Es vergonzoso que otro preso político haya muerto en una cárcel cubana sin que los supuestos amantes de la libertad (hablo por ejemplo de Juanes y Bosé) se atrevan a alzar la voz para gritar basta. Estos dos pájaros organizaron una fanfarria propagandística del castrismo más obsceno (disfrazada de concierto por la paz) y ahora carecen de la decencia necesaria para denunciar públicamente las obscenidades de una de las dictaduras más longevas del planeta.

Lo realmente triste es que ésta no es una costumbre de unos pocos y alocados intelectuales de medio pelo. No. En España existen dos varas de medir. Se califica como execrables las dictaduras fascistas mientras se tolera con patética benevolencia las comunistas. A eso nos tiene acostumbrados buena parte del mundo del cine, de la música y de la literatura.

Cualquier dictadura es igual de despreciable. No importa si su líder ideológico se llamaba Josef Stalin, Adolf Hitler, Benito Mussolini, Francisco Franco, Pol Pot, Fidel Castro, Augusto Pinochet o Raúl Castro. Cualquier régimen político que niegue a sus ciudadanos el derecho a elegir libremente a sus gobernantes debe ser borrado de la faz de la tierra. Hacer una doble lectura y criticar a unos mientras se guarda un despreciable silencio sobre los otros sólo deja en evidencia la bajeza moral de quien así actúa.

Yo visité Cuba hace muchos años y no vi ninguna de esas supuestas maravillas que tanto pregonan los pseudo-progres que jamás han salido de su pueblo. Su sanidad es una mierda. Su administración da risa. La corrupción campa a sus anchas, y nadie pone freno a la sangría de sus crímenes políticos.

Estos días, como colmo a la indecencia humana, he escuchado decir a algún descerebrado que la culpa de la muerte de Zapata la tiene el embargo de los Estados Unidos. ¡Mal rayo le parta! El diabólico engranaje de una dictadura sangrienta ha acabado con la vida de un pobre ciudadano del mundo por el simple hecho de no pensar como sus corruptos gobernantes… ¿y la culpa es de los dirigentes de un país vecino? ¡Tócame Roque!

Espero, y desespero, mientras aguardo a que políticos como José Luis Rodríguez Zapatero, los ministros de su gabinete, Jorge Alarte y sus acólitos, el ex militante comunista Francesc Colomer, el poeta extremeño y sempiterno candidato a la alcaldía castellonense Juan María Calles, la joven e inexperta Marina Albiol, el grafitero majadero Carmelo Gómez, y otros tantos y tantos supuestos progresistas, condenen esta muerte. Lo espero y lo deseo con todo mi corazón. Tal vez, cuando salga publicado este artículo, alguno de los citados se haya pronunciado públicamente a este respecto. A esa persona, si es que existe, le agradezco el gesto y afirmo públicamente que es un político como toca. Un ser humano valiente. A los que aún no hayan condenado la muerte de Zapata… que un mal rayo les parta.

http://www.cope.es/04-03-10--viva-zapata-20820-opinion