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General: CUBA ES líder en indicadores sociales en America Latina
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De: Quico º (Mensaje original) |
Enviado: 08/09/2009 20:03 |
WASHINGTON (Reuters) - El Banco Mundial reconoció el lunes que Cuba, que está excluida de los préstamos a los que acceden otros países en desarrollo, tiene mejores indicadores sociales que muchos de ellos.
Las estadísticas del informe Indicadores del Banco Mundial, difundido durante las reuniones de primavera del organismo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), muestran que los cubanos viven más tiempo que otros latinoamericanos, incluyendo a los puertorriqueños, cuyo país es un Estado libre asociado de Estados Unidos.
Los niveles de alfabetismo de la isla gobernada por el comunismo sólo son igualados por los de Argentina y Uruguay, países de ingresos medios.
"Cuba ha hecho un gran trabajo en educación y salud, y si uno juzga al país por la educación y la salud, han hecho un trabajo excelente", dijo el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn.
"Por lo tanto, no tengo dudas en reconocer que ellos han hecho un buen trabajo, y no me molesta hacerlo", dijo en una conferencia de prensa.
"No fue con nuestro consejo. No tenemos nada que ver con ellos. Deberían ser felicitados por lo que hicieron", dijo.
Los datos del Banco muestran que la expectativa de vida en Cuba es de 76 años, la segunda más alta después de Costa Rica (77 años), en el mismo nivel que Chile, considerado un ejemplo de economía de mercado, y superior a la de Argentina, Uruguay y México (72 años en los tres casos), mientras que en Brasil es de 67 años.
La mortalidad infantil en Cuba es siete muertes por cada mil nacimientos con vida, mucho menor que en el resto de América Latina, incluyendo a Puerto Rico (10 por mil).
Sólo tres por ciento de los hombres cubanos por encima de los 15 años no saben leer, una tasa de alfabetismo que es cinco veces mayor que la de Brasil, y 16 veces mayor que la de Haití.
Cuba se retiró del Banco Mundial y el FMI el 14 de noviembre de 1959, a menos de un año de la revolución liderada por Fidel Castro.
El país permanece fuera de las instituciones originadas en Bretton Woods, junto con Corea del Norte, Libia y Myanmar. (---)
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LABORALES Los nuevos esclavos cubanos
Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba - Octubre (www.cubanet.org) - Este año se cumple el 120 aniversario de la abolición de la esclavitud negra en Cuba. Celebrar esta fecha sería una equivocación. Hoy los cubanos de a pie, sobre todo los más inconformes, escriben páginas dolorosas para la Historia, a pesar del discurso oficial.
Estamos pues ante los nuevos esclavos de una Cuba con más de un siglo de atraso tecnológico, un exilio de más de dos millones de habitantes en sólo 47 años, y miles de fusilados y muertos en el Estrecho de la Florida.
Sin embargo, culminó otro congreso de los trabajadores cubanos y los médicos, también esclavos del régimen, continúan haciendo las labores de siete, porque seis cumplen misiones en el extranjero, enviados a través de convenios entre los respectivos gobiernos. Un gran número de maestros renuncian para dedicarse a labores particulares, a pesar de carecer de licencia estatal y la totalidad de la clase trabajadora no recibe ni siquiera un dólar diario para adquirir bienes de consumo en las únicas tiendas del país donde se venden productos de primera necesidad, pero no en la moneda que los asalariados reciben.
Comparar por ejemplo la dieta alimenticia de los esclavos de la colonia, con la de los esclavos de hoy, es asombroso. Mientras que aquellos, según el sabio Fernando Ortiz, recibían cada uno una libra de carne de caballo diaria, una libra de harina de maíz, boniato; todo cocinado con manteca de cerdo, y bacalao de cena, los esclavos de hoy sólo pueden comprar por mes una libra de pollo por persona a través de la libreta de racionamiento.
La prensa oficialista nada comenta sobre el particular. Mucho menos hace referencia a esa resistencia de los trabajadores activa-pasiva, única vía para enfrentarse a los mecanismos de represión y control a que están todos sometidos contra su voluntad, a un salario miserable y un bochornoso apartheid, una forma de oposición velada a lo establecido por el gobierno.
En ocasiones, algo se trasluce en la prensa que controla el régimen socialista. Por ejemplo, cuando el periódico Juventud Rebelde hace saber que la sección fija Acuse de recibo, a cargo del colega José Alejandro Rodríguez, "está a punto de reventar de tanta correspondencia", la que refleja las quejas y los disgustos de la población sobre problemas que ocasiona el inoperante modelo económico del país.
Se trata, sin duda, de formas de resistencia generadas gracias a esa pequeñita ventana de la prensa oficialista por donde se puede protestar y exigir, pero que en realidad nada resuelve. Siguen lloviendo las cartas de protesta en el buró del colega, mientras las dificultades van en aumento.
La capacidad de resistencia del cubano trabajador, puede sorprender a cualquiera. Sin embargo, no es tan pasiva desde el momento que simula obediencia, mientras hace el mínimo de lo requerido. Como el esclavo de la colonia, los siervos rebeldes de hoy, sobre todo esos que llevan en el alma un cimarrón, en ocasiones dormido, en otras despierto, trabajan mal y con desgano y si ejercen la violencia, lo hacen contra su tiempo de labor y a través de duras expresiones contra el sistema que los mantiene sin prosperidad alguna. Lamentablemente también a través del robo al Estado, otra manera de resistencia física enmascarada.
Una muestra de resistencia popular es el número de cubanos que producen bienes materiales y los venden por cuenta propia y a escondidas en todo el país, sin miedo a los decomisos, multas y en ocasiones, cárcel. De esta forma la población cubana está reclamando una economía libre donde todos puedan participar como un derecho natural de la existencia humana. Se trata de una reacción contra el marco legal, algo digno de tener en cuenta para comprender el espíritu insumiso de estos esclavos cubanos de hoy.
Seguramente inspirados en el movimiento de derechos humanos que existe en Cuba desde finales de 1987, y cuyo guía principal es el líder indio Mahatma Gandhi, en la calle se habla de derechos como nunca antes. Gracias a los miles de miembros de este movimiento, muchos de ellos en el destierro, otros en prisión, se ha podido ganar espacios poco a poco a lo largo de 19 años de lucha por una sociedad libre y democrática.
Estoy de acuerdo con quienes afirman que la idea del cimarronaje nunca ha dejado de ser expresión esencial de nuestra identidad. Prueba de ello son los cien mil cubanos que, en vez de recibir azotes, grillos y cepo, han sido castigados por el amo a excesivas condenas a prisión, una gran mayoría por querer vivir al margen del patrón Estado y más de 25 mil agrupados en organizaciones de derechos humanos y partidos políticos que el régimen se niega a legalizar por temor a perder su poder absoluto.
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http://www.cubanet.org/CNews/y06/oct06/23a6.htm
http://cuba.blogspot.com/2006/10/los-nuevos-esclavos-cubanos.html |
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De: Matilda |
Enviado: 09/09/2009 03:19 |
(www.cubanet.org) Panfleterismo.
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De: Matilda |
Enviado: 09/09/2009 03:22 |
El
Banco Mundial reconoció el lunes que Cuba, que está excluida de los
préstamos a los que acceden otros países en desarrollo, tiene mejores
indicadores sociales que muchos de ellos.
Imaginarse que para el Banco Mundial tener que reconocerlo ha sido un grano en el trasero, es que es tan pero tan evidente....que no les queda más remedio que ponerse a llorar.
mati
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LABORALES Los nuevos esclavos cubanos
Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba - Octubre (www.cubanet.org) - Este año se cumple el 120 aniversario de la abolición de la esclavitud negra en Cuba. Celebrar esta fecha sería una equivocación. Hoy los cubanos de a pie, sobre todo los más inconformes, escriben páginas dolorosas para la Historia, a pesar del discurso oficial.
Estamos pues ante los nuevos esclavos de una Cuba con más de un siglo de atraso tecnológico, un exilio de más de dos millones de habitantes en sólo 47 años, y miles de fusilados y muertos en el Estrecho de la Florida.
Sin embargo, culminó otro congreso de los trabajadores cubanos y los médicos, también esclavos del régimen, continúan haciendo las labores de siete, porque seis cumplen misiones en el extranjero, enviados a través de convenios entre los respectivos gobiernos. Un gran número de maestros renuncian para dedicarse a labores particulares, a pesar de carecer de licencia estatal y la totalidad de la clase trabajadora no recibe ni siquiera un dólar diario para adquirir bienes de consumo en las únicas tiendas del país donde se venden productos de primera necesidad, pero no en la moneda que los asalariados reciben.
Comparar por ejemplo la dieta alimenticia de los esclavos de la colonia, con la de los esclavos de hoy, es asombroso. Mientras que aquellos, según el sabio Fernando Ortiz, recibían cada uno una libra de carne de caballo diaria, una libra de harina de maíz, boniato; todo cocinado con manteca de cerdo, y bacalao de cena, los esclavos de hoy sólo pueden comprar por mes una libra de pollo por persona a través de la libreta de racionamiento.
La prensa oficialista nada comenta sobre el particular. Mucho menos hace referencia a esa resistencia de los trabajadores activa-pasiva, única vía para enfrentarse a los mecanismos de represión y control a que están todos sometidos contra su voluntad, a un salario miserable y un bochornoso apartheid, una forma de oposición velada a lo establecido por el gobierno.
En ocasiones, algo se trasluce en la prensa que controla el régimen socialista. Por ejemplo, cuando el periódico Juventud Rebelde hace saber que la sección fija Acuse de recibo, a cargo del colega José Alejandro Rodríguez, "está a punto de reventar de tanta correspondencia", la que refleja las quejas y los disgustos de la población sobre problemas que ocasiona el inoperante modelo económico del país.
Se trata, sin duda, de formas de resistencia generadas gracias a esa pequeñita ventana de la prensa oficialista por donde se puede protestar y exigir, pero que en realidad nada resuelve. Siguen lloviendo las cartas de protesta en el buró del colega, mientras las dificultades van en aumento.
La capacidad de resistencia del cubano trabajador, puede sorprender a cualquiera. Sin embargo, no es tan pasiva desde el momento que simula obediencia, mientras hace el mínimo de lo requerido. Como el esclavo de la colonia, los siervos rebeldes de hoy, sobre todo esos que llevan en el alma un cimarrón, en ocasiones dormido, en otras despierto, trabajan mal y con desgano y si ejercen la violencia, lo hacen contra su tiempo de labor y a través de duras expresiones contra el sistema que los mantiene sin prosperidad alguna. Lamentablemente también a través del robo al Estado, otra manera de resistencia física enmascarada.
Una muestra de resistencia popular es el número de cubanos que producen bienes materiales y los venden por cuenta propia y a escondidas en todo el país, sin miedo a los decomisos, multas y en ocasiones, cárcel. De esta forma la población cubana está reclamando una economía libre donde todos puedan participar como un derecho natural de la existencia humana. Se trata de una reacción contra el marco legal, algo digno de tener en cuenta para comprender el espíritu insumiso de estos esclavos cubanos de hoy.
Seguramente inspirados en el movimiento de derechos humanos que existe en Cuba desde finales de 1987, y cuyo guía principal es el líder indio Mahatma Gandhi, en la calle se habla de derechos como nunca antes. Gracias a los miles de miembros de este movimiento, muchos de ellos en el destierro, otros en prisión, se ha podido ganar espacios poco a poco a lo largo de 19 años de lucha por una sociedad libre y democrática.
Estoy de acuerdo con quienes afirman que la idea del cimarronaje nunca ha dejado de ser expresión esencial de nuestra identidad. Prueba de ello son los cien mil cubanos que, en vez de recibir azotes, grillos y cepo, han sido castigados por el amo a excesivas condenas a prisión, una gran mayoría por querer vivir al margen del patrón Estado y más de 25 mil agrupados en organizaciones de derechos humanos y partidos políticos que el régimen se niega a legalizar por temor a perder su poder absoluto.
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http://www.cubanet.org/CNews/y06/oct06/23a6.htm
http://cuba.blogspot.com/2006/10/los-nuevos-esclavos-cubanos.html
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El
Banco Mundial reconoció el lunes que Cuba, que está excluida de los
préstamos a los que acceden otros países en desarrollo, tiene mejores
indicadores sociales que muchos de ellos.
Y todo esto forma
parte del Bloqueo sobre CUBA. Y Cabe aún aclarar, que CUBA a pesar de todo tiene
mejores indicadores sociales. ¡Que milagro, no! O mejor dicho la Revolución
socialista funciona.
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De: hr-mk |
Enviado: 09/09/2009 11:15 |
Como le duele a los peones mercenarios,los logros de Cuba.Su amo que gobierna la primera potencia mundial,no tiene ni una aspirina para darle al pueblo,pues Bush y los mafiosos de la Banca,se robaron los 700 millones del presupuesto nacional,y para colmo,aparte de la vacuna del cancer que se utiliza en EEUU,en este momento estan haciendo la prueba del segundo medicamento,para salvar vidas en ninos con cancer cerebrales...MUY importante,los dos medicamentos son de Cuba,pais del tercer mundo,que lucha por un mejor mundo y una poblacion sana...que no piensa cuanto le pueda aportar un ciudadado,en su vida laborar,entre impuestos y tax,para los de arriba vivir la dulce vida....!Cuba que grande eres!. |
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Cuba comunista para siempre
Carlos Alberto Montaner
El comandante lanzó la consigna y durante tres días los cubanos desfilaron gritando frenéticamente a favor del comunismo. El comandante dio la orden y nueve millones de personas firmaron un documento pidiendo que jamás se cambiara ese maravilloso sistema político y económico que tanta felicidad les ha traído a los habitantes de la isla. Finalmente, con un chasquido de los dedos, el comandante logró que el parlamento cubano, por unanimidad, convirtiera en norma constitucional el sagrado deseo del pueblo de seguir siendo esclavo. Cuba será comunista hasta el fin de los tiempos.
¿Por qué esta extraña ceremonia de adhesión incondicional al sistema? Porque Fidel Castro ve síntomas muy claros de desmoralización dentro de la cúpula dirigente. Los administradores del manicomio --Carlos Lage, José Luis Rodríguez, Ricardo Cabrisas, Marcos Portal-- saben que la situación económica no tiene salida. No hay créditos ni reservas. No hay forma de pagar las cuantiosas deudas. El país produce menos de la mitad de lo que necesita para sobrevivir y no hay recursos para importar el petróleo, los alimentos y las medicinas requeridas. Es la bancarrota total.
Entonces la pregunta resulta inevitable: ¿por qué se empeña Castro en que Cuba sea el último país comunista del mundo, aunque los pobres cubanos se mueran de hambre en la realización de esa estúpida 'hazaña'? La respuesta tiene que ver con las necesidades sicológicas y emocionales del comandante. Estamos en presencia de un narcisista sicópata, inflexiblememente acartonado, que en su juventud adoptó una cierta visión moral del mundo y no está dispuesto a que la realidad se la eche a perder. A mediados del siglo XX, en medio de la guerra fría, hace cincuenta años, Castro, siempre superficial, se apoderó de una lectura 'revolucionaria' de los problemas de la sociedad ('el capitalismo y el imperialismo son los causantes de nuestros males'), y se percibió y designó a sí mismo como el gran héroe reformador destinado a cambiar el curso de la historia planetaria. Era el ``complejo de San Jorge'. Su misión en la vida era matar al dragón. Y si alguien le decía que los dragones no existían, no había dudas de que se trataba de un agente de la bestia botafuegos.
Esa es la gran paradoja de lo que acaba de suceder en Cuba. La ratificación eterna del comunismo no es una maniobra contra los demócratas, sino una manera de cerrarles el paso a los reformistas del aparato que esperan, silenciosos e impacientes, la muerte del comandante para comenzar a desmontar ese monstruoso disparate de miseria, calabozos y arbitrariedades. Lo que intenta Castro es secuestrar el futuro, congelarlo, y garantizarse con ello que su memoria histórica sea la de un héroe triunfador y no la de un mesías revoltoso y fracasado. Castro está luchando por su gloria. No quiere que le suceda lo que a Lenin y a Stalin; a Tito o a Ceauscescu. Para Castro su vida sólo tiene sentido si se le percibe como el gran héroe que tuvo razón. Rectificar el rumbo de la revolución sería una forma de descalificarlo a él. No importa que 'la revolución' haya sido, en verdad, una experiencia brutal y emprobrecedora, porque esa realidad siempre se puede maquillar con mil sofismas. Lo que importa es sostenerla, porque enmendarla es una forma de destruir sicológicamente a San Jorge. No es cierto que lo trae sin cuidado el juicio de la historia. Nada le preocupa más que su momia, que su estatua a caballo, que lo que de él digan los libros. La muerte se acerca y le horroriza que los cubanos (y el mundo) saquen su busto del panteón y lo coloquen en el basurero.
Desgraciadamente, la 'eternización' del comunismo en Cuba tiene otros componentes además de la reforma a la constitución. Como parte de su esfuerzo por aislar a Cuba de las 'malas influencias', Castro prefiere pelear a su gobierno con todo el planeta. Esa será parte de su herencia. Ello explica sus insultos a México, a Argentina, a Uruguay, a Rusia, a la Unión Europea, a Estados Unidos. Teme los contactos con otros pueblos y prefiere cercenar los vínculos antes de que esos lazos alienten alguna clase de transformación en el país.
¿Conseguirá Castro detener los cambios más allá de su muerte, con este tipo de 'ley candado' encaminada a paralizar a la nación? No lo creo. La actitud de los millones de cubanos que salieron a pedir 'comunismo para siempre', y la de los 600 y tantos diputados que servilmente convirtieron esa petición en ley, es un juego ritual de obediencia, una multitudinaria ceremonia de vasallaje efectuada para complacer a un caudillo asustado porque teme ver devaluada su posición en la historia. El propio Pérez Roque, ministro de Relaciones Exteriores, en un desliz freudiano dejó en claro lo poco que valen estos gestos totalitarios cuando recordó que, poco antes de la desaparición de la URSS, el 70% de los soviéticos había votado por su mantenimiento. Da igual cuánto haga Castro por tratar de impedir la evolución de Cuba hacia la libertad política y económica. Eso llegará inevitablemente.
http://www.carlosalbertomontaner.com/199.htm
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