¿Qué está pasando en Francia?
MADRID, 23 Oct. (OTR/PRESS) -
Octubre del 2010 va camino de desembocar en Mayo del 68. En Francia, a los huelguistas convocados por los sindicatos para protestar por la reforma de las pensiones se han unido los estudiantes de los liceos. El resultado es una cadena de manifestaciones en las que los sindicalistas cortan el acceso a las gasolineras y los escolares se enfrentan a pedradas con la policía sin saber muy bien por qué.
Y, ése, es el problema. Porque más allá de la protesta contra la política de Nicolás Sarkozy -popularidad a la baja, gestos autoritarios, al alza-, lo que a mi modo de ver late en la revuelta, es una insatisfacción social de fondo. Un malestar, por así decirlo, de época. El retraso de la edad de jubilación ha sido el pretexto y la chispa.
En Francia se vive muy bien. Es el paradigma del Estado de bienestar. Su sistema de atención médica es único en el mundo por su generosidad. La llamada AME (Ayuda Médica de Estado, creada en 1999 por Bernard Kouchner a la sazón de ministro de Sanidad con el Gobierno socialista y hoy ministro de Exteriores con Sarkozy) es universal, alcanza a los sin papeles y abarca todo tipo de cuidados. Incluida la cirugía estética o la reproducción asistida. Por no hablar de la jubilación que es a los 60, no a los 65 años como en España. ¿Dónde está, pues, el problema? Creo que habría que buscar por el lado de la fase de insatisfacción por la falta de ideales colectivos por la que atraviesa la sociedad occidental desarrollada.
Hay razones objetivas: la crisis financiera ha provocado un aumento del paro -la cara más amarga del momento- y el desprestigio creciente de la clase política, es alarmante. Los políticos no aciertan a resolver los problemas ajenos pero van y vienen con el riñón bien cubierto. Luego está la televisión, que muestra mundos en los que triunfa el hedonismo y la cultura del dinero -que no se reparte de igual manera- dando idea de modelos de vida que generan resentimiento entre los pobres. Añádase que los jóvenes, con estudios superiores y sin ellos, parecen destinados al paro y ya tenemos elementos de fondo para saber algo más de lo que está pasando en Francia. Reducirlo a un problema de sindicatos y partidos de izquierdas oportunistas intentado desestabilizar a Sarkozy, sería una simpleza. El malestar, como digo, es de fondo. Es un malestar de época.
http://www.europapress.es/opinion/ferminbocos/fermin-bocos-pasando-francia-20101023120049.html