LOS TRES AMIGOS
Eran tres amigos que compartían todo. Uno de ellos provenía de una familia muy rica y era muy paciente, el otro era de una familia de clase media y era muy inteligente, y el otro pertenecía a una familia muy pobre y era muy ambicioso. Tenían varios pensamientos en común pero muchas vivencias diferentes, todo convertía su amistad en un constante desafío. Debían luchar por vencer sus propias diferencias económicas, de opinión, culturales y por supuesto de personalidad. Pero su fuerte deseo de ser amigos era lo que los mantenía juntos. Sin embargo los tres amigos sabían que un día la prueba que pondría en peligro su afecto llegaría y ninguno de los tres estaba muy seguro que debían hacer para evitar el final de su amistad. Y efectivamente, ese día llegó.
Fue un día como cualquier otro en el que por una acostumbrada acción del que pertenecía a una familia muy pobre y era muy ambicioso, desencadenó una habitual reacción del que provenía de una familia muy rica y era muy paciente, y motivó una esperada intervención del que era de una familia de clase media y que era muy inteligente. Pero ESE DIA el que provenía de una familia rica y era paciente PERDIÓ LA PACIENCIA porque estaba perdiendo riquezas, el que pertenecía a una familia pobre y era muy ambicioso PERDIO LA ESPERANZA porque se cansó de intentar, y el que era de una familia de clase media y que era muy inteligente PERDIÓ LA CORDURA porque desistió de pensar.
ESE DIA los tres amigos eran tres personas diferentes como habían sido siempre pero su amistad enfrentaba el desafío de las diferencias: cada uno de ellos exigió del otro algo que nunca antes pidió, el paciente reclamó paciencia, el ambicioso reclamó esperanza, y el más inteligente reclamó cordura. Los tres respondieron a los reclamos y descubrieron que habían aprendido mucho uno del otro, pero también apreciaron la grandeza del perdón y supieron que querían seguir siendo amigos.
La amistad esta hecha de las virtudes, de los buenos sentimientos y las mejores intenciones de los amigos. La amistad se pone a prueba con los defectos, los resentimientos y los errores de los amigos. Y algunas veces la amistad exige de cada uno algo que no tenemos pero que aprendimos de nuestros amigos.
He aprendido que la amistad se alimenta de la paciencia cuando hay angustia, Se sustenta de la esperanza cuando hay desesperación. Se nutre de la cordura cuando hay locura, Se sostiene del perdón cuando hay error, Y existe cuando hay todo lo anterior.
Susana Kearney Copyright 2005.
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