El tema que vamos a tocar debiera ser asunto para banqueros o economistas.
Pero entonces no sería surrealista sino sólo aburrido. Y lo digo con la
experiencia de muchos años como banquero internacional que ha visto de todo.
El gobierno de Cuba, precisamente ése que cacarea a toda voz los "logros de
la revolución", debe nada menos que la friolera de 31 billones de dólares.
Sí, dije billones y no millones. Se trata de 31,000 millones de "los verdes",
de los cuales debe 11 mil al mundo occidental y capitalista y 20 mil a la
antigua Unión Soviética.
Esto convierte a Cuba en el país con la mayor deuda per cápita del mundo.
Casi dos veces su producto bruto y aproximadamente 2800 dólares por persona.
Dado que el salario promedio en Cuba es 200 pesos o aproximadamente $10.00
dólares por mes, cada uno de los once millones de cubanos debe 23.33 años de
sueldo ¿Qué les parece? Los "defensores del pueblo" lo cargan con una deuda
monstruosa de pago imposible. Si los cubanos de a pie y no de la clase
gubernamental y privilegiada fueran a pagar sería necesario que aprendiesen a
vivir del aire.
¿Y adónde fue el dinero? Porque infraestructura que resuelva problemas al
pueblo no la hay. Los acueductos en ruinas, las calles llenas de baches (sólo
reparan las que frecuentan los turistas), un transporte público tan infame
que casi es instrumento de tortura, la electricidad racionada, una vivienda
popular digna, inexistente o en ruinas.
¿Bueno, preguntarán algunos pero no es cierto que la educación y la salud
andan muy bien. ? Si usted es extranjero y tiene dólares la salud anda muy
bien. Lo van a atender en hospitales especiales. Pero si es cubano ahí no
puede usted acceder ni aunque tenga un pariente en el extranjero que le mande
con que pagar porque no se pueden ocupar camas que son necesarias para los
clientes fijos. Y la educación por el estilo. Aulas decrépitas y
adoctrinamiento como asignatura esencial y primaria.
La respuesta a la pregunta del uso del dinero es obvia. Se gastó en aventuras
militares y en subsidios a todo bicho viviente que quiere visitar a Cuba.
Porque en eso de organizar conferencias e invitar gente con gastos pagos, en
eso si son campeones los castristas. Todavía recuerdo una comparecencia en
una universidad muy conocida donde me explicaban los estudiantes como fueron
invitados y agasajados en Cuba. Y se trató de sólo un incidente entre miles.
Y ni hablar del turismo barato que promueve el gobierno. Si amigo, ese
viajecito a precios de ganga a un paraíso tropical lo paga el pueblo de Cuba
con sueldos de miseria y más deuda porque el "negocio" después de ser
promovido a precios ridículos no le deja mucho al país. Y como va a dejarle
nada, después de pasar por las uñas de los socios extranjeros tan rapaces
como el gobierno cubano su "socio" en la explotación. Sume usted a esto lo
que se queda fuera por concepto de importaciones de insumos de calidad
internacional que no se consiguen en Cuba, (suministrados claro está por los
"socios" extranjeros) y ya tiene usted la receta para un negocio en que ganan
sólo el gobierno y los explotadores. Y el pueblo cubano mientras tanto sufre,
paga y se endeuda, con el agravante de no poder ni siquiera asomarse a los
hoteles pues existe un apartheid turístico.
Y luego, hay otros usos naturalmente.
Subsidiar al aparato represivo que no produce nada, y premiar a los mandones
del régimen que son otro género de sabandijas que chupan la sangre del pueblo.
Hay que tener cara dura para deber y malgastar esta cantidad de dinero y
hablar de "bloqueo imperialista". Y hay que ser tonto para creérselo, porque
además de lo prestado han malgastado una suma igual o mayor que le han donado
los ingenuos y compañeros de viaje.
Dentro de todo este lienzo surrealista existe una especie de justicia poética
en el caso de Rusia y Cuba. Rusia debe 48 billones de dólares al mundo
occidental y anunció recientemente que no va a hacer frente a algunos
vencimientos, al mismo tiempo que exige una rebaja de su deuda a pesar de su
riqueza petrolífera y pretensiones de gran potencia.
Lo cual no es óbice para que Putin se presente en Cuba y pretenda cobrar.
Aparentemente consciente de que no hay forma de cobrar ofreció un "descuento"
del 70%, a lo cual los castristas respondieron que prefieren les perdonen el
100% por concepto de ¡escuchen esto! indemnización. ¿Y por qué indemnizar?
Hombre (esto es en serio, les dije que era surrealista), pues por haber
liquidado a la Unión Soviética a destiempo y sin avisar. Eso nos ocasionó
trastornos y hay que pagarlo. Imagínense lo que hubiéramos hecho con la
energía si no hubiéramos encontrado a Chávez y su suministro de petróleo a
pagar en 15 años al 2% de interés. Estaríamos de vuelta a las velas. ¿Qué,
acaso se creen que encontrar a un "Paganini" es tan fácil?
En fin todo se arregló en familia. Putin visitó la base de escucha de Lourdes
que le sirve para espiar las comunicaciones en Estados Unidos, (aunque le
cuesta mas de 50 millones al año es buena inversión) y habló de invertir 300
millones en la minas de níquel de cubanas pues necesita mineral para sus
refinerías. Al fin de cuentas, inventarán algo para lucrar a nivel de
"responsables" mientras anuncian una "condonación solidaria" pues así se
llama en lenguaje marxsistoide aquello de "apúntamelo en el hielo" y en Cuba
no hay hielos permanentes.
¿Y qué pasa con el mundo occidental y su deuda? Pues no mucho. Cuba lleva
casi dos décadas hablando con el Club de París (una organización que se ocupa
de los gobiernos que no pagan) y ocasionalmente anuncia acuerdos que luego no
cumple. Recientemente dejó de adherirse a la Convención de Cotonou (que es un
proyecto Europeo para rebajar dos tercios de las deudas de sus ex-colonias)
porque se exigían requisitos que eran "intervencionistas". Claro, se exigía
mejoría en los derechos humanos y la única excusa era desenterrar otro lema
polvoriento y gastado. Para el régimen, proteger a sus cancerberos es más
importante que librar a Cuba de dos tercios de sus deuda.
En resumen la deuda de Cuba es impagable y monstruosa. Ningún gobierno futuro
en Cuba libre va a poner a trabajar a los cubanos para solventar las
estupideces de la Unión Soviética y de los países occidentales. Los
soviéticos ya tuvieron pago en sangre cubana. Mucha se ha derramado en Angola
y en otras aventuras militares. De modo, que olvídense, y no por solidaridad
socialista, ni por condonación, ni ninguna de esas paparruchas. Simplemente
porque la deuda es nula como contraída en fin, por un gobierno que no
representa al pueblo sino sólo a una camarilla sin principios.
En cuanto a los países occidentales y capitalistas, bien de sobra saben que
durante la guerra fría, financiaban a una avanzada enemiga del mundo
occidental y a una dictadura no representativa, con los riesgos obvios que
ello implica. Y saben también que lo hacían por debilidad ante sus izquierdas
que exigían parte del presupuesto de financiación. Y además, por debilidad
ante sus negociantes rapaces que en cínico contubernio con las izquierdas
vendían y cobraban de sus respectivos gobiernos a través de una financiación
pública.
Y esa debilidad no se la van a cobrar al pueblo de Cuba en el futuro aunque
no dudamos que intenten hacerlo. Toda la timidez que desplegaron ante el
marxismo se va a convertir en exigencias y admoniciones de que si Cuba no
arregla se va a perjudicar el comercio y la inversión. Conocemos de sobra la
letanía pero caerá en oídos sordos y conocedores de la realidad. No amigos,
la Cuba futura va a tener que trabajar muy duro para remediar los desastres
de cuarenta años de socialismo, y los cubanos del exilio van a tener que
dedicar sus capitales y esfuerzo a ese empeño y los de Cuba su trabajo, que
debe de ser remunerado justamente.
Sería absurdo rebajarle el sueldo futuro a los cubanos para pagar las deudas
de Castro. Ya han sufrido bastante con el sistema de contratación impuesto
por el gobierno, mediante el cual cobran salarios en dólares a los
empleadores extranjeros, y pagan salarios miserables en pesos a los
trabajadores cubanos que suministran como mano de obra barata. De este abuso
son cómplices los gobiernos acreedores que también saben de sobra que se
violan todas la convenciones internacionales del trabajo con ese inicuo
sistema del cual disfrutan los inversionistas de sus países.
Por ello, pueden estar seguros, señores acreedores, que si Castro encontró a
un Chávez que fungiese de "Paganini" (cubanismo que denota al que paga todas
las cuentas) al exilio cubano no le funciona el oído para esa música y de que
al sufrido y explotado pueblo cubano ni siquiera se le va poder hablar de
"tocar" en esa orquesta.