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General: La guerra de corea de 1.950 a 1.953
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De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 27/11/2010 19:12

La guerra de Corea, 1950-1953

Posted: 7 Agosto, 2007 by Marco Antonio Martin Garcia in Historia
La guerra de Corea es el primer conflicto de gran intensidad enmarcado en la denominada “Guerra Fría”, un periodo de confrontación política e ideológica entre EEUU y la URSS que se produjo a nivel mundial entre 1945 y 1991. El conflicto de Corea nace de la separación artificial de Corea en dos países de ideologías antagónicas: Corea del Norte, de ideología comunista y Corea del Sur, de ideología capitalista. El intento norcoreano de reunificar por la vía militar ambas Coreas en un solo país generó una sangrienta guerra civil que devastó el país y separó a sus habitantes en bandos irreconciliables, generando miles de muertos y heridos y abriendo una herida que aún perdura hoy en día. Además de eso, la guerra de Corea es el primer gran fracaso de la ONU como organización internacional encargada de preservar la paz y la concordia entre naciones y uno de los primeros reveses militares de EEUU en el siglo XX, una guerra olvidada por la vergüenza mundial que desata y de la que nadie se quiere acordar hoy en día.

 

 

Corea era un antiguo reino asiático que fue ocupado y anexionado por Japón en 1910. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945 y la derrota de Japón, EEUU y la URSS ocuparon Corea, dividiendo el país en dos zonas de ocupación, tomando como referencia el paralelo 38º. Al norte del paralelo 38º se estacionarían las tropas de ocupación soviéticas y al sur los norteamericanos. Lo aliados pretendían unificar de nuevo Corea en un solo país, celebrando elecciones en 1948, pero la negativa de la URSS en reconocer las elecciones organizadas por EEUU y el estallido de la “Guerra Fría” entre EEUU y la URSS tuvo como resultado la división de este país en dos estados independientes y soberanos, siguiendo la antigua demarcación del paralelo 38º.

Al norte del paralelo 38º surgiría la “República Democrática Popular de Corea”, (denominada también simplemente como “Corea del Norte”), una dictadura comunista dirigida por el tenaz líder Kim Il Sung, exiliado en Moscú desde hacia años y aliado del líder soviético Stalin. Al sur del paralelo 38º surgiría el estado nacionalista y pro-occidental de la “República de Corea” (conocida como “Corea del Sur”), un estado que pretendía ser democrático, pero el triunfador de las elecciones de 1948, el nacionalista cristiano Syngman Rhee, acabó con la democracia que le permitió ser elegido y estableció una dictadura nacionalista con el apoyo y beneplácito de EEUU. La división de Corea en dos duros estados dictatoriales de ideologías opuestas ocasionó la división de las familias coreanas y la pérdida de su antigua identidad e idiosincrasia convirtiéndose en un frente de la “Guerra Fría” entre EEUU y la URSS, en una pieza de la partida de ajedrez que jugaban a nivel mundial ambas superpotencias.

El 1 de octubre de 1949 el partido comunista chino, liderado por Mao Tse Tung, culminaba su movimiento revolucionario y tomaba el poder en China, ocasionando que los nacionalistas chinos se refugien en Taiwán y que el equilibrio de potencias asiático se decante a favor del bloque comunista. Tras estos acontecimientos EEUU se mostró decidido a evitar la expansión del comunismo por Asia, apoyando al líder surcoreano Syngman Rhee en sus intentos de evitar una reunificación comunista de Corea y en cambio obtener una reunificación nacionalista. Por su parte, Kim Il Sung también perseguía reunificar Corea bajo el mando del Partido Comunista y convenció a Stalin para que la URSS le prestara apoyo armamentístico y financiero para iniciar una campaña militar contra Corea del Sur.

El 25 de junio de 1950, las tropas norcoreanas cruzaron el paralelo 38º y avanzaron arrolladoramente hacia el sur, derrotando fácilmente al ejército surcoreano, gracias a su mejor entrenamiento militar y al armamento soviético brindado por Stalin. La debacle de las fuerzas surcoreanas ocasionó que Seúl, la capital de Corea del Sur, cayera el 27 de junio. Semanas más tarde la mayor parte de Corea del Sur había caído en manos norcoreanas y el frente sólo se logró estabilizar en la zona de la ciudad portuaria de Pusan, gracias a la heroica resistencia de las tropas norteamericanas que había en el país. A finales del verano el ejército de 100.000 hombres de Corea del Sur había visto reducido su número a la mitad, debido al gran número de bajas sufridas en los combates con los tenaces norcoreanos. Los norteamericanos destacados en Corea no estaban preparados para una contienda de ese nivel y sufrieron mucho para resistir en el perímetro de defensa de Pusan, pero gracias a la valentía y la gran preparación militar de los “marines” estadounidenses destacados en la zona y al aprovisionamiento aéreo que les proporcionaba la fuerza aérea de EEUU, la mezcolanza de tropas norteamericanas del 8º ejercito y tropas surcoreanas cercadas en Pusan logró aguantar la embestida norcoreana y resistir. Mientras las tropas de tierra sufrían tal debacle, el poder aéreo estadounidense, constituido por la “Fuerza Aérea del Lejano Oriente” (FEAF) y la “5ª Fuerza Aérea” con base en Corea, logró obtener decisivas victorias, al destruir rápidamente a gran parte de la fuerza aérea de Corea del Norte, obteniendo con ello la superioridad aérea en la zona y pudiendo así abastecer a las tropas cercadas en Pusan y apoyarlas con bombardeos tácticos. Además del apoyo aéreo cercano que la “5ª Fuerza Aérea” prestaba a las fuerzas terrestres de Pusan, el “Mando de Bombarderos” de la FEAF empezó a bombardear Corea del Norte como represalia. Gracias a las victorias áreas y al valor de los “Marines” el ataque norcoreano fue detenido hasta que llegaron los refuerzos militares de EEUU y el frente se estabilizó.

La primera reacción norteamericana ante el ataque de Corea fue de sorpresa, ya que el gobierno no creyó en los informes de la CIA que advertían de un posible ataque norcoreano. Pero tras la sorpresa inicial, el presidente Truman, siguiendo su doctrina de detener el comunismo allá donde se expandiera, decidió apoyar militarmente a Corea del Sur, enviando la 7ª flota a Taiwán y movilizando a las tropas de ocupación que EEUU mantenía en Japón bajo el mando del experimentado general Douglas Mac Arthur, jefe de las fuerzas norteamericanas en el Pacifico y un personaje que clave en la victoria sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial. La cercanía entre Japón y Corea permitió que los norteamericanos pudieran mandaran rápidamente refuerzos a Corea.

Las potencias occidentales apoyaron a EEUU en sus medidas militares y llevaron el caso de la agresión norcoreana al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el cual condenó el ataque norcoreano y mandó tropas de 15 países miembros para que se sumaran a las de EEUU y liberaran Corea del Sur de la invasión comunista. A las fuerzas de Mac Arthur se unieron las de Australia, Nueva Zelanda, el Reino Unido, Francia, Canadá, Sudáfrica, Turquía, Tailandia, Grecia, Holanda, Etiopía, Colombia, Filipinas, Bélgica, y Luxemburgo.

El despliegue de la ONU y EEUU tenía como objetivo liberar Corea del Sur de tropas norcoreanas. La dura presión norcoreana sobre el perímetro de Pusan condenaba a las naciones aliadas a una costosa guerra de trincheras e impedía iniciar una ofensiva de gran envergadura en la zona que permitiera a los soldados aliados obtener la iniciativa en la guerra. Ante ese panorama, el general Mac Arthur, comandante en jefe de las tropas de la coalición, ideó una brillantísima estrategia: planeó desembarcar en el puerto de Inchon y tomar a los norcoreanos por la espalda, cercándoles y destruyendo su ejército. El plan de Mac Arthur era muy arriesgado, ya que un fracaso en la operación supondría como poco alargar en varios años la guerra e incluso perderla. Pero la maestría de Mac Arthur y su experiencia militar permitieron que las tropas de la ONU tomaran por sorpresa a los norcoreanos y consiguieran una gran victoria al tomar rápidamente el puerto pobremente defendido de Inchon. Después del desembarco de Inchon los norcoreanos se sumieron en un completo caos, al ver cortadas sus líneas de suministro y ser amenazados por las tropas aliadas que tenían a retaguardia, teniendo que abandonar el asedio a Pusan para retirarse rápidamente a Corea del Norte y evitar así ser cercados por las tropas aliadas.

Las tropas de ONU que habían estado encerradas en el “Perímetro de Pusan” avanzaron hacia el norte para enlazar con sus compañeros en Inchon, liberando a su paso Corea del Sur, expulsando a los norcoreanos al norte del paralelo 38º. El objetivo legítimo de liberar Corea del Sur había sido todo un éxito, pero los norteamericanos querían proseguir la guerra invadiendo Corea del Norte y unificar toda Corea bajo el mando del dictador Syngman Rhee. El General Mac Arthur, quizás engreído por su gran éxito, pensaba incluso que a la futura victoria sobre Corea del Norte debía seguir el ataque a la China comunista y “liberar” Asia del comunismo. A finales del mes de octubre de 1950 las fuerzas de la ONU habían obligado a los norcoreanos a retroceder hasta la frontera norte de Corea del Norte, diezmando sus fuerzas aéreas y terrestres. El 19 de octubre, las tropas de la ONU culminaron su avance y tomaron Pyongyang, la capital de Corea del Norte.

La aproximación de los aliados a la frontera entre Corea del Norte y China puso en estado de alerta a los comunistas chinos, los cuales habían advertido reiteradas veces que si las tropas de la ONU sobrepasaban la frontera del río Yalu ellos se sentirían amenazados y reaccionarían en consecuencia. Mao Tse Tung temía que si Corea del Norte caía, EEUU, atacaría en el futuro a China con el apoyo de los nacionalistas chinos refugiados en Taiwán. Viéndose amenazado, Mao pidió ayuda a Stalin, pero éste era reacio a prestar mucha ayuda a los chinos ya que temía que China se convirtiera, con su potencial humano y el armamento soviético, en una potencia capaz de amenazar en el futuro la frontera que mantenía China con la URSS. Por eso la ayuda militar soviética se limitó a varios aviones y material antiaéreo, que no obstante de su escaso número fueron muy útiles a los chinos y norcoreanos, ya que los aviones soviéticos MIG-15 acabaron con la abrumante superioridad aérea que mantenían los pilotos de la ONU. La ayuda soviética a China no fue castigada por EEUU, ya que temía una escalada del conflicto que ocasionase un conflicto nuclear entre amabas superpotencias. Mao Tse Tung sopesó durante mucho tiempo los pros y contras de una intervención militar china en Corea, pero finalmente la caída de Pyongyang le decidió a atacar a las tropas de la ONU antes de que estas ganaran totalmente la guerra.

El 26 de noviembre de 1950, un ejército de 380.000 “voluntarios” chinos al mando del general Peng Dehua arrolló a las tropas de la ONU y las obligó a retirarse hasta el paralelo 38, en esta durísima retirada, acontecida en pleno invierno, los marines estadounidenses se cubrieron de nuevo de gloria al cubrir el repliegue de las acosadas tropas de la ONU. El asalto chino tomó a las tropas estadounidenses por sorpresa, ya que la guerra entre China y los Estados Unidos no había sido declarada. La retirada hacia el sur de las tropas de la ONU continuó todo el año de 1950 El día de año nuevo de 1951 las fuerzas Comunistas de China y del Norte de Corea atacaron a lo largo de todo el frente, colapsando de nuevo a las fuerzas aliadas y capturando Seúl el 4 de enero, expulsando finalmente a los aliados a 40 millas al sur de Seúl. Mac Arthur, incapaz de detener a las tropas chinas pidió bombardear con armas atómicas la frontera del rió Yalu entre Corea y China. Esta petición de Mac Arthur escandalizó al presidente Truman, que reemplazó a Mac Arthur por el General Matthew Ridgway. El agotamiento de los chinos y norcoreanos, acosados duramente por la aviación norteamericana, permitió que las fuerzas de la ONU iniciaran de nuevo la ofensiva a fines del invierno de 1951 y recapturaran Seúl el 15 de marzo de 1951.

El 22 de abril de 1951, las tropas comunistas iniciaron su “Primera Ofensiva de Primavera”, rompiendo el frente central que guarnecían las tropas de la ONU Y acercándose de nuevo al norte de Seúl. Tras ser detenidos el 30 de abril, los comunistas iniciaron de nuevo el ataque hacia Seúl con su “Segunda Ofensiva de Primavera” el 16 de Mayo de 1951, pero esta vez fueron detenidos rápidamente y las fuerzas de la ONU, decididas a llevar la contienda a Corea del Norte, iniciaron una exitosa ofensiva que empujo a los norcoreanos de nuevo al paralelo 38º. El “empate militar” entre ambos bandos generó que la contienda se convirtiera en una guerra de posiciones alrededor del paralelo 38º.La imposibilidad de una resolución militar del conflicto impulso las negociaciones de paz entre ambos bandos, apoyados por EEUU, cansado de tantas bajas infructuosas, y por la URSS, que temiendo la expansión y rivalidad de China manifestó su deseo de que coexistieran dos sistemas diferentes en la península de Corea.

Finalmente, tras la detención y derrota de las últimas ofensivas chinas en marzo de 1953, las negociaciones para un armisticio en la zona concluirán exitosamente el 27 de julio de 1953, con la firma del “Armisticio de Panmunjong”, acuerdo por el cual se creó una nueva línea de demarcación entre ambas Coreas, creando una “Zona Desmilitarizada” alrededor del paralelo 38º. No se firmó ningún tratado oficial de paz entre ambas naciones, por lo cual los problemas que generaron la Guerra de Corea perduran hasta hoy en día, viéndose muy difícil de momento la reunificación de ambas Coreas en un solo país.

La guerra de Corea fue la primera confrontación armada de la Guerra Fría, una especie de “test” o “prueba de fuego” en la que EEUU y la URSS midieron sus fuerzas, sin importarles el daño que podía ocasionar su intervención al pueblo Coreano y Chino y buscando simplemente su beneficio político y propagandístico. El “éxito” propagandístico de este conflicto que “calentó” la Guerra Fría, sirvió de precedente para que EEUU y la URSS siguieran su política de enfrentamientos indirectos a través de terceros países. A la guerra de Corea, seguirán la intervención norteamericana en Indochina y la ocupación soviética de Afganistán. Los peor parados salieron los cientos de miles de coreanos, sobre todo civiles, que murieron en el conflicto. La guerra dejó 84.000 bajas en las tropas de la ONU, sufriendo EEUU 44.000 de estas. Alrededor de 160.000 chinos y norcoreanos murieron a su vez en la Guerra de Corea. La guerra también fue usada como una excusa para que tanto Kim Il Sung como Syngman Rhee reprimieran cruelmente a los disidentes políticos y reafirmaran su poder dictatorial. La guerra de Corea significó un alejamiento entre la URSS y China, que a partir de entonces se verían mas como países rivales que como aliados ideológicos. En definitiva la Guerra de Corea fue la primera gran catástrofe de la “Guerra Fría” y los juegos de marionetas de las superpotencias.

© 2007 – Autor: Marco Antonio Martín García



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