En respuesta a esta condena, la Asamblea Nacional de Cuba acusó hoy al Parlamento Europeo de manipular, mentir y tergiversar.
La Eurocámara aprobó con una amplísima mayoría -509 votos a favor, 30 en contra y 14 abstenciones- una resolución pactada entre seis de los siete grupos políticos del hemiciclo, todos a excepción de la Izquierda Unitaria Europea.
Conservadores, socialistas, liberales, verdes y euroescépticos se unieron para condenar "con firmeza la evitable y cruel muerte" de Zapata tras su huelga de hambre y para exigir a La Habana la "liberación inmediata e incondicional de todos los prisioneros políticos y de conciencia".
Además, los eurodiputados expresaron su preocupación por la situación de los presos y disidentes que se declararon en huelga de hambre tras el fallecimiento de Zapata y llamaron la atención sobre "el alarmante estado en que se encuentra el periodista y psicólogo Guillermo Fariñas".
La resolución "deplora la ausencia de todo gesto significativo de las autoridades cubanas en respuesta a los llamamientos de la UE y del resto de la comunidad internacional en favor de la liberación de todos los presos políticos y del pleno respeto de las libertades y derechos fundamentales, en particular de la libertad de expresión y asociación política".
"Hemos enviado un mensaje alto y claro de la UE al Gobierno de La Habana para que respete los derechos humanos y permita la actividad política pacífica de sus ciudadanos", subrayó el eurodiputado socialista español Luis Yáñez tras la votación de la resolución.
Mientras, el portavoz de Exteriores del conservador Partido Popular Europeo (PPE), José Ignacio Salafranca, resaltó que con su texto el PE "en representación de los 500 millones de ciudadanos de los 27 Estados miembros de la Unión, quiere sumarse a aquellas voces que desde Cuba nos hacen llegar un grito de libertad y a aquellos que viven, luchan y mueren por defender su dignidad".
Las dos principales fuerzas de la Eurocámara destacaron por encima de todo el amplio consenso obtenido en el hemiciclo para denunciar la situación de los derechos humanos en Cuba.
Para lograr ese acuerdo, los dos grupos acordaron no referirse directamente en el documento a la Posición Común que rige las relaciones de la UE con Cuba y que les mantiene divididos.
Ese marco de relaciones, aprobado en 1996 a iniciativa del Ejecutivo conservador español de José María Aznar, condiciona el diálogo con La Habana a avances en materia de derechos humanos y cuenta con el respaldo total del PPE.
Mientras, los socialdemócratas y otros grupos de la izquierda abogan junto al Gobierno socialista español -que este semestre preside la UE- por establecer un acuerdo bilateral con la isla para facilitar al diálogo, al considerar que la actual política no ha dado frutos.
Aunque no entra en profundidad en ese debate, la resolución aprobada insta a las instituciones europeas a que den "apoyo incondicional y alienten sin reservas el inicio de un proceso pacífico de transición política hacia una democracia pluripartidista en Cuba".
En este sentido, pide a la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, y a la Comisión Europea entablar "de inmediato un diálogo estructurado con la sociedad civil cubana y con aquellos sectores que apoyen una transición pacífica en la isla".
Al margen del consenso se mantuvo únicamente el grupo de la Izquierda Unitaria, que defendió un texto alternativo centrado en la necesidad de normalizar las relaciones UE-Cuba.
En nombre de esta formación, el español Willy Meyer denunció el "ejercicio de manipulación política" que supone a su juicio la resolución aprobada por el resto de la cámara.
"Los diputados de la derecha, apoyados por liberales y gran parte de la socialdemocracia han instrumentalizado los derechos humanos y, en concreto, la muerte de Orlando Zapata con el objetivo de condenar al gobierno de Cuba", aseguró. EFE
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