Para adelante y para atrás. Sin saber qué decir ha dejado WikiLeaks al oficialismo. Luego que el presidente Hugo Chávez se congratulara con el trabajo del portal que ha revelado operaciones de seguridad del Departamento de Estado de los Estados Unidos, muchas han sido las críticas que han surgido de sus seguidores para reconfirmar la veracidad de los informes, sin que ellas perciban que los documentos también dejan al desnudo al Gobierno venezolano.
 

Casi como un héroe Chávez dejó el pasado martes a uno de los fundadores de WikiLeaks, Julian Assange, a quien felicitó durante una de sus acostumbradas alocuciones “por su coraje, su valentía”. También lo victimizó. Según el primer mandatario, "este hombre anda prácticamente clandestino, dando declaraciones no se sabe desde dónde, temiendo incluso por su vida".
 

En esa misma declaración, el mandatario nacional instó a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, a que pusiera su cargo a la orden: “Deberías renunciar, señora, es lo menos que puede hacer. Deberían darle una respuesta al mundo y no empezar a atacar y decir que fue un robo”.
 

Días antes, el también oficialista Walter Martínez, periodista y conductor del programa Dossier, que transmite VTV, se había plegado a la opinión del jefe de Estado y certificó la credibilidad de los más de 250 mil papeles que revelan detalles de seguridad del gobierno de Barack Obama.
 

“De ahora en adelante, de Assange (WikiLeaks) dirán desde pederasta hasta violador. Lo que no pueden decir es que (los) documentos son falsos”, fue lo que Martínez colgó en su cuenta Twitter el pasado domingo, cuando además dejó ver que el desprestigio del administrador del portal sería una estrategia de contraataque por parte de Estados Unidos.
 

Contradicción
 

Pero en vista de que WikiLeaks también destapa la olla del Gobierno venezolano al divulgar seis cables de lo que a lo interno del país ocurre, los oficialistas no podían seguir felicitando a Assange y procedieron con una buena tajada de ataques.
 

El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, no fue tan halagador como el primer mandatario y afirmó el miércoles que los documentos son parte de una “conspiración permanente” contra Chávez.
 

"Es una conspiración que abarca el mundo entero, prácticamente una persecución contra un país como Venezuela", dijo desde Lima, al tiempo que afirmó que en muchos de los papeles se presiona a América Latina para “tratar de aislar a la Venezuela de Hugo Chávez”.
 

También Ramón Rodríguez Chacín, miembro de la dirección nacional del PSUV, hizo lo suyo: “No es un secreto para nadie que los Estados Unidos, con sus voceros más calificados, ha dicho que Venezuela es una amenaza para ellos. Esto es una guerra sucia”, calificó.
 

Mientras que el diputado oficialista de la Asamblea Nacional, Earle Herrera, opinó que los documentos infiltrados que delatan al Gobierno nacional son una prueba de lo que quiere “el imperio”: “Aislar a Venezuela”.
 

Toda esta refutación de los oficialista es lo que el profesor de Derecho Internacional de la Universidad Central de Venezuela, Juan Carlos Saiz Burgo, califica como otra de las incongruencias del Gobierno, que manipula los temas “a su conveniencia”. “Esto le ha pasado al presidente Chávez en muchas ocasiones; comienza a alabar a gente que habla mal de Estados Unidos, pero cuando habla de él, inmediatamente cambia y lo ataca. Esto es un eslabón más de esa larga cadena de organismos y personalidades que le han hecho lo mismo”.
 

También el abogado e internacionalista Adolfo Salgueiro lo confirma: “WikiLeaks primero es bueno porque le hace daño a Estados Unidos, pero las computadoras de Raúl Reyes y el Mono Jojoy son malas porque le hacen daño a Chávez, entonces de eso no se habla”.
 

Sobornos y maltratos en Barrio Adentro
 

Entre 2006 y 2009 la embajada de Estados Unidos ayudó a poco más de 500 médicos cubanos que laboraban en Venezuela, a salir del país mediante un programa especial de visa para establecerse en territorio norteamericano, mostraron nuevos cables dados a conocer en el portal WikiLeaks.org.
 

En un cable confidencial con fecha de 12 de febrero de 2010, el embajador de EEUU, Patrick Duddy, narró episodios en los que con frecuencia los médicos tenían que pagar sobornos cuando salían del país a través del aeropuerto de Maiquetía.
 

El informe también reveló las condiciones en que trabajan los médicos, recibiendo pagas de poco menos de $375 al mes, con frecuencia obligados a “inflar” el número de pacientes que atienden, y presionados para que “conduzcan trabajos políticos”.
 

El cable indicó que muchos de los médicos que tratan de salir desde Maiquetía, lo hacen únicamente si pagan sobornos “generalmente entre 700 y 1000 dólares”, “a funcionarios de inmigración venezolanos o funcionarios cubanos de quien se dice están trabajando en el aeropuerto”.
 

Entre 2009 y principios de este año, unos 20 médicos que tenían permiso para viajar a Estados Unidos fueron detenidos y sometidos a “intensos interrogatorios”, que han incluido “abuso físico y verbal”.
 

Debido a este acoso los médicos prefieren salir vía Colombia, donde no tienen problemas de maltratos. Una vez que cruzan la frontera se trasladan a Bogotá, y de ahí vuelan a Miami.