Todos tenemos por causas naturales un margen de equivocaciones más o menos aceptables durante nuestro paso por la vida. Lo que si no es comprensible es que siempre estemos del lado de los equivocados. Tiene mucho que ver la manera cómo se maneja la información la que influye de muchas maneras como la gente proyecta sus ideas.
No por gusto en Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador etc. enfatizan tanto en el control absoluto de todos los medios de comunicación de masas. Se dice con mucha razón que aquellos que son buenos comunicadores y cuentan con los medios para hacerlo son los que controlan las masas.
En los días de nuestra vida ofrece algunas páginas blancas de nuestra existencia pero también otras tal vez matizadas de alguna que otra equivocación que pertenecen al pasado y no podemos borrar. Es falso afirmar que nunca nos hemos equivocado.
De los errores del pasado podemos encaminar el presente por mejores senderos. Si pudiéramos saber cuál sería el último día de nuestra vida, ¿cómo lo viviríamos?. Sería curioso saber la opinión de todos. Más como esto no es posible, basta decir que lo más aceptable y provechoso sería hacer algo grande que quede como un legado de amor para la humanidad. Es por ello que muchos se esfuerzan en preservar los valores morales y cívicos que adornan las aspiraciones más cimeras del género humano.
Sin apartar los ojos de los equivocados de siempre preocupa la escalada militarista de Venezuela en América Latina con la anuencia de Cuba y la comparsa de otros países satélites. Es un crimen contra la humanidad meter a nuestra América de Habla Hispana en la comparsa de una guerra sin sentido, todo por la locura del Hitler venezolano.
Por otra parte, ¿qué busca China comunista en Cuba? Dándole empréstitos gigantescos que nunca pagará. Por cuanto es un país en total bancarrota, allí no produce azúcar, ni café, ni granos, tampoco petróleo. Lo único que produce son camiones de soldados, espías, y por la proximidad con los EEUU. Cuba si tiene suficientes puestos de escucha tecnológica para penetrar la inteligencia de los EEUU y venderle esta información a Rusia, China, Irán y toda suerte de delincuentes internacionales que consagran esfuerzos para acabar con los últimos rasgos de la democracia en los EEUU y Latino América.
Wang Youming, analista de Estudios Interamericanos de China, afirma que Cuba y China son viejos amigos, pero los chinos no son tan buenos como para
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