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General: El individualismo vence al comunismo
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Respuesta  Mensaje 1 de 22 en el tema 
De: residente  (Mensaje original) Enviado: 18/11/2010 20:40

El individualismo vence al comunismo

 

El individualismo es la posición moral, filosofía política, ideología, o punto de vista social que enfatiza "la dignidad moral del individuo".[1] Los individualistas promueven el ejercicio de los objetivos y los deseos propios y en tanto la independencia y la autosuficiencia[2] mientras se oponen a la mayoría de las intervenciones externas sobre las opciones personales, sean estas sociales, estatales,[3] o de cualquier otro tipo de grupo o institución.[2] [3]

El individualismo hace del individuo su centro[1] y en tanto comienza "con la premisa fundamental de que el individuo humano es de importancia primaria en la lucha por la liberación. Los derechos humanos y la libertad son la substancia de estas teorías. El liberalismo, el existencialismo y el anarquismo son ejemplos de movimientos que toman al individuo humano como unidad central de analisis."[4]

También ha sido usado como término denotando "La cualidad de ser un individuo; una peculiaridad"[2] El individualismo es también asociado con intereses y estilos de vida artisticos y bohemios donde existe una tendencia hacia la autocreación y la experimentacion en tanto opuesta o elusiva de la tradición o las opiniones y comportamientos populares o de masas[2] [5] y en tanto con una posición filosófico-ética humanista.[6] [7]

Contenido

[ocultar]

[editar] El individuo

El término "Individuo" identifica a aquello que no se puede dividir. Un individuo es una unidad elemental de un sistema mayor o más complejo. Respecto de dicho sistema no tiene sentido algo menor que un individuo. Por ejemplo, respecto de una sociedad humana no tiene sentido algo menor que una persona.

En la palabra individuo si bien algunas veces significa "una persona", más frecuentemente designa cualquier cosa numéricamente singular. "Individuo", en cuanto elemento del vocabulario filosófico es un término muy usado que se suele encontrar en compañía de "particular" (de hecho muchas veces se trata como sinónimo de particular, aunque uno se pregunta si los particulares abstractos se pueden contar como individuos) y así se usa en contraposición con "universal".

El individuo es una unidad, cada quien es un ser diferente que posee inteligencia.

[editar] Individualismo metodológico

El individualismo metodológico es un método ampliamente utilizado en las ciencias sociales, sostiene que todos los fenómenos sociales -estructura y cambios- son en principio explicables por elementos individuales, es decir por las propiedades de los individuos, como pueden ser sus metas, sus creencias y sus acciones. Sus defensores lo ven como una filosofía-método destinada a la explicación y comprensión amplia de la evolución de toda la sociedad como el agregado de las decisiones de los particulares. En principio es un reduccionismo, es decir una reducción de la explicación de todas las grandes entidades con referencias en las más pequeñas.

El individualismo metodológico niega que una colectividad sea un organismo autónomo que toma decisiones, y exige que las ciencias sociales fundamenten sus teorías en la acción individual. Esta idea también ha sido utilizado para atacar, entre otras ideas, al historicismo, el funcionalismo estructuralista, el 'sociologismo' o creencia que las funciones de la clase social, los roles de género, o la etnia como factores determinantes del comportamiento individual.[8]

http://es.wikipedia.org/wiki/Individualismo



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Respuesta  Mensaje 2 de 22 en el tema 
De: albi Enviado: 18/11/2010 22:47

Introducción

La globalización; efectos en el cambio del patrón valorativo de la sociedad y la medicina.  

La globalización constituye el rasgo más genuino del sistema capitalista actual. Se ha extendido a todos los continentes con la fuerza y el dinamismo de los avances tecnológicos y de los cambios sociales ocurridos en los finales del milenio. Su influencia se manifiesta en todas las esferas de la sociedad: en la economía, la política, las leyes, la vida espiritual en general. Su soporte económico son las grandes corporaciones transnacionales que gozan de libertad para imponer sus leyes y dominan los medios de comunicación, las riquezas naturales, las economías nacionales, e influyen poderosamente en la vida del ciudadano común, imponiendo patrones de consumo, normas, costumbres, "ideales".

El arrollador influjo del mercado ha convertido en obsoletos principios y valores que la humanidad mantuvo durante siglos, sumiendo a la vida contemporánea en un torbellino de cambios que la mente humana asimila no sin dificultad. El avance tecnológico y la explosión del conocimiento científico es innegable, ya nada parece detener al hombre en su camino ascendente en la ciencia y en la sociedad. Lo que hoy resulta novedoso, mañana es anacrónico. Sin embargo, para las dos terceras partes de la humanidad crece la pobreza, el atraso y la exclusión del desarrollo.

El carácter contradictorio de la globalización se expresa en que por un lado, deja un saldo positivo en la interconexión de las naciones y los pueblos, en la transmisión libre de información de resultados científicos, artísticos y de otro tipo, acerca las culturas, potencia la comunicación y la colaboración y destruye las barreras que en otras épocas alejaron a los hombres. El progreso del comercio internacional, el aumento de la producción, la reducción de los precios y el crecimiento del sector exportador, son ventajas de la globalización capitalista.

Por otro lado, este fenómeno trae consecuencias negativas. El economista norteamericano John Kenneth Galbraith ha expresado que la globalización no es concepto serio sino que "lo hemos creado los norteamericanos para disimular nuestra entrada económica en otros países"(1); lo que se corresponde con lo afirmado por David Rothkopf, exfuncionario de la Casa Blanca, al describir los objetivos estratégicos de E.U para el nuevo siglo: "Inevitablemente, Estados Unidos es la nación indispensable para conducir los asuntos mundiales y el principal proveedor de productos de información en estos primeros años de la era informática... El interés económico y político de los Estados Unidos es velar porque si el mundo adopta una lengua esta sea el inglés, si se orienta hacia normas comunes en materia de telecomunicaciones, de seguridad y de calidad, esas normas sean estadounidenses; si sus diferentes partes son unidas por la televisión, la radio y la música, los programas sean estadounidenses; y si se elaboran valores comunes, los valores estadounidenses se reconozcan en ellos." (2)

A pesar de la oposición y la resistencia de los pueblos existe un gobierno mundial con leyes extraterritoriales. Setenta países han sido afectados por medidas unilaterales de Estados Unidos. Ese país demanda 200 mil nuevos talentos para la industria de alta tecnología y su poder destructivo cultural es inmenso pues controla el 70% de la televisión en el mundo, el 75 % de los videocasetes y el 70% de la recepción de Internet. (3)

Hoy existe un aumento sin precedentes de las inversiones en la bolsa de valores y un consiguiente decrecimiento de estas en la economía real, en el sector productivo. "Por cada dólar productivo hay varios dólares especulativos."(4) Se manifiestan agudas crisis financieras producto del movimiento descontrolado del capital, tal como ha sucedido en el sudeste asiático, en América Latina y en otras regiones. Dichas crisis provocan altas tasas de desempleo, deserción escolar y reducción de la canasta básica. (5)

La primacía de los intereses de las transnacionales por encima de la soberanía de los intereses nacionales, es otra de las nefastas consecuencias de la mundialización, lo cual se complementa con la integración económica de los poderosos que dominan las tecnologías de avanzada y controlan las materias primas y los mercados. Un reducido número de estas empresas poseen el 52% de la ganancia de la economía mundial y algunas de ellas tienen ventas anuales mayores al Producto Interno Bruto de 60 países del Tercer Mundo. (6)

Por su parte los organismos financieros internacionales otorgan sus paquetes de "ayuda" solo en los casos en los que las crisis amenazan con paralizar las economías de los países desarrollados.

La concepción de que el mercado por sí solo puede resolverlo todo (7)es opuesta a la idea de la necesidad de la regulación estatal de la economía y la vida social. Es importante la regulación financiera internacional y el equilibrio entre la parte financiera y la social, tal como reconocen los dirigentes del Banco Mundial (8).

Otras consecuencias hablan por sí solas: incremento de las confrontaciones militares y de la destrucción del medio ambiente, explotación del trabajo en función de la ganancia, deterioro de la salud y el bienestar de los trabajadores, eliminación de la cooperación y aumento de las desigualdades por la competencia. (6)

Así mismo, ha disminuido en casi la mitad la tasa de crecimiento económico del mundo, se produce una evolución más negativa en las condiciones de la fuerza de trabajo de baja calificación y se desmantelan programas de asistencia social y de servicios públicos. La desigualdad, la pobreza y la exclusión constituyen el signo dominante de la mayor parte de la humanidad. En cambio, se promueve el concepto de globalización como sinónimo de bienestar, libertad, democracia y oportunidad universal de desarrollo.

Los efectos de la mundialización en el terreno cultural e ideológico son más adversos que sus consecuencias económicas. La estandarización de los valores y paradigmas de las transnacionales ha erosionado los valores y tradiciones culturales de los países en desarrollo. Se sustituye la identidad nacional por " modelos" y costumbres impuestas a través del mercado y los medios de comunicación. Como señala Carlos Moneta podemos entender el concepto globalización en el ámbito cultural " como el pasaje de identidades culturales tradicionales y modernas, pero de base territorial, a otras modernas y posmodernas, pero de carácter transterritorial". (9)

La investigadora cubana Georgina Alfonso afirma que la globalización cultural cierra la posibilidad de la creación libre, al imponer patrones culturales a los pueblos que frenan o limitan la expresión de su identidad cultural. Se tornan globales la moda, la música. Las actitudes hacia la sexualidad, el aborto, el divorcio, las drogas y la corrupción. (10)

Los países desarrollados participan en el 68% del total de exportaciones de bienes culturales y los países en desarrollo, donde vive el 77% de la humanidad, solo aportan el 31% de dichos bienes. Bajo el slogan del pluralismo cultural se reproducen los intereses de las corporaciones en este mundo globalizado.

La producción espiritual se subordina al consumo, acrecentándose las desigualdades culturales e históricas de los países en desarrollo respecto de los países desarrollados.

Se organizan jerarquías de valor iguales para individuos diferentes, independientemente de sus necesidades e intereses, con lo cual se da la apariencia de que se estandariza la diversidad valorativa.

El carácter dominante de la economía y el mercado sobre la cultura incide poderosamente en la valoración cultural. El fetichismo cultural impide ver el valor real de las cosas. "El sistema subjetivo de valores que las transnacionales crean y venden se consume libremente y los individuos estructuran sus escalas axiológicas, a imagen y semejanza de lo propuesto para servir al capital". (10)

La cuantificación se utiliza como criterio valorativo para evaluar los fenómenos culturales, es más importante cuanto público disfruta de una manifestación cultural que la calidad del mensaje de esta. Se acentúa el carácter elitista de determinado tipo de cultura, del cual están alejadas las masas.

Los nuevos significados axiológicos de la globalización

Los nuevos significados axiológicos de la globalización se expresan también en que: "Los nuevos valores desplazan a los ya existentes y la jerarquía axiológica se organiza en correspondencia con los designios de las leyes mercantiles. Este proceso de cambio de referentes valorativos ocurre en la medida en que los sujetos sociales son absorbidos por las relaciones de mercado de las que resulta imposible escaparse en los marcos del sistema." (10)

Al convertirse el consumo en criterio de valoración, la utilidad de las cosas se determina por el nivel de consumo que posean, independientemente de que satisfagan o no necesidades humanas. Se desplazan valores humanos universales como solidaridad y colectivismo. Se exacerba el individualismo, alcanzando niveles superiores en la jerarquía de valores de la sociedad capitalista... "los nuevos valores se presentan de manera tal que la pura transferencia de propiedad aparece como una generadora de riquezas, cuando en verdad sólo logra distribuirla y al final, concentrarla en cada vez menos, pero más fuertes manos". (10)

La ganancia es el valor fundamental en el sistema capitalista y sobre la base de este se estructura el conjunto de valores de esta sociedad. La competencia, la hostilidad entre individuos, grupos sociales y entidades económicas y de otro tipo, provoca la dinámica social y establece la significación de los objetos y las relaciones sociales. Se reafirman como valores " la sofisticación tecnológica, la propaganda, el mercadeo. La identificación cada vez más estrecha del individuo con estos valores, convierte en abstracciones o ideales fuera de moda las responsabilidades sociales y los compromisos históricos del hombre con su devenir socio-cultural. Con esto se frena la posibilidad de desarrollar una conciencia promotora del cambio social y se logra, en su lugar, promover la apatía y el escepticismo político de los sujetos sociales." (10)

Los valores morales, políticos, culturales se subordinan a los valores económicos. El sacrosanto poderío del dinero aplasta los sentimientos humanos, compra conciencias y coloca al hombre en una relación de esclavitud respecto a los objetos y al consumo en general. Así mismo, los valores personales se diluyen en los valores "globales". "Tener" es más importante que "ser" y la banalidad que promueven los medios de comunicación roba espacio a la reflexión seria, profunda, productiva acerca de los problemas que afectan a la sociedad y las vías de solución.

En esta correlación, donde lo global absorbe y minimiza lo nacional, solo adquiere un alto significado lo que se ajusta a los patrones y normas aceptadas como positivas por las corporaciones que detentan el poder e influyen a través de diferentes medios en las escalas valorativas individuales. Se establecen valores culturales que poco o nada tienen que ver con los valores autóctonos que identifican a los grupos sociales o las naciones. Soberanía, autodeterminación, patriotismo, comunismo son considerados valores anacrónicos, en correspondencia con las relaciones capitalistas dominantes.

Los valores éticos que tienen que ver con la conservación de la sociedad humana y sus costumbres se ven amenazados por la violencia, el racismo y los vicios. Las tendencias más aberrantes, bajo el signo del mercado, pretenden incluso utilizar a los seres humanos como animales de laboratorio en "investigaciones " que les reportan millonarias ganancias.

El relativismo postmoderno marca la ética, el arte, la política y la cultura en general. Todo es válido y legítimo siempre que no se afecte la integridad del sistema capitalista. Tal posición solo enmascara la verdadera esencia de la tendencia axiológica dominante, pues crea la falsa ilusión de que todos tienen iguales oportunidades para expresarse y desarrollarse, cuando en realidad solo una minoría tiene esa posibilidad.

En la actividad médica la globalización adquiere manifestaciones muy específicas. La creciente privatización de los servicios de salud convierte a la medicina en un negocio y a los médicos en " hombres de negocio". El paciente deviene cliente y la relación médico-paciente pasa a ser una relación contractual, lo que, unido al galopante desarrollo tecnológico y al fardo de las regulaciones jurídicas, despersonaliza dicha relación. El galeno deja de ser un agente de cambios cuyo objetivo es transformar positivamente el estado de salud del paciente, para convertirse en un facilitador de técnicas y medicamentos. Las más novedosas tecnologías se colocan al servicio de la ganancia y en detrimento de los valores humanos.

Como consecuencia de estos procesos se producen cambios significativos en los valores morales; el humanismo y el principio de beneficencia son desplazados por el principio de la no maleficencia o no hacer daño.

Algunos autores hablan de "crisis de la conciencia médica", de pérdida de la vocación de servicio, de abandono de la tradición clásica de la virtud, de crisis de valores morales, atribuyendo estos fenómenos al progreso tecnológico y a la abundante legislación para proteger al paciente. En realidad existen todas estas manifestaciones y muchas más. A nuestro juicio, la verdadera causa de estos males está en la medicina privada, que lejos de engendrar valores auténticamente humanos, convierte al hombre en un valor estrictamente económico y no en un fin en sí mismo.

La llamada "medicina defensiva" (11) no es otra cosa que la forma en que se presenta la dependencia de los profesionales de la salud respecto al sistema existente, que los obliga a emplear todo tipo de técnicas, terapéuticas y exámenes para protegerse económica y jurídicamente.

El abuso tecnológico refuerza el énfasis en un paradigma axiológico enajenante: "los valores tecnológicos son más importantes que los valores éticos", lo que concuerda con la tendencia biologicista y curativa en detrimento de al medicina social y preventiva. La especialización y superespecialización atente contra la integralidad en la atención.

Como efecto de la urbanización de la sociedad se incrementa la medicina urbana y la medicina rural pasa a ser preterida. Ello es particularmente visible en los países del tercer mundo, donde la falta de médicos y servicios de salud en las comunidades rurales se refleja en la tendencia negativa de los principales indicadores de salud.

Las corporaciones, interesadas en obtener lucro a corto plazo, estimulan la industria biológica médico-farmacéutica. La industrialización de la práctica médica subraya el criterio de que son más importantes los fármacos para curar las enfermedades que los cambios socio-económicos que posibiliten condiciones de vida más saludables para los seres humanos.

Las investigaciones científicas priorizan problemas de salud de las poblaciones de los países desarrollados, mientras que las dos terceras partes de la humanidad sufre de enfermedades para las cuales existen remedios desde hace varios años. La escasez de recursos financieros, unido a la dependencia económica y social, agudiza dicha situación.

Vida humana, dignidad, respeto, amor, altruismo, consagración a la profesión, solidaridad humana, abnegación, sentido del deber, que son valores de la profesión médica, se deterioran en el progreso vertiginoso de la globalización capitalista. Solo profundos cambios sociales traerán consigo una reversión del patrón axiológico dominante. El hombre ha de colocarse en el lugar que le corresponde, como beneficiario y no como víctima, como dueño y no como siervo de los procesos históricos. No es justo ni éticamente admisible, que una pequeña parte de la humanidad domine los destinos de la sociedad entera. La medicina también tiene la palabra en esta nueva época.

Summary

Globalization and its consequences for society are analyzed, based on the theses that have been presented in the International Meetings of Economists on Globalization and Development in Havana. Globalization is the cause of an appraisal pattern change, which is expressed through a crisis of moral, cultural and political values; and through the loss of traditional values in human communities, starting from the imposition of the transnational companies ' values. The consequences of this phenomenon for the medical activity are analyzed: deterioration of traditional moral values caused by capitalist privatization, belief that technological values are more important than ethical values, emphasis in the biologicist and healing character of medicine, etc. For all this, deep social changes are needed to revert the prevailing axiological pattern.

Key words: PHYLOSOPHY; MEDICNE; POLITIC

Recibido: 24/7/00 Aprobado: 20/8/02

Referencias bibliográficas

(1) Nogueira P. Globalización: un mito destructivo. Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Desarrollo. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 1999.         [ Links ]

(2) Páez T. La globalización de la información y de la comunicación: desafíos para el periodismo cubano. J. Rebelde; 7mo Congreso de la UPEC: p. 14-99.

(3) Castro F. Intervención en el Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Desarrollo. Granma; Enero 20,1999.         [ Links ]

(4) Savio R. Intervención en el Encuentro Internacional sobre Globalización. Granma; Enero 19, 1999.         [ Links ]

(5) Wibisono M. Intervención en el Encuentro Internacional sobre Globalización. Granma; Enero 22; 1999.         [ Links ]

(6) Cloke K, Goldsmith J. Intervención en el Encuentro Internacional sobre Globalización. Granma; Enero 22; 1999.         [ Links ]

(7) Rivery J. La destrucción globalizada. Intervención en el Encuentro Internacional sobre Globalización. Granma; Enero 16, 1999.         [ Links ]

(8) Solimo A. Intervención en el Encuentro Internacional sobre Globalización.Granma; Enero 22, 1999.         [ Links ]

(9)Moneta C. El espacio cultural en el proceso de globalización. Ponencia presentada en el Encuentro Internacional sobre Globalización y Desarrollo. Granma enero 22, 1999.         [ Links ]

(10)Alfonso G. Los disfraces axiológicos de la cultura del poder. Revista Temas 1998; 15; 3(8): 47-56.

(11)De Santiago M. La crisis de la conciencia médica en nuestro tiempo. Revista Cuadernos de Bioética 1998; IX (36): 665-679.
 
 

Respuesta  Mensaje 3 de 22 en el tema 
De: albi Enviado: 18/11/2010 22:48

Resumen

Se analiza la globalización y sus consecuencias para la sociedad, a partir de las tesis presentadas en los Encuentros Internacionales de Economistas sobre Globalización y Desarrollo. La globalización es causa del cambio del patrón valorativo, lo cual se expresa en crisis de valores morales, culturales y políticos; en la pérdida de valores tradicionales de las comunidades humanas, a partir de la imposición de los valores de las empresas transnacionales. Se analizan las consecuencias de este fenómeno para la actividad médica: deterioro de los valores morales tradicionales producto de la privatización capitalista, consideración de que los valores tecnológicos están por encima de los valores éticos, énfasis en el carácter biologicista y curativo de la medicina, etc. Por todo ello, se necesitan profundos cambios sociales para revertir el patrón axiológico dominante


Respuesta  Mensaje 4 de 22 en el tema 
De: albi Enviado: 18/11/2010 22:50
ESTUDIOS. filosofía-historia-letras
Otoño 1990

1. El individualismo


[Nota 10]

Históricamente el término individualismo ha sido utilizado para caracterizar tanto las doctrinas del contrato social que surgen en el siglo XVII como a sus sucesoras que, aun cuando no emplean la noción de contrato, heredan la visión de la sociedad como constituida por individuos, por sujetos que tienen metas, proyectos y fines específicamente individuales.

Las teorías contractualistas consideran que los sujetos se someten al pacto social, porque éste les garantiza el cumplimiento y la realización de esos fines, metas y proyectos. Por su parte, las teorías no contractualistas, como el utilitarismo, afirman que para que la sociedad funcione hay que hacer coincidir esas metas con las de la mayoría, para que éstas puedan ser satisfechas.

El individualismo es un legado de Hobbes y de Locke; para ellos la sociedad es simplemente un instrumento que nos ayuda a proteger ciertos derechos y a producir algunos bienes en mayor cantidad. Sin embargo, este legado se ha ido puliendo poco a poco de tal manera que ha sido necesario aclarar lo que se dice cuando hablamos de individualismo. Steven Lukes[Nota 11] distingue varias clases de individualismo como son: el ético, el político, el económico y el metodológico.

El individualismo ético sostiene que la moral es un asunto esencialmente individual. La fuente de la moralidad, es decir, de los valores morales, de los principios éticos y el creador de los criterios de evaluación moral es el individuo. La persona es el árbitro de los valores morales porque goza de autonomía y dignidad. Esta idea es una consecuencia de la teoría moral kantiana, ya que sólo las personas individuales puedenjuzgar la universabilidad de sus acciones.

El individualismo político, por su parte, afirma que la sociedad es un conjunto de individuos racionales, generadores de deseos y preferencias y únicos jueces y defensores de sus intereses. Las ideas principales del individualismo político son las siguientes: 1) la legitimidad y la autoridad del gobierno derivan el consentimiento individual de los ciudadanos; 2) la representación política no es una representación de sectores o de clases, sino de intereses individuales; 3) el propósito del gobierno es proporcionar la satisfacción de las necesidades particulares y la protección de los derechos individuales.

El individualismo económico se basa en la creencia de que las leyes del mercado tienen la racionalidad suficiente para funcionar sin la intervención o con una mínima intervención del Estado. Dicho individualismo supone la propiedad privada de los medios de producción y la libertad en el mercado, tanto para adquirir mercancías como para adquirir fuentes de trabajo.

Por último, el individualismo metodológico afirma que todos los intentos por explicar los fenómenos sociales deben ser rechazados a menos por que sean explicados en términos de hechos sobre individuos.

El individualismo metodológico supone las siguientes creencias: 1) la creencia de que la sociedad, las instituciones y los grupos están formados por individuos que desempeñan ciertos roles, que las tradiciones, las costumbres, las ideologías y el lenguaje son formas en que las personas actúan, piensan y hablan; 2) la creencia en que cualquier proposición sobre los seres humanos o es una proposición que puede ser reducida a individuos o es una proposición sin sentido. Los predicados que se refieren a fenómenos sociales deben ser definidos en términos de predicados que se refieren a fenómenos individuales; 3) la creencia ontológica de que en la sociedad sólo los individuos son reales, los fenómenos sociales son construcciones mentales; 4) la creencia en que las instituciones sociales deben ser explicadas por los fines individuales de las personas que se encuentran en ellas.

Aunque a veces es difícil hacer una separación entre las diversas clases de individualismo cuando examinamos un modelo teórico, es necesario aclarar que el individualismo que analizaré es fundamentalmente el ético y el político. La diferencia entre este modelo y el comunista puede ser explicado por la noción aristotélica de autarkeia, es decir, de autorrealización, Mientras que el individuo afirma que el hombre encuentra su autorrealización y por lo tanto, el bien independientemente de la sociedad y de sus instituciones, el comunitarismo afirma que los hombres no pueden autorrealizarse sin tomar en cuenta la sociedad, los hombres sólo encuentran su bien en y por las instituciones que ellos mismos han formado.[Nota 12]

Como hay una noción común al individualismo ético y al político, que es la de derecho, comenzaré explicando cómo toma este modelo dicha noción.

El modelo individualista supone tres tesis acerca de los derechos:

1. Adscribirle a una persona A un derecho natural (no sólo legal) de X, es afirmar que A debe ser respetado; esto significa que estamos moralmente comprometidos a no interferir si A hace o goza de X; la tesis también afirma que la condición de la intervención es forzosa.

2. La condición es forzosa debido a ciertas características o propiedades de A; estas características o propiedades son las capacidades humanas que no sólo definen a las personas protadoras de los derechos, sino también a los derechos que se tienen.

3. Si la condición de la no interferencia es forzosa por las característica o propiedades esenciales del ser humano, es porque éstas tienen un gran valor moral; por ello, no deben sólo no ser interferidas, sino también deben ser desarrolladas.

Estas tesis se aplican a Im relaciones entre los individuos así como a las relaciones entre los individuos y el Estado, de ahí su carácter ético y político.

Otra noción de gran importancia para el modelo individualista es el concepto de libertad. La libertad valorada por los protagonistas de la primacía de los derechos, es una libertad por la cual se asume que los hombres son capaces de concebir diferentes alternativas de vida, de llegar a definir lo que realmente quieren y de discernir ciertas reglas que están dispuestos a aceptar. Se asume también, que los hombres son capaces de tener creencias racionales y deseos autónomos o que por lo monos tienen medios para distinguir entre éstos y los que no lo son.[Nota 13]

Estas asunciones definen lo que es la autonomía que tiene el hombre para trazar sus propios planos y para tomar decisiones en los asuntos básicos y fundamentales de la vida.

La base democrática del modelo individualista estará planteada en la idea de que estos derechos pertenecen por igual a todos los hombres.

Sin embargo, algunos teóricos del individualismo han detectado ciertos problemas en la adscripción igualitaria de los derechos, ya que no basta asignar la igualdad de derechos a todos los hombres para garantizar el ideal democrático. La desigualdad puede surgir no por la asignación de los derechos, sino por su ejercicio. Por ello es necesario hacer una distinción entre el modelo individualista radical, que afirma que basta la noción de, derechos, del igualitario, que postula la necesidad de recurrir a un principio igualitario.

1. 1. El individualismo radical
1.2 El individualismo igualitario

Respuesta  Mensaje 5 de 22 en el tema 
De: albi Enviado: 18/11/2010 22:55

Totem y Tabu (Sigmund Freud)

10 Octubre, 2007 por Almar

muestraportadatotem.gif  Un padre violento y celoso que guarda todas las hembras para sí mismo y expulsa los hijos a medida que crecen. (…) Cierto día, los hermanos que habían sido expulsados retornaron juntos, mataron y devoraron el padre, colocando así un fin a la horda patriarcal. Unidos, tuvieron el coraje de hacerlo y fueron bien sucedidos en lo que les habría sido imposible hacer individualmente. (…) El violento padre primero fuera a buen seguro el temido y envidiado modelo de cada uno del grupo de hermanos; y, por el acto de devorarlo, realizaban la identificación con él, cada uno de ellos adquiriendo una parte de su fuerza. (…) Odiaban el padre, que representaba un obstáculo tan formidable a su anhelo de poder y a los antojos sexuales; pero lo amaban y lo admiraban también. Después de que se hayan librado de él, satisfecho el odio y puestos en práctica los antojos de que se identifiquen con él, la que todo ese tiempo había sido recalcada estaba a hacerse sentir y así lo hizo bajo la forma. (…) El padre muerto se hizo más fuerte que el fuera en vida (…) Lo que hasta entonces fuera vedo por su existencia real fue de ahora en adelante prohibido por los propios hijos (…) Aunque los hermanos si hubieran reunido para derrotar el padre, todos eran rivales unos de los otros en relación a las mujeres. La nueva organización terminaría en una lucha de todos contra todos (…) Así, los hermanos no tuvieron otra alternativa se querían vivir juntos, (…) de lo que instituir la ley contra el incesto, pela cual todos, de igual modo, renunciaban a las mujeres que deseaban y que habían sido el motivo principal para que se libren del padre. De esa manera, salvaron la organización que los hube hecho fuertes (…) Garantizando así la vida unos de los otros, los hermanos estaban declarando que ninguno de ellos debía ser tratado por otro como el padre fuera tratado por todos en conjunto” (FREUD, [1912-un 13]/1980:169-174).

En Tótem y tabú encontramos aparte de referencia básica al concepto y función del padre, enuncia una tesis sobre el origen de la sociedad y de sus instituciones fundamentales. Se intenta explicar en forma de relato mítico (Con la hipótesis del asesinato primordial) la instauración he imposición de la cultura por medio de la prohibición del incesto y sus efectos inconscientes, El hombre pre-civilizado (para Freud, sociedad y cultura se resumen en el concepto civilización) vive en hordas donde existe un macho dominante, poseedor de las hembras y los privilegios que se desprenden de esa categoría. Así, los hijos o mejor dicho los machos dominados, urden un plan para asesinar al “padre” y quedarse con las hembras (madre y hermanas, lo que directamente nos enfrenta con el carácter “incestuoso” de la génesis social). No obstante, consumado el asesinato de éste, no se reparten el “botín”, la culpa (otro “constituyente social”) paraliza la ejecución del plan en su totalidad. De hecho, surge la figura “sobrenatural” del padre (el tótem) con renovada fuerza. Aparece entonces “la norma” como una especie de “signo conmemorativo” que permite renovar y revivir el asesinato del padre (primera represión con carácter social).

Entonces para transponer la rivalidad que se instauró entre ellos y garantizar sus vidas, prohibieron la muerte y renunciaron al deseo incestuoso. En este proceso, el Padre es reconocido, amado e idealizado. Es importante decir que esta idealización se produce luego de la muerte el padre (la culpa). De esa forma, cada uno de los hermanos renuncia a su ideal de poseer la posición del Padre para sí y tener a la madre.

Este escrito entonces no debe ser centrado en la muerte del padre y las prohibiciones ­ que por si solas no instituyen nada ­ sino en el pacto fraterno de autolimitación. El Tótem surge como responsable imaginario de la institución, y de allí se deriva la totemización, que es el equivalente a la alienación

De esta manera se esclarece la verdadera naturaleza de la sociabilidad humana. Es indudable que el psicoanálisis tiene por objeto la psique individual pero precisamente por esta razón es que permite reconocer la presencia de esa psique en la grupalidad. Freud constantemente señala la presencia del erotismo en las relaciones humanas, de la culpa con verdadero “sentido constituyente” y la norma como “configuradora” del carácter social de un grupo determinado. De hecho la culpa es elemento principal que permite “lo social” pues la neurosis es “generalmente asocial”.

Con estas reflexiones sólo se abre la discusión acerca de “lo social”,. La “duda razonable” es un proceso de búsqueda continuo y dinámico de constante elaboración y reelaboración En palabras del propio Freud que reflejan profundamente esta elaboración: “no podía proponerme en este ensayo la tarea de exponer el contenido y alcance del psicoanálisis mi propósito se habrá cumplido si se ha hecho evidente los numerosos ámbitos del saber para los cuales resulta interesante.”

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Respuesta  Mensaje 6 de 22 en el tema 
De: albi Enviado: 18/11/2010 22:56

El afecto es una necesidad primaria del ser humano.

E. Barrull, P. González y P. Marteles, 2000

 

Al preguntamos si el afecto es una necesidad no tenemos ningún problema en responder que sí. Ahora bien, si tratamos de explicar el porqué, nos damos cuenta de que tenemos grandes dificultades para tratar de ofrecer un razonamiento comprensible. Sí, todos reconocemos la importancia del afecto en nuestras vidas pero no tenemos ni idea de lo que es ni del porqué de su importancia. Los llamados "expertos" tampoco nos aclaran nada por largos que sean sus discursos.

Lo que ocurre es que nuestra experiencia cotidiana nos enseña cuanto necesitamos del afecto de los demás, pero hasta la fecha, nadie ha sido capaz de descifrar la verdadera naturaleza del afecto y, en consecuencia, comprender la razón de su necesidad.

De ahí, que el título del artículo no sorprenda a casi nadie, excepto, quizás, por afirmar que se trata de una necesidad primaria. En este artículo vamos a explicar porqué el afecto es una necesidad primaria en función de su naturaleza, reformulando, desde otro punto de vista, las ideas expuestas en otros dos artículos de esta web (¿Qué es el afecto? y ¿Puede ser el déficit afectivo causa de enfermedad?)

En primer lugar, debemos aclarar qué entendemos por necesidad primaria, a diferencia de una necesidad secundaria. Todo ser vivo necesita obtener recursos de su entorno para poder sobrevivir. Por recursos entendemos cualquier forma de materia y/o energía que pueda serle útil para sobrevivir.

Una necesidad primaria, o el recurso primario que la satisface, es aquella que es imprescindible para la supervivencia de un ser vivo y que no puede ser sustituida o satisfecha por ningún otro recurso disponible. Por ejemplo, para la inmensa mayoría de los seres vivos, el oxigeno es una necesidad primaria, es decir, que sin una determinada cantidad de oxigeno disponible no podemos sobrevivir. El oxigeno no puede ser sustituido por ningún otro gas o sustancia. Es único y esencial para la supervivencia.

Para saber si un recurso satisface una necesidad primaria debemos ser capaces de observar que su ausencia, por debajo de un cierto límite, produce inevitablemente la enfermedad y la muerte de un ser vivo. Además, debemos comprobar que no puede sustituirse de ninguna otra forma, es decir, que es único.

Además del oxigeno, los seres vivos tienen varias necesidades primarias que, en general, son conocidas por todos. El calor, el alimento y el agua, además del oxigeno, son necesidades primarias de la mayoría de seres vivos. Sin alguno de estos elementos o con una cantidad insuficiente de alguno de ellos, un ser vivo no puede sobrevivir.

Por el contrario, llamamos necesidades secundarias aquellas que, mejorando la probabilidad de supervivencia, no son imprescindibles para este fin o que pueden ser sustituidas por otras. Por ejemplo, el territorio es una necesidad para una gran mayoría de animales, puesto que, normalmente, de él depende su capacidad para obtener alimento y agua. Pero todos sabemos que un animal puede sobrevivir sin territorio si se le ofrece suficiente agua y alimento. También, una clase determinada de alimento es una necesidad secundaria en la medida que puede ser sustituida por otra. Para un león, las cebras son una necesidad secundaria en la medida que puede alimentarse de otras especies.

Así pues, lo que afirmamos en el título de este artículo es que el afecto es imprescindible para la supervivencia de los seres humanos y que tal necesidad no puede sustituirse por ningún otro tipo de recurso. En otras palabras, queremos demostrar que sin una determinada cantidad de afecto, ningún ser humano es capaz de sobrevivir o, lo que es lo mismo, que sin una cierta cantidad de afecto todo ser humano enferma y muere irremediablemente.

Dicho así, es probable que esta afirmación tan dramática sorprenda a muchos lectores, y este es el motivo por el cual es necesario aclarar la verdadera naturaleza del afecto y su directa incidencia en la supervivencia y salud de los seres humanos.

 

Las necesidades primarias de los seres humanos

Si nos preguntamos cuales pueden ser las necesidades primarias de los seres humanos, enseguida pensaremos en las que compartimos con todos los demás seres vivos: el oxigeno, el calor, el alimento y el agua. Efectivamente, sin alguno de estos cuatro elementos no podemos sobrevivir. Pero ¿no existe ninguna otra necesidad primaria más?

Para comprobarlo (hipotéticamente) podríamos abandonar a un ser humano recién nacido en una isla tropical solitaria, dejándole suficiente agua y alimento para sobrevivir. Imaginemos, incluso, que un adulto se queda con él para ofrecerle sólo el agua y el alimento que necesita durante los primeros años, pero no le proporciona nada más. Es decir, nos aseguramos que el recién nacido se alimenta correctamente. La cuestión es ¿será capaz de sobrevivir?

Evidentemente, este hipotético experimento nos parece terrorífico y no necesitamos realizarlo para saber lo que ocurrirá. Por ejemplo, si pensamos en los depredadores, el niño no podrá ni sabrá defenderse. Puede enfermar por el ataque de cualquiera de los virus y bacterias que pugnan por sobrevivir a nuestra costa. También puede sufrir un accidente, caerse y romperse una pierna o una costilla. No sabrá curarse y sus heridas probablemente se infectarán produciéndole la muerte. Tampoco sabrá distinguir si un alimento es venenoso o no, etc. En definitiva, sabemos perfectamente que no sobrevivirá.

Por lo tanto, tiene que existir alguna necesidad primaria además del calor, el oxigeno, y el alimento para que un ser humano pueda sobrevivir. ¿Cuál puede ser? Lo más probable es que el lector haya pensado que el niño necesita una familia para sobrevivir. En principio es cierto, pero necesitamos aclarar qué es lo que aporta una familia a la supervivencia del niño, ya que existen casos en los que la familia maltrata a sus hijos y les causa la muerte.

¿Qué necesita el niño de una familia? Por ejemplo, podríamos pensar que la mera presencia de otros seres humanos es suficiente para el niño. Pero todos sabemos que no serviría de nada si el niño no puede interaccionar con ellos. ¿Qué clase de interacción necesita? ¿Cualquier tipo de interacción es positiva para el niño? Ya hemos dicho que los malos tratos, por ejemplo, no benefician la supervivencia de los niños.

En este momento, a más de uno se le ocurrirá decir que el niño necesita afecto (cariño, amor, etc.) de su familia. Cierto, pero ¿por qué necesita afecto? ¿por qué sin afecto un niño tiene que morir? 

Ahora es cuando tenemos el peligro de entrar en un callejón sin salida, porque existe el prejuicio de que el afecto, el amor, el cariño, son fenómenos espirituales, es decir, no materiales, y, por tanto, inexplicables en último término. Este ha sido el error en el que ha caído la psicología tradicional hasta la fecha y que nos ha mantenido en la más completa oscuridad con respecto al fenómeno afectivo y a muchos otros más.

 

¿Qué es el afecto?

Para no caer en este error, recapitulemos hasta lo que nos ha llevado a afirmar que el niño necesita afecto. Nos preguntábamos si un niño podría sobrevivir solo, a pesar de tener suficiente oxigeno, agua y alimentos. Habíamos visto que no, que necesitaría además una familia que le proporcionase afecto.

Olvidemos, por un momento, el afecto y preguntémonos por lo que una familia proporciona, de hecho (físicamente, materialmente, objetivamente, etc.), a un niño para que pueda sobrevivir, además de los alimentos. Puede proporcionarle protección frente a los depredadores, cuidados frente a enfermedades, seguridad frente a los potenciales accidentes y conocimientos para adquirir nuevas habilidades que aumenten la capacidad de supervivencia del niño en su ambiente. 

¿Si un niño recibe todo esto de una familia, podrá sobrevivir? Sin ninguna duda, ya que todos los peligros que amenazan su supervivencia estarán "bajo control". Nótese la importancia de la aportación de conocimientos, en esta discusión. Un niño no sólo necesita protección sino adquirir una gran cantidad de habilidades y conocimientos para sobrevivir, de modo que en el futuro necesite menos la ayuda de su familia. De ahí que, si los recibe, pueda sobrevivir con mayor probabilidad.

Entonces, si el niño puede sobrevivir recibiendo el cuidado de su familia, ¿qué hay del afecto? La mentalidad espiritista dirá que lo anterior no sirve si no se proporciona con afecto. Es decir, que no es suficiente con proteger, cuidar, curar y enseñar, sino que, además, hay que hacerlo con afecto. Para ver la falacia de esta propuesta sólo nos debemos preguntar si es posible cuidar de un niño sin afecto. ¿Puede alguien alimentar, curar, proteger y enseñar a un niño sin afecto?

Es cierto que nos puede parecer que unos padres tengan poco cuidado de sus hijos pero que sean muy afectuosos con ellos. Es decir, que sean unos padres "muy simpáticos" aunque no protejan, cuiden ni enseñen a sus hijos. Pero el resultado de tal crianza siempre es un fracaso para los hijos. Por el contrario, puede también ocurrir que nos parezca que unos padres cuiden mucho de sus hijos pero que no sean "muy simpáticos" con ellos. Y a pesar de la falta de simpatía, sus hijos se desarrollarán y sobrevivirán con éxito.

En definitiva, lo que nos ocurre es que no queremos ver lo que es evidente, que el afecto y el cuidado son una misma cosa y no dos hechos separados (uno espiritual y otro material). El afecto, sin el cuidado, la protección y la enseñanza no sirve para nada, es un simple espejismo, un engaño. Por el contrario, con la protección, el cuidado y la enseñanza, es irrelevante la existencia del afecto. Si el lector lo quiere ver aún más claro, sólo tiene que preguntarse qué es lo que prefiere: 1) Afecto sin cuidados, protección ni enseñanza o 2) cuidados, protección y enseñanzas sin afecto.

Claro que puede decir "quiero las dos cosas", pero para aclarar si el afecto es realmente un hecho físico y material que se manifiesta en los cuidados, la protección y la enseñanza, escoja entre las dos alternativas. A los cientos de personas que hemos hecho esta misma pregunta, el 100% ha coincidido en preferir la segunda alternativa, es decir, preferimos ser cuidados, protegidos y enseñados aunque sea sin afecto que no al revés. Es decir, preferimos (necesitamos) hechos y no buenas intenciones.

Entonces tenemos dos alternativas. O bien tenemos que rechazar que el afecto sea necesario para sobrevivir, siendo una entidad espiritual que nada tiene que ver con la vida y su mantenimiento, o bien comprendemos que el afecto agrupa todo lo que hemos dicho acerca de lo que puede proporcionar una familia para que el niño sobreviva. Es decir, que el afecto consiste en proteger, cuidar y enseñar al niño para que sobreviva.

Para clarificar la situación, expresamos las dos alternativas en el siguiente cuadro:

El afecto (amor, cariño, amistad, etc.) es ...
definición tradicional   definición biológica
Un hecho espiritual (no material) de difícil explicación que se manifiesta en nuestras emociones. Todo acto (comportamiento) de ayuda, protección, cuidado, etc., que contribuya a la supervivencia de otro ser vivo.
Una definición que no aclara (ni define) nada. Una definición precisa, de hechos reconocibles, observables y objetivos.

Nuestra tradición nos inclina a pensar de un modo poético acerca del afecto, pero, a pesar de que pueda ser muy agradable (o "elevado") pensar así, no nos conduce a ninguna parte. No nos ayuda a comprender su naturaleza y, sobretodo, nos sume en un mar de confusiones y problemas increíbles, convirtiéndonos en unos ineptos para manejar correctamente nuestras relaciones afectivas.

Por el contrario, si somos capaces de "bajar de las nubes", y reconocer que lo que experimentamos como afecto son todos los actos (hechos, comportamientos) por los cuales una persona ayuda a otra, de la forma que sea, proporcionándole protección y conocimientos, resolviéndole problemas, apoyándole en los momentos difíciles, etc., etc., habremos dado un paso de gigante hacia la comprensión y el dominio de los fenómenos afectivos.

No sólo esto, sino que el concepto biológico del afecto encierra toda una nueva forma de comprender al ser humano, que va mucho más allá de los temas tratados en este artículo. De este nuevo concepto se derivan un enorme conjunto de consecuencias que conducen a una nueva psicología como ciencia biológica. Esta nueva concepción la podríamos calificar, sin lugar a dudas, de 'revolución afectiva'.

Porque la clave está en reconocer que el afecto es un hecho físico, real, material y no espiritual. Si somos capaces de ver esto, podemos empezar a analizar los hechos afectivos, a contabilizarlos, medirlos y a establecer hipótesis acerca de sus manifestaciones. De lo contrario, seguiremos en la oscuridad, en las "nubes", y no haremos otra cosa que hacer poesía de dudosa calidad.

 

El afecto es la base de la vida social

Reconociendo el afecto como todo comportamiento de ayuda a la supervivencia de otro ser vivo, estamos en disposición de dar una explicación coherente del porqué sin afecto un niño, y un ser humano en general no puede sobrevivir. Es decir, estamos en disposición de explicar porqué el afecto es una necesidad primaria humana.

Para ello, debemos plantearnos porqué vivimos en grupos, porqué formamos familias, grupos de amigos, empresas, clubes, asociaciones, sociedades y organizaciones estatales, ciudades, etc. Es decir, porqué siempre vivimos agrupados o porqué no vivimos como los osos o los mosquitos, cada uno por su lado. Nos estamos preguntando, en definitiva, porqué somos una especie social.

Una primera respuesta podría ser decir que vivir en grupo es mejor que vivir en solitario, que el grupo proporciona más probabilidades de supervivencia. Pero si fuera cierto, entonces ¿por qué los chimpancés o los elefantes viven en grupo, y los orangutanes o las serpientes viven en solitario? Si fuera mejor vivir en grupo que en solitario, todas las especies evolucionarían hacia la vida en grupo, y esto no es así. Existen muchas especies que llevan evolucionando cientos de millones de años y no muestran el menor indicio ("interés") por vivir en grupo.

Preguntémonos por las diferencias entre un oso y un león con respecto a sus capacidades de supervivencia o, dicho de otro modo, preguntémonos si el león, a diferencia del oso, puede vivir en solitario. El león es un animal fuerte pero pesado, es decir, no puede adquirir grandes velocidades de carrera (en comparación con los guepardos, por ejemplo). Al ser un animal carnívoro y grande, necesita capturar presas de un cierto tamaño, como puedan ser ñúes, bueyes, cebras, etc. El problema reside en que sus presas corren más que él o son mucho más fuertes, lo que implica que la mayoría de ocasiones en las que trata de cazar solo, pierde la presa.

En otras palabras, que el león, a pesar de ser el "rey de la selva", es incapaz de sobrevivir solo. Necesita la ayuda de otros leones para obtener sus presas. Así, las leonas forman grupos estables para la crianza, en los que se admite a un pequeño número de leones adultos, y los leones adolescentes y adultos forman grupos semi-estables esperando el momento apropiado para destronar a los líderes de un grupo de leonas. Finalmente, los leones destronados no suelen ya formar grupos y mueren en un corto periodo de tiempo.

Por lo tanto, los leones no forman grupos porque sea mejor que vivir en solitario. Forman grupos porque no tienen otro remedio ni alternativa, no pueden escoger. El grupo, para los leones, significa sobrevivir y la vida en solitario es una muerte segura.

Generalizando, podemos ver que la vida en grupos es el resultado de una necesidad primaria, de supervivencia, debido a la incapacidad que tienen los individuos, por sí solos, de sobrevivir. Cuando nuevas circunstancias ponen en peligro la supervivencia de una especie, o bien desarrolla nuevas capacidades para hacer frente a los nuevos peligros de forma individual o desarrolla nuevas capacidades sociales (de ayuda) que permitan lograr el mismo objetivo. En caso contrario, se extingue.

Todas las especies sociales han aparecido como consecuencia de una fuerte presión de supervivencia. Si las nuevas dificultades de supervivencia no pueden superarse a través de la evolución de características individuales, la especie aún tiene una oportunidad: desarrollar mecanismos de ayuda mutua, es decir, convertirse en una especie social. A partir de este momento, los individuos ya no serán capaces de sobrevivir por sí mismos y necesitarán siempre la ayuda de sus congéneres.

Lo que caracteriza la vida de las especies sociales es, pues, el continuo trasiego de ayuda entre los individuos que conforman los grupos. Ayuda para la caza, para la crianza, para la higiene, para la defensa, etc. Los individuos de una especie social no sólo tienen que cuidar de sí mismos sino, también, de los demás miembros de su grupo. Sólo así logran sobrevivir.

 


Respuesta  Mensaje 7 de 22 en el tema 
De: albi Enviado: 18/11/2010 22:57

Los humanos somos la especie más social

Nos debemos dar cuenta de que para los seres humanos, al igual que para todas las especies llamadas sociales, la ayuda de los congéneres es una necesidad primaria de los individuos de la especie. Sin la ayuda de los demás, ningún ser humano puede sobrevivir, por muy fuerte, inteligente, sano, hábil, etc., que sea.

Nuestro éxito como especie nos impide ver con claridad el enorme grado de dependencia que cada uno de nosotros tiene de los demás. En realidad, vistos objetivamente, los individuos humanos tenemos un alto grado de discapacidad para la supervivencia en solitario. Nuestras capacidades individuales están muy disminuidas. Podemos decir, sin equivocarnos, que somos individuos disminuidos y discapacitados para poder sobrevivir en solitario.

Nuestra fuerza, nuestro desarrollo imparable, no proviene ni de la inteligencia individual, ni de la fuerza individual sino de la inteligencia y la fuerza colectivas, de los grupos y de la sociedad. Tomados de uno en uno, los humanos somos tan indefensos como las hormigas y nos superan una gran mayoría de animales. Realmente cuesta mucho hacerse una idea real de hasta donde llega nuestra debilidad e incapacidad a nivel individual.

 

Nuestro cerebro sabe sumar.

Si examinamos todos los logros de la especie humana, nos daremos cuenta que han sido obtenidos mediante la continua colaboración de los individuos de cada generación. Probablemente, la diferencia entre nuestro cerebro y el de los demás animales sea que sabe sumar con más facilidad. Todo nuestro éxito proviene de sumar, sumar y sumar. Sumar esfuerzos, conocimientos, memorias, fracasos, sufrimientos, etc.

Pongamos un ejemplo para que se comprenda. Nos gusta decir, por ejemplo, que Newton descubrió la ley de la gravedad. Es cierto, pero ¿qué hizo realmente Newton para descubrirla? La inteligencia de Newton no daba para formular la ley de la gravedad desde la nada, partiendo de cero. El cerebro de Newton sumó y sumó, a lo largo de muchos años, los descubrimientos, las intuiciones, los errores, de sus antepasados. Y como no se pueden sumar peras con piñas, su cerebro descartó lo incorrecto y agrupó lo correcto. A todo esto, probablemente le sumó una pequeña intuición o un pequeño detalle descubierto por él mismo, dando como resultado la imponente ley de la gravedad.

Aunque nos gusta atribuir el mérito de la ley de la gravedad a Newton, cometemos un gran error histórico con ello. En realidad, Newton no aportó a la ley de la gravedad más que muchos de sus antepasados. El único mérito de Newton fue trabajar en el problema, justo cuando ya faltaba muy poco para ser resuelto, es decir, es un mérito de oportunidad. Si fue Newton y no otro quien descubrió la ley de la gravedad, fue porque el cerebro de Newton sabía sumar mejor que los demás. Pero no debemos olvidad que sumó los descubrimientos, los esfuerzos y los fracasos de muchos antepasados suyos. Por tanto, Newton tiene tanto mérito en la ley de la gravedad como muchos otros que trabajaron en el problema antes que él. No obstante, por nuestra simplicidad de pensamiento y, sobretodo, por la necesidad de mantener muy alto nuestro orgullo individual, preferimos atribuir todo el mérito a Newton.

Esto es así porque nos es muy doloroso aceptar que, como individuos, valemos muy poco, incluso, cada vez menos. A medida que nuestro sistema social se desarrolla, vamos perdiendo más capacidades, más autonomía individual. Nuestro deterioro individual es algo que nos molesta aceptar y, por eso, siempre tratamos de ensalzar lo individual aunque con ello cometamos un error evidente.

Del mismo modo que la ley de la gravedad, todos los logros humanos, desde el fuego, el hacha y la rueda, hasta los aviones, los ordenadores e Internet, son fruto de la suma de la fuerza e inteligencia de miles y miles de individuos. En un avión, por ejemplo, se podrían escribir los nombres de las cientos de miles de personas que han contribuido (sumado) a su construcción, aunque nos apetece más escribir sólo el nombre del ingeniero aeronáutico que lo diseñó.

Toda esta discusión es para alertar al lector de que existe en cada uno de nosotros una gran resistencia para apreciar hasta qué punto necesitamos la ayuda de los demás para sobrevivir. Parece que queda mal reconocer que necesitamos la ayuda de los demás y, por tanto, solemos evitar pensar en ello. Nuestro ideal sigue siendo el héroe solitario capaz de enfrentarse sólo a las más duras pruebas y adversidades. Puesto que la fantasía es libre, podemos seguir engañándonos con tales historias, pero pagamos el alto precio de ocultar la realidad. Este es el verdadero motivo por el cual no se ha aclarado hasta hoy la verdadera naturaleza del afecto.

 

El afecto es la ayuda que necesitamos para sobrevivir.

Si bien el punto anterior no ofrece dudas racionales sobre su verdad, puesto que los hechos son evidentes, existen dificultades para comprender que lo que en nuestra vida cotidiana llamamos 'afecto', no es otra cosa que la ayuda que necesitamos de los demás para sobrevivir. Evidentemente, podríamos evitar plantear esta cuestión, ya que llamar afecto a la ayuda que recibimos de los demás es simplemente un tema de orden lingüístico.

No obstante, nuestro interés estriba en demostrar que ambas palabras ('ayuda' y 'afecto') son sinónimas en la medida que designan básicamente unos mismos hechos. El problema es que se suele pensar que el afecto es un fenómeno no-material, intangible y no mesurable, lo cual acarrea numerosos errores y perjuicios, ya que no es verdad. Comprender y aprender que el afecto es un fenómeno material, tangible y cuantificable cambia radicalmente la forma de afrontar nuestras relaciones afectivas y posibilita la solución a numerosos problemas derivados de los desequilibrios afectivos.

Para que nuestros alumnos se den cuenta de la identidad entre ayuda y afecto, les pedimos primero que nos digan ejemplos de lo que ellos consideran actos de ayuda. Nos suelen decir cosas como: "dejar los apuntes", "acompañar a alguien", "dar dinero", "resolver un problema" (de otro), "cuidar a un enfermo", "hacer la comida" (a otros), "hacer la compra" (para otro), "escuchar los problemas de otro", etc. Una vez han empezado, no les cuesta mucho hacer tan larga como se quiera esta lista.

Luego les decimos que "reserven" esta lista a un lado, como si se tratase de una clase de cocina, y que centren su atención en otro punto distinto. Entonces les proponemos hacer una lista de hechos que, para ellos, signifiquen actos de afecto o amor. Ante un primer sentimiento de perplejidad, empiezan a decir cosas como: "hacer un regalo", "convidar a cenar", "dar un beso o un abrazo", "decir te quiero", "acompañar en los malos momentos", "comprender y respetar al otro", "proteger al otro", etc. Mientras se van proponiendo ejemplos de afecto, alguien suele decir "ayudar a ...", pero nosotros le decimos que no podemos ponerlo en la lista ya que lo que queremos ver precisamente es si la ayuda es realmente lo mismo que el afecto.

Una vez la lista ha llenado la altura de la pizarra, les proponemos que comparen ambas listas, la de ejemplos de ayuda y la de ejemplos de afecto. Aparentemente son distintas aunque existen ejemplos en común, como "acompañar al otro", etc.

La cuestión aparece más clara cuando planteamos qué pasaría si hiciéramos las dos listas mucho más largas. ¿Aparecerían la mayoría de los términos de una en la otra? Es decir, "hacer un regalo" no es un acto también de ayuda, al igual que "dar un beso o un abrazo" cuando el otro lo necesita, o "decir te quiero", "comprender y respetar al otro", etc. Del mismo modo, no es también un acto de afecto o amor "dejar los apuntes", "dar dinero", "cuidar a un enfermo", etc.

La mayoría de los alumnos empiezan a darse cuenta de la gran similitud de ambas listas, de que lo que uno escribe en una lista, puede también escribirlo en la otra. Quizás no todos los ejemplos son igualmente intercambiables. Unos son muy claros y otros cuestan más. La razón de ello es que utilizamos las palabras 'ayuda', 'afecto', 'amor', 'cariño', 'solidaridad', etc., en contextos distintos, pero todas se refieren a la misma clase de actos. 

Esto mismo ocurre con muchas de nuestras palabras más comunes. Por ejemplo, la palabra 'mesa' tiene muchos sinónimos según sea el contexto en el que estemos hablando. Si la mesa sirve para escribir la llamamos 'escritorio', si sirve para comer la llamamos 'comedor', si sirve para los alumnos de una escuela la llamamos 'pupitre' y si sirve para celebrar misa la llamamos 'altar'. 'Mesa', 'escritorio', 'comedor', 'pupitre' y 'altar' son palabras distintas que se refieren básicamente a un mismo hecho u objeto, escogiéndolas según el uso o el contexto que nos refiramos. Incluso, una misma mesa puede servir de escritorio, pupitre, comedor o altar si la llevamos al sitio adecuado y la utilizamos convenientemente.

Igual nos pasa con las palabras 'ayuda', 'afecto', 'amor', 'cariño', etc. Si prestamos ayuda a nuestra pareja o a nuestros hijos, lo llamamos 'amor' o 'cariño', si prestamos ayuda a un amigo lo llamamos 'afecto' o 'amistad', y si prestamos ayuda a desconocidos lo llamamos 'ayuda' o 'solidaridad'. Pero sea la que sea la palabra que utilicemos, siempre nos estamos refiriendo a una misma clase de hechos. Quizás la palabra más general y más amplia, a nuestro entender, que los designe sea 'ayuda', aunque es de libre elección escoger otra cualquiera.

No debemos confundir los problemas lingüísticos con los problemas psicológicos. La lingüística nos aclarará cuando utilizamos una u otra palabra, la psicología nos tiene que aclarar la naturaleza de los hechos que designamos con estas palabras.

Recapitulando lo que hemos planteado, constatamos que sin la ayuda de los demás, los seres humanos no podemos sobrevivir y que esta ayuda adopta la forma de afecto, amor, cariño, solidaridad, amistad, cuidados, atención, etc., según el contexto y el tipo de ayuda proporcionada. Es decir, que podemos afirmar también que sin el afecto, amor, cariño, etc., de los demás, los seres humanos no podemos sobrevivir.

Después de este paréntesis lingüístico, que esperamos haber aclarado, debemos seguir con nuestra tarea y plantear cual es la naturaleza de los hechos involucrados en los actos de ayuda, afecto, amor, etc.

 



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