Por fin comenzamos a ver la punta del iceberg. Parece que el sistema imperial capitalista ahora va en serio contra Hugo Chávez y su gobierno. Sucede que Venezuela comienza a no ser "rentable" para las corporaciones, cuya única patria es la ganancia concentradora sin fines sociales. Consecuencia: El Imperio quiere sacárselo de encima a Chávez. Como sea. Por desestabilización, golpe o asesinato. La razones: Las explica, con lógica descarnada, The Wall Street Journal, el principal vocero del imperialismo financiero con asiento en Wall Street.
Informe
IAR Noticias/
Según publica este lunes The Wall Street Journal, el gobierno de Hugo Chávez, al devaluar el bolívar, redujo el margen de ganancias de las empresas multinacionales que operan y hacen negocios en el país.
"El huracán Hugo arrasó con las ganancias de las multinacionales, una de las tendencias más inusuales, pero extensas, que han emergido en este período", señala el diario.
Según el Journal, en un esfuerzo por frenar la inflación y apuntalar las finanzas del país, el gobierno venezolano devaluó el bolívar en enero, instalando una estructura de dos indicadores para la moneda, una tasa oficial y otra paralela para competir con los precios del mercado negro.
Posteriormente, agrega, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) declaró a Venezuela una economía hiperinflacionaria, lo que significa que las compañías que realizan negocios allí deben contabilizar el cambio como un cargo contra sus ganancias.
El cambio -según el diario financiero USA- está golpeando a las empresas grandes y pequeñas. Unisys Corp. asumió un cargo de US$20 millones. Revlon Inc. registró una pérdida de US$2,8 millones en moneda extranjera y Halliburton asumió un cargo de US$31 millones.
Empresas como Goodyear Tire & Rubber Co., Colgate-Palmolive Co. y Halliburton Co. han sentido el impacto y muchos lo atribuyen alcosto de hacer negocios en esa parte del mundo, prosigue elJournal.
Colgate está modificando sus precios en Venezuela para ajustarlos al nuevo sistema cambiario. "Este es un asunto que hemos encontrado varias veces a lo largo de muchos años en varios países latinoamericanos", dijo el presidente ejecutivo de Colgate, Ian Cook.
"Discutiremos nuestros resultados y perspectivas, excluyendo un cargo extraordinario de US$271 millones relacionado a la transición a la contabilidad hiperinflacionaria en Venezuela a partir del primero de enero de 2010", dijo secamente Bina Thompson, vicepresidenta de relaciones con los inversionistas de Colgate, la semana pasada.
La devaluación del bolívar hizo que Kimberly-Clark Corp asumiera un cargo después de impuestos de US$96 millones. El presidente ejecutivo de la empresa, Thomas Falk, le dijo a los analistas la semana pasada que "hemos absorbido la mayor parte del golpe, por mucho" en términos del impacto de la devaluación en la compañía, pero "tendremos que ver a ver que sucede".
Se desploma el comercio bilateral
El comercio entre EEUU y Venezuela registró durante el 2009 unacaída superior al 50 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior, con una aguda reducción de las ventas desde la Florida al país sudamericano, de acuerdo con estadísticas oficiales.
Según cifras de la Cámara Venezolana Americana de Industria y Comercio (Venamcham), las exportaciones de Venezuela a EEUU, principalmente petróleo y derivados, se desplomaron 52 por ciento, pasando de $51,400 millones entre enero y septiembre del 2008, a $20,349 millones en el mismo período del año 2009.
Por su parte, el flujo comercial que va desde EEUU a Venezuela, cayó en 20.65 por ciento durante los primeros nueve meses del 2009, en comparación al mismo período anterior, con un descenso de $1,834 millones en exportaciones norteamericanas al país petrolero.
Sólo entre junio y septiembre de 2009, las ventas estadounidenses a Venezuela cayeron casi en un 40 por ciento, al pasar de $3,400 millones en el 2008 a $2,080 millones, una reducción superior a los $1,300 millones en comparación con el mismo trimestre del 2008, indicó el informe de Venamcham.
En el tercer trimestre de 2009 las exportaciones venezolanas a EEUU sumaron $8,237 millones en el tercer trimestre de 2009 (julio-septiembre), un descenso de casi 51 por ciento en comparación con los $16,807 millones registrados en el trimestre anterior, y $1,781 millones menos de lo transado en el 2008, de acuerdo con el informe de la cámara.
El economista José Guerra, académico de la Universidad Central de Venezuela y ex economista jefe del Banco Central de Venezuela (BCV), señaló que la disminución en las importaciones y exportaciones se explica por una serie de factores, entre los que destacó la recesión económica mundial, la caída en los precios petroleros, y una política deliberada del gobierno de Hugo Chávez porreducir las compras a proveedores norteamericanos.
El nuevo socio
A fines de noviembre pasado Chávez recibió en Caracas al presidente ruso, Dimitri Medvédev, en carácter de "gran aliado estratégico" mientras la flota rusa realizaba su primer ejercicio militar con la armada de Venezuela.
A principios de abril, Rusia y Venezuela alcanzaron un nuevo nivel de acuerdo estratégico con el encuentro de Chávez y el "hombre fuerte" de Rusia, el primer ministro Wladimir Putin.
En la reunión en Caracas se selló una "profundización de los acuerdos militares y comerciales", que incluiría un aumento de la cooperación entre las fuerzas armadas de ambos países. Y un proyecto de desarrollo de energía nuclear con "fines pacíficos". Washington, preocupado, mira los acontecimientos haciendo "silencio de radio".
La agenda rusa en el continente incluye desde acuerdos comerciales y ventas de armas hasta planes de instalación de programas y usinas nucleares. Las operaciones rusas en América Latina todavía no han recibido una respuesta concreta de Washington, que permanece en "silencio de radio".
El presidente venezolano mantiene una alianza estratégica (de orden comercial y militar) tanto con Irán como con Rusia y China, potencias capitalistas emergentes que compiten con el eje USA-UE por el control de las redes energéticas y las reservas petroleras del triángulo Eurasia-Cáucaso-Medio Oriente, en una versión aggiornada de la "guerra fría" por áreas de influencia, esta vez protagonizada a niveles intercapitalistas.
No obstante, para un conjunto de expertos, lo comercial juega un papel de primer orden en la relación de Rusia con Venezuela, y en general con el resto de América Latina.