Una muerte gloriosa triunfa sobre el tiempo y prolonga la sublime existencia hasta la más remota posteridad – Simón Bolívar
No me creo compañero Rubén, que la gloriosas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia estén muertas y como dijo Unamuno al traidor Millán Astray Durante la celebración del Día de la Raza de 1936, como así se llamaba entonces al 12 de octubre, Unamuno, que había apoyado públicamente la sublevación militar de julio de ese año, critica duramente la rebelión de los militares contra el Gobierno legal republicano, tras una serie de discursos de otros oradores que atacaban a lo que denominan la anti España. Unamuno acaba sus palabras contra el alzamiento con la célebre frase de "Venceréis pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir". Podrán ser vencidas, pero la fuerza de la razón seguirá vigente y más pronto que tarde, los vasallos y miserables siervos del capital, pagaran sus fechorías y felonías. Para el último gran asesinato entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en la persona del gran dirigente revolucionario, Jorge Briceño, se necesitaron 30 aviones y 27 elicopteros, 7 toneladas de explosivos tritonal y la tecnología punta del South Command estadounidense y del Mossad israeli. La utilización de toda la violencia terrorista del estado colombiano contra un hombre solo en su Cuartel General en la montaña. Un hombre que era todo un pueblo.
Ni las buenas amistades de Santos con Chávez o Correa quitan un ápice de la especie de asesino que dirige Colombia, un asesino que reemplaza a otro en su sumisa entrega a una potencia extranjera. En cualquier Estado que se precie, estos individuos, serian juzgados por traidores a su Patria, en Colombia son jaleados; a eso llaman democracia.