Tras los acuerdos tripartitos (Estado-gobierno, burocracia sindical y empresarios) en los sectores de petroleros y minería –acuerdos basados en la impunidad del crimen de Mariano Ferreyra, a los que ya hemos hecho referencia-, ahora el gobierno nacional firmó otro, con la UOCRA.
Dijo Cristina: “Todas las actividades se comprometen a mejorar la competitividad con inversión y tecnología para sustituir importaciones, además de contemplar la paz social”. ¿Más clarito? Echale agua… o leé esto: se rechaza “el corte de rutas y/o bloqueo de los lugares de trabajo como metodología de protesta”. Y el acuerdo no fue firmado sólo por la burocracia del gordo Gerardo Martínez y la Cámara Argentina de la Construcción, sino también por el mismo Moyano y Héctor Méndez, de la Unión Industrial, Jorge Brito, de la Asociación de Bancos Argentinos, y Adelmo Gabbi, de la Bolsa de Comercio (miembros del empresarial “grupo de los 6”). ¡Eso sí que es una política de Estado… burgués!
Más allá de las promesas de planes de “construcción masiva” de viviendas –es fácil venir ahora con eso después de la irrupción de los de abajo en Soldati, la represión y los asesinatos de hermanos inmigrantes por de las bandas de fachos, barrabravas y punteros-, lo que más interesa lograr, según comentó Página/K, “es trabajar sobre las expectativas inflacionarias para evitar desbordes el año próximo y reducir –al menos en cinco puntos– las pautas de precios y salarios para 2012”.
Y acá es dónde salta la laucha… y el verdadero objetivo del pacto social en cuotas que está pasando el gobierno con la burocracia y las patronales: “acordar”, contra la voluntad de los propios trabajadores que son convidados de piedra en estas cumbres, que no haya “desborde salarial”, y mucho menos, acción directa en el movimiento obrero… con la excusa de parar la inflación generada por los capitalistas y los grandes formadores de precios.
Por si esto fuera poco, hablando de “cadenas de valor”, la presidenta, explicó además que “la sustitución de importaciones significa ‘más trabajo y mano de obra argentina’”. Lindo escenario eligió Cristina, después de la masacre de inmigrantes en Soldati, para hablar de “mano de obra argentina” en un mismo acto con Martínez, el mismo burócrata xenófobo y racista que llevaba a los trabajadores a fines de los ’90 a marchar por la devaluación (un “tipo de cambio competitivo” con el Brasil) y contra los inmigrantes “que nos vienen a sacar el laburo”.
¿Doble discurso? Qué va… si en la reunión del “consejo del PJ” Cristina llamó a “incorporar a este proyecto industrialista a nuestras Fuerzas Armadas” y reconoció además que el suyo es “un modelo que incluye hasta a los que no están de acuerdo con el modelo, pero se han llenado de plata con él”. ¡Esto sí que es nacional y popular!
Así las cosas. Mientras en la peronósfera algunos sueñan -¡polarizando con Videla! mirá qué fácil- con autodenominarse“gramscianos”(!?), y otros se preocupan por el “armado interno” del aparato, los trabajadores y la juventud tendremos que enfrentar el “pacto social”, que quiere ahogar las luchas por las necesidades más vitales y urgentes de los trabajadores y el pueblo.
Porque el “giro a la derecha” que venimos señalando hace varias semanas, más que un giro, ya parece una rotonda…(Lo otro: los discursos polarizando con Macri y Duhalde, es puro humo.)