién el creyente. Aunque llegue un CSI y diga : aquel era caucásico, la procedencia no cambia el dato, tan sólo la cultura circunstancia recibida del cadáver.
Hablando de cultura, todas han convenido que somos hijos de un mismo Dios, es decir hermanos. Suena hasta ofensivo, pero un palestino y un judío son una misma cosa-y los dos son lo mismo que yo, un creyente cristiano.
Desde el principio de los tiempos la verdad tuvo un enemigo y la guerra un instigador, que llaman adversario, es decir Satanás. Si labor sería la de cambiar la verdad en mentira y viceversa. De manera que en los mismos fundamentos de esa Torá, desde ese Corán, de esa Biblia, subyacieron los gérmenes del odio para desdecir el Principio Primero.
En ningún lugar más que en el mismo seno de la Iglesia de la buena nueva, hablo de la mía por no ofender, se han dado y se dan los mayores pecados.
Y en ningún lugar más que en el Socialismo, se han dado las mayores violaciones de los postulados que predica en la teoría.
Iglesia significa Asamblea, así que los defensores del comunismo que oprime mi patria son otra Iglesia, y peor porque no teme a ningún dios.
Cuando Mahoma predicó un dios único a las tribus desperdigadas árabes, en su cimiento subyació la aniquilación del resto de infieles. Se pasó de la prédica de la buena nueva suya, a la maldición de la persecución de los infieles.
Los hombres no creen lo que dicen que creen, por eso se matan. Lo dicen por constituirse en el poder opresor. Pero el camino del caos y la anarquía tampoco es canino. En cada religión hay semilla buena y mala, gente buena que crece con la mala.
Para los que creen, continúo, aunque después hay más para el resto. Dios se mostró al pueblo de Israel, en su fuerza y poder. Dios se mostró al pueblo cristiano, en el perdón del humano como posición de Dios hacia él, es decir, sentando las bases: según perdone seré perdonado. Dios se mostró al pueblo árabe según el modo en que debemos atenernos a el varias veces al día, todos.
Y aun después de esto, cada religión odia a la otra y la quisiera ver aniquilada, y los socialistas y comunistas, trotskistas y demás rojoistas, a todas, porque en ningún lugar que el seno de los que no temen a Dios prendió la semilla del Adversario.
La profecía está en nuestra religión. Solamente. Y ella dice que cuando las naciones rodeen y quieran aniquilar a Israel, entonces éste conocerá al Crucificado que mandaron a la cruz, a ver si alguien de arriba lo sacaba volando.
Religiosamente, históricamente, geográficamente, Israel tiene derecho a existir, ya que ni el holocausto, realmente lo hubo logró aniquilarlos.
Ser judío es la única forma que tiene el Hombre de ser. Ese hombre-Pueblo que descubre a Dios, recibe normas, las incumple y lo reconoce y se pasa la vida sintiéndose culpable, que es un modo de justificar el seguirlas incumpliendo, y recibe la solución pero no la acepta hasta el Último Minuto, por terco.
Llevo años diciendo que el papa es un cobarde, que tenia que parase bonito y gritar en la misma Plaza de San Pedro que judíos y palestinos son la misma cosa, tal cual, repetirlo 40 veces a riesgo de que lo maten. Porque su labor es anunciar la verdad y trabajar por la Paz.
Siento defraudar a aquellos que esperaban un final de historia con beso y cabalgata hacia el crepúsculo.