Magnífica primera ley
Editorial de El País, de Tarija
Debemos
confesar que no era la ley favorita. Inclusive habíamos pensado que más
que un proyecto era una carnada electoral y por eso estuvimos
pendientes de cuál sería la primera ley que promulgaría la Asamblea
Legislativa Plurinacional, en este nuevo modelo de Estado que se
institucionalizó ayer.
¿Ampliación del área para cultivo legal de coca?
¿Nueva Ley de Hidrocarburos?
¿Reforma al sistema educativo?
Todos
esos proyectos de leyes tienen padrinos. Padrinos fuertes y hábiles.
Personas, empresas y grupos que tienen intereses específicos, intereses
económicos concretos, cuantificables, intereses “cash”, por los cuales
lucharán en la mayoría de los casos sin escrúpulos.
Por eso fue
una sorpresa y debemos admitir que una sorpresa muy grata, que el
presidente Evo Morales, al tiempo de posesionarse, le hubiese pedido a
la Asamblea Pluri que la primera que promulguen sea la Ley Marcelo
Quiroga Santa Cruz.
De manera que la que comenzó hace dos
décadas como Ley de Investigación de Fortunas presentada por el
congresista Andrés Soliz Rada, a la cual le sacaron el cuerpo sucesivas
tandas de legisladores, peor que a una papa caliente, peor que a un
cartucho de dinamita con la mecha encendida (para hacer un símil
minero), esa ley, decimos, finalmente será discutida, promulgada y
aplicada, que es lo principal.
Tuvo que pasar casi una
generación de latrocinio, despojo y corrupción para que la ley de
investigación de fortunas tenga orden presidencial de tratamiento
urgente. Ahora además está honrada con el nombre de uno de los grandes
defensores de esta nación boliviana: Marcelo Quiroga Santa Cruz.
No
hay donde perderse. Ese pedido de Evo Morales a los legisladores merece
destacarse porque, para nosotros, si eso se cumple realmente habrá
cambio.
¿Por qué si se cumple?
Porque con toda seguridad
que una vez más tratarán de bloquear la promulgación de la ley.
Engavetándola, sometiéndola a discusiones bizantinas. Extraviándola, si
es el caso. Ya nos imaginamos a muchos haciendo de todo para el pedido
presidencial quede en nada.
El pedido presidencial, sin embargo,
fue público y en un momento de gran solemnidad. Nosotros (que somos
muchos) estaremos pendientes de recordarlo cada vez que haga falta.
Mejor
dicho: sabemos que habrá que enfrentar a lo peor de la corrupción
política que es una realidad mundial; su nivel de tolerancia o de
combate evidencia la madurez política de cada país. La corrupción,
contrariamente a lo que algunos podrían pensar, no es sólo
responsabilidad del sector oficial, del Estado o del Gobierno de turno,
sino que incluye muy especialmente al sector privado. Ese sector tiene
una gran influencia estatal y la corrupción tiene mucho que ver con la
manera en la que se comporta el sector privado en conjunto con los
sistemas políticos.
Será difícil, muy difícil, pero así como la
corrupción tiene muchos protagonistas poderosos, la sociedad que la
sufre y que ya no la tolera, tiene cada vez más conciencia de la
importancia de participar para transparentar la función pública.
Hay
muchos casos de presunta corrupción que apuntaron también al entorno de
Evo, incluyendo a Morales Olivera, Alvarado y otros tantos, a los que
Evo defendió, indicando que la oposición no los enjuició pese a las
acusaciones de corrupción que pesaron sobre ellos.
Valdría la
pena que la ley se concrete y que Evo la estrene en su propia casa y
pruebe su consistencia. Que experimente con los suyos, porque leyes
buenas puede haber muchas, pero su aplicación no debe ser selectiva.
Deseamos
sinceramente que el pedido presidencial sea bien atendido, con
celeridad y con eficiencia, para que la Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz
sea pronto una realidad y un instrumento aplicable.
Y anticipamos que habrá luego mucho crujir de dientes.