Resulta que en estos tiempos que corren, de consumismo y derroche económico sin control, muchas de las cosas que deseamos, codiciamos y compramos poco o casi nada tienen que ver con la felicidad ... y de hecho, muchas acabarán por aburrirnos ... Según las últimas investigaciones, la clave para la felicidad estaría mucho más cerca de lo que las campañas publicitarias nos hacen creer, ... consistiría simplemente en tener nuevas experiencias ... vivir el momento …

Ya sea viajar a algún lugar, pasear con los amigos o participar en el algún tipo de activismo verde … estas experiencias nos acercarán más a la felicidad que la compra de cualquier producto de consumo que, como la mayoría de las cosas que compramos, acabará desechado …

El estudio, llevado a cabo por psicólogos de la Universidad de Cornell, encontró que las "experiencias" son más gratificantes que las "cosas" ya que la gente tiende a evaluar su propia felicidad comparándose con otras personas ... En este sentido, es fácil que nos sintamos desgraciados al comprobar que alguien tiene una versión mejor del objeto que acabamos de adquirir. "Las experiencias son intrínsecamente menos comparables", dice uno de los investigadores, lo que significa que nos aportan felicidad por sí mismas, con independencia de las de los demás ...

Thomas Gilovich, uno de los autores del estudio, expone un sencillo ejemplo :

"Imagina que te compras una TV de pantalla plana ... Tu felicidad es inmensa. Pero vienes a mi casa y resulta que mi tele es mucho más grande que la tuya. Eso te produce inevitablemente cierta distorsión que empaña tu felicidad. Pero si te vas al Caribe de vacaciones, tendrás tus propias vivencias, tu conexión personal con el Caribe ... que nadie más que tú ha tenido ... y que convertirá esas vacaciones en un recuerdo muy especial".

Según este estudio, las experiencias son tan eficaces para reportarnos felicidad debido a su carácter personal ... se agregan de inmediato en nuestro recuerdo y ayudan a conformar nuestra personalidad ... Las cosas materiales raramente llegan a apreciarse de la misma manera ... Además, las cosas suelen deteriorarse o devaluarse con el paso del tiempo, con la gradual pérdida de estima que se produce al compararlas con las de los demás ... por el contrario, las experiencias se transforman y fortalecen en la memoria, incluso las malas experiencias pierden intensidad, recordando los aspectos positivos con el paso del tiempo ...

Así pues, en nuestra búsqueda para encontrar la felicidad en una época en la que todo se compra y vende, resulta que ser feliz y la felicidad es una emoción sin obligación de compra … Esto no sólo nos recuerda la cita popular : … no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita … también nos recuerda el origen natural de nuestro ser, alejado del consumismo y en sintonía con el medio ambiente …