Un reporte de la Oficina Nacional de Estadística (ONE) que dio algunos "indicadores seleccionados" para el año que recién termina especificó que el intercambio comercial total de la isla fue de 23.317 millones de dólares contra los 22.090 millones de dólares de 2009.
El crecimiento de las exportaciones fue del 12,9% con un volumen por 13.623 millones de dólares. En 2099 fue por valor de 12.063 millones de dólares.
Las autoridades cubanas se mostraron optimistas en los últimos meses de 2010 con el desarrollo del comercio exterior y el ministro del ramo, Rodrigo Malmierca, incluso habló de una "discreta evolución positiva" del sector, duramente golpeado en temporadas anteriores por la crisis mundial, la caída de algunos precios de exportables de la isla y la baja producción de productos que podrían haber sido vendidos, como el níquel.
La factura de bienes vendidos al exterior pasó de 3.279 millones de dólares en 2009 a 4.222 millones de dólares en 2010; mientras la de servicios pasó de 8.784 en 2009 a 9.401 en el 2010.
La isla tiene entre sus principales motores económicos a los servicios turísticos que pasó de más de 2,4 millones de visitantes en 2009 a 2,5 millones en 2010.También se registró un incremento de los ingresos brutos del sector de 2.274 millones de dólares en el 2009 a 2.399 millones de dólares en 2010.
Las importaciones por su parte disminuyeron levemente en 2010, en un 3,3%.
Según las cifras reportadas por la ONE las importaciones, que en Cuba están fuertemente representadas en la factura petrolera y de alimentos adquiridos por el Estado para el consumo de la población, pasaron de los 10.025 millones de dólares en 2009 a los 9.694 millones de 2010.
Las autoridades realizaron a lo largo del pasado año una fuerte campaña para reducir las compras en el exterior llamando a las empresas --en su mayoría estatales-- a organizarse mejor para producir más y encontrar soluciones que no requieran de importaciones.
Un incremento del comercio internacional y un saldo mejor contribuiría a una mayor liquidez en la isla, que por lo general no tiene acceso a créditos por no estar incorporada a los organismos financieros internacionales y ser objeto de sanciones por parte de Estados Unidos que entorpece el intercambio con terceras naciones o limita sus posibilidades de compras y ventas en el exterior.