entre las promesas que el candidato Barack Obama hizo al electorado figura la de reducir la dependencia energética de Estados Unidos, que actualmente compra petróleo y gas a otros países, México entre ellos, para satisfacer su mercado. ¿Es que no tiene recursos propios? Sí, pero ha estado vigente por muchos años la prohibición de perforar frente a sus costas. Una fotografía que recorrió el mundo mostró los efectos de la contaminación: centenares de gaviotas yacían sin vida en las cercanías de una plataforma en Santa Bárbara, California. Los ecologistas armaron un escándalo fenomenal. Bush dejó las cosas tal cual, ni siquiera hizo nada cuando el precio de la gasolina se disparó arriba de cuatro dólares el galón. Tampoco se atrevió a disponer de la reserva energética, un depósito gigantesco, secreto, debajo de la superficie de la tierra. El presidente Obama acaba de anunciar que, para cumplir lo prometido, termina la prohibición.
Efecto colateral
Presentó un plan que tiene el propósito, al menos en el papel, de balancear la necesidad de producir más energía doméstica y proteger la ecología. El gobierno federal venderá licencias a compañías privadas para que realicen perforaciones en la costa del Atlántico, en la región este del Golfo de México y en la costa norte de Alaska. De inmediato se topó con la reacción de los ambientalistas. “Perforar en nuestras costas no surtirá el efecto de disminuir los precios de la gasolina y el gas; tampoco creará independencia energética”
, dijo Michael Brune, director de Sierra Club. “Sólo perjudicará las playas, la vida marina y la actividad turística; todo para que la industria petrolera consiga una ganancia”
, añadió. Por otro lado, la nueva política del gobierno de Estados Unidos tendrá efectos en México. Y muy diversos. Si baja su consumo, caerá el precio del crudo y eso motivará que disminuyan los ingresos de Hacienda, lo cual, a su vez, les moverá el coco a los economistas oficiales en dirección de ooootra reforma fiscal, para crear impuestos nuevos o aumentar los que existen. No han dejado de acariciar la idea del IVA en medicinas y alimentos.
@Vox Populi