El presidente de Venezuela, Coronel Hugo Chávez, continúa empeñado en organizar a Venezuela como un Estado Socialista. Tiene como ideólogo para exportar al Libertador Simón Bolívar, quien según sus ejecutorias, en ningún momento se acercó al socialismo, ni siquiera al estilo francés. Era nuestro padre de la Patria un mantuano, es decir, pertenecía a la aristocracia criolla de Caracas. Su ideal de gobierno lo mostró en la Constitución Boliviana, dictatorial y con un Senado vitalicio y aristocrático. En lo único que se acercaba al socialismo era en su concepto autoritario del poder. Por esa razón el mismo Carlos Marx escribió un ensayo sobre Bolívar, que todavía escandaliza a los marxistas; señala que el gran interés del Libertador en su manera de gobernar era el estilo dictatorial. Razón tiene un distinguido General de la República cuando dice que infortunadamente al Libertador le sobraron cinco años de su vida. La grandeza de la Independencia se opacó con los conceptos dictatoriales después de 1825.
Pero en el pasado siglo y en el XXI, para poder completar la obra de socialización en un país y conducirlo al comunismo, según los viejos postulados, solamente es posible en medio de una dictadura. Los bolcheviques no podían expropiar los bienes de los rusos bajo un gobierno democrático. La nacionalización de los medios de producción, que afecta a gran parte de la población, solamente es posible a la fuerza. Y de contera con la eliminación de las libertades públicas y los derechos individuales y sociales. Por estas razones, el futuro de Venezuela es de gran expectativa y cada día aumentan las sombras sobre la libertad.
Norberto Bobbio, el gran tratadista italiano, sostenía que los dos principios fundamentales de la democracia, libertad e igualdad, tenían problemas en su aplicación. Cuando se vive en medio de la libertad, es posible que falle la igualdad. Y si se pretende una sociedad igualitaria, empiezan a sacrificarse las libertades. Son los Estados Liberales como Francia y Estados Unidos, donde hay problemas con la igualdad. Y los gobiernos de Cuba y China luchan por la igualdad pero cercenan totalmente la libertad. Solamente los escandinavos han tratado de hacer una simbiosis entre libertad e igualdad. Lo grave entonces es que en Venezuela no hay un camino real hacia la igualdad y seguramente, en un futuro próximo las libertades serán suprimidas en medio del alboroto populista.
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