Un concepto que a veces solemos utilizar en los posts es el de macho beta, y ahora caemos en la cuenta de que ni siquiera hemos explicado claramente que es esto y su reverso, el macho alfa.
En principio el concepto macho alfa viene de la zoología, especialmente del estudio de nuestros primos –no tan lejanos- los primates.
El Macho alfa vendría a ser el líder de la manada, aquel que parte el bacalao y tiene acceso a todas las hembras del grupo y encima está exento de mancharse las manos en trabajos cotidianos como buscar comida y cobijo.
Curiosamente este mono jefe no siempre es el más grande ni fuerte, si no el más inteligente o con mayor capacidad para intimidar al resto de machos. De hecho muchos de ellos siguen ostentando el liderazgo incluso muy mayores y faltándoles dientes –un importante arma ofensiva en el mundo de los primates-.
En coaching desde hace unos años se ha puesto de moda el término para referirse a aquellos jefes o directivos especialmente agresivos, y antes incluso se aplico el concepto en seducción para referirse a aquel hombre seguro de si mismo y con más aplomo que atrae mujeres por su carácter fuerte y autoritario.
No hablaremos aquí del macho alfa en la empresa, pero si del falso mito del macho alfa en seducción, de la creencia compartida por mucha gente de que ser agresivo es una especie de afrodisiaco para todas las mujeres y que por tanto uno debe portarse como Chuck Norris para encandilar a las damas.
El falso macho alfa, el matón del colegio
A lo largo de la vida he conocido a más de una persona agresiva, y si algo tienen todos en común es una profunda inseguridad en sí mismos causada por el miedo y una baja autoestima.
Suelen vivir bajo el instinto animal de lucha-huida: luchar para protegerse tratando siempre de imponer su personalidad e ideas por encima del resto y a la fuerza para evitar por medio de la violencia que los demás se den cuenta de algo.
A veces ese algo es una escasa preparación intelectual, ser de clase baja o tener orígenes humildes, algún defecto físico o mental oculto, una familia problemática…
Luego está el factor huida, que generalmente suele ser alguna adicción que les permite huir temporalmente de la realidad ordinaria y poder así aligerar algo el estrés y la presión producida por los múltiples conflictos en los que se ve inmerso –con los demás, en el trabajo, con los estudios-.
Una de las adicciones favoritas de las personas violentas suele ser el alcohol.
Según la teoría taoísta que asocia emociones con órganos internos es el hígado el encargado de manejar la agresividad y la bondad con nosotros mismos y los demás, y ello explica la animosidad propia de aquel que se toma más copas de las que debería y las típicas peleas a la puerta de muchos bares, discotecas y fiestas mayores en pueblos.
Sin embargo existe el mito de que ese tipo de personas que siempre tienen necesidad de mear en tu árbol para marcar su terreno tienen más éxito con las chicas, tal vez, pero ¿con que tipo de chicas?
Una vez más lo semejante atrae lo semejante
Hay cierto tipo de mujeres –ni muchísimo todas y ni siquiera una gran parte- que son inseguras y/o inmaduras que por desgracia prefieren a este tipo de elementos y una y otra vez caen en relaciones destructivas con ellos.
Mujeres inseguras que lo son tal vez por los mismos motivos que ellos, o tal vez porque ellas más que MRE necesitan directamente Puenting Emocional para creer que sienten algo parecido a amor.
En el otro extremo están algunas chicas adolescentes que prefieren al chulito de su barrio o instituto por pura inmadurez emocional.Al estar explorando sus límites emotivos es normal que una fémina a esas edades quiera probar el peligro, desafiando también los tabús familiares de paso –como todos chicos y chicas hacemos en la edad del pavo-.
Afortunadamente y ya con experiencia el gusto cambia en la mayoría de ocasiones por otro tipo de chicos con caracteres más centrados y socialmente aceptables.
El autentico macho alfa, el líder tranquilo.
Todos los grandes seductores que hemos conocido han tenido ciertas características de lo que llamamos autentico macho alfa, y muy rara vez era la abierta agresividad del matón de colegio. Algunas de ellas son:
-Tener seguridad en uno mismo: no basada en “tener jeta” o hacer cosas que para otros serían imposibles por falta de aplomo, si no más bien la que te da el conocerte a ti mismo.
La autentica seguridad viene cuando periódicamente pones a prueba tu temple y sabes hasta que puedes hacer y que no. Cuando lo sabes haces lo puedes y no pierdes energía, tiempo ni preocupación pensando en lo que crees que no puedes hacer.
A, pero ¿tener confianza no es tener morro y por ejemplo tener capacidad de entrarle a cualquier chica o decirle cosas que otros chicos no se atreverían?
Pues no, con un poco de práctica, el ambiente adecuado o algo de ayuda externa cualquiera puede atreverse a cualquier cosa si tiene los estímulos adecuados ¡pero eso no tiene nada que ver con la confianza en uno mismo!.
-Enfrentarte con tranquilidad a situaciones sociales: ya sean agradables –conocer gente nueva, tratar a los amigos- o desagradables –discutir y argumentar cuando el interlocutor está crispado, imprevistos varios, malas respuestas-.
Obviamente eso te lo da la seguridad en uno mismo, si sabes que puedes afrontar estas situaciones lo haces dándolo todo sin reservas, si sabes que es demasiado para ti te excusas y tratas de sortear el escollo.
El problema es no conocerte a ti mismo y tus capacidades y quedarte atascado, que es el miedo principal de la gente tímida.
-Saber cuando ser líder o seguidor: Cuando tienes confianza en ti mismo puedes ser mejor seguidor de alguien mejor que tu en algo sin que halla una guerra de egos, lo cual es positivo porque es inevitable ser seguidor de alguien en muchos momentos de la vida.
Para el falso macho alfa es una ofensa ponerse en modo seguidor ¡porque por sus carencias reales debería hacerlo más que la mayoría de personas!
En cambio si te conoces bien a ti mismo eres humilde, sabes que puedes mejorar y que la vía es tratando de tener cerca de ti a personas con mejores habilidades que tu.
-El sentido del humor: ¡bendita la risa! Las personas más inteligentes y confiadas que he conocido siempre tienen el chiste en la boca, sobre todo para quitarle hierro a cualquier situación dramática o difícil.
Y por ello es un auténtico bálsamo tener a este tipo de gente cerca, te animan y te inspiran a ver la vida de forma más ligera.
El humor es un afrodisiaco para las mujeres, pero solo si está combinado con confianza en uno mismo (de hay la efectividad del humor-chulo del que tanto hemos hablado en esta página). El humor del pagafantas muchas veces es a costa incluso de sí mismo llegando a veces al patetismo. El patetismo no es sexy.
Otra cosa es tomarse los propios defectos a la ligera, asumir tu imperfección y comentarla de forma ingeniosa dándole la vuelta a la tortilla y consiguiendo así que ser “demasiado algo” sea una ventaja que te hace único y diferente.
-Hacer que las cosas pasen por el bien común: a diferencia del matón, el auténtico macho alfa tiene claro que quiere y suele conseguirlo porque hace ver a los demás las ventajas que ello ocurra.
De nuevo consigue darle la vuelta a la tortilla a cualquier situación: el no liga con chicas, solo las convence de lo ideal que sería que dos personas congenien y compartan intimidad y conviertan una trivial amistad en algo más significativo ¿Qué chica no quisiera eso?
El matón no tiene ese sentido del objetivo, solo se mueve a impulsos y reflejos y tan pronto puede ayudarte un día que ponerte en su lista negra el siguiente. No busca su beneficio y de paso el bien común, tan solo sobrevivir en un mundo con miles de amenazas imaginarias.
En resumen, como podéis ver no hace falta ser una persona agresiva para tener características de macho alfa, hace millones de años que dejamos de ser animales y el mundo de los humanos y sus relaciones son infinitamente más complejos que el de los pobres simios.
Como reza el dicho taoísta: “nada es más blando y maleable que el agua, pero siempre vuelve para desgastar a la dura roca”.