Nuestro Comandante –Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, ha venido expresando, que una mentira repetida varias veces, se convierte en verdad. Ello sería posible si esa mentira es disfrazada y retocada y presentada a un pueblo inculto. Lo cierto es que Venezuela es otra y ya los miembros de la oposición, pocos eso sí, no encuentran asidero en estas clases de expresiones, que por lo demás no lo aceptan hoy, y que la mayoría, ha pasado por esos regímenes de la Cuarta República dejando en ellos un malestar y zozobra indiscutible. Lo cierto es que decir que en Venezuela impera un gobierno dictatorial que no deja expresarse al pueblo es una mentira que nunca se convertirá en verdad. Debo decirles a mis lectores que una dictadura, es una forma de gobierno en la cual el poder se concentra en torno a la figura de un solo individuo (dictador), generalmente a través de la consolidación de un gobierno de facto, que se caracteriza por una ausencia de división de poderes, una propensión a ejercitar el poder. Como podemos ver en consecuencia tenemos que la Dictadura impera en gobiernos de facto, para ello debemos entender lo que significa de facto, y es así que su significado es que el vocablo gobierno de facto o gobierno de hecho se utiliza para designar aquellos gobiernos, en contraposición a los gobiernos de jure, que no tienen fundamento constitucional expreso. Es decir, los gobiernos que surgen como consecuencia de una ruptura del ordenamiento constitucional, ya sea por golpe de Estado o cualquier otro procedimiento de hecho, al margen del ordenamiento jurídico. Todo entonces se convierte en analizar el gobierno desde el punto de vista de facto o de hecho y el de jure. En este sentido ya sabemos lo que es un gobierno de facto más el de jure es aquel que fue generado por hechos del pueblo que se encuentran en sintonía con nuestra carta magna. No podemos decir, en consecuencia, que nuestro gobierno es dictatorial, ya que es de jure, más nunca de facto y ello debe estar presente al momento de denigrar públicamente de quien ocupa la más alta investidura en nuestra República.
De otra parte debemos considerar que, como siempre lo he expresado en mis artículos, que nuestro presidente, es producto de unas elecciones totalmente legales, que es producto del voto, en si es producto de actos constitucionales que no pueden ser objeto de nulidades espurias. Lo cierto es que, el control del Ejecutivo lo hace el Presidente y como siempre ha sucedido en nuestro país, el control de la Asamblea lo ejecuta el partido que tenga más diputados a su favor. No podríamos decir que la Asamblea, como Poder Legislativo es controlada por el Poder Ejecutivo, es decir por el Jefe de ese Poder. Tendríamos que decir que La Asamblea Nacional es controlada, a disgusto de la espuria oposición, por miembros del partido de Gobierno. Ello no quiere decir, que esos dos poderes son uno, no son y serán dos poderes diferenciados por sus funciones, lo que sucede es que evidentemente, el apoyo a la gestión de gobierno, deviene, precisamente porque así lo decidió, nada más y nada menos que el soberano, que fue quien con su voto, les nombro sus representantes, como así mismo hizo, con el Presidente, el cual es un mandante del Pueblo. Afirmar en consecuencia que no hay libertades y que el gobierno mantiene un control férreo de los demás poderes, es totalmente falso de toda falsedad y así debe ser reconocido, por lo menos por aquellos que quieren al país.
Cómo se puede preguntar, ya dentro de nuestra República como fuera de ella, que en Venezuela impera un gobierno dictatorial que impide que el pueblo se exprese, si ello es destruido, con los gestos, acciones y conductas de nuestro presidente, en fin del gobierno mismo, que permite que la oposición elija a sus representantes a los cargos de diputados. Esto no podría nunca suceder en un gobierno dictatorial, es decir en un gobierno de facto, ya que las acciones que estos emprenderían serían aquellas que destruirían los derechos de esos. En cambio, se dieron unas elecciones por parte de un grupo llamado la Mesa de la Unidad, llegaron a su fin y hasta el CNE, como Poder Electoral, ese que dicen que el Gobierno controla, así como la propia Fuerzas Armadas Bolivariana, constituida en Plan República, atendieron esmeradamente a esta Mesa de la Unidad, a los fines de que se expresaren, así lo hicieron, el gobierno colaboró y estos se expresaron, eso lo vio todo el pueblo. Entonces ¿cómo se puede decir que tenemos un gobierno dictatorial, como se puede decir que en Venezuela, los derechos políticos están conculcados, mancillados?. Lo que sucede es que la cosa va con otro sentido, por ejemplo yo no he escuchado por parte de la mesa, cuantas personas fueron a votar en sus actividades, al parecer no llenó las expectativas esperadas por estos, lo que hace cuesta arriba que lleguen a ocupar la mayoría de los escaños en la Asamblea Nacional, ni siquiera una considerable representación. Ahora, deberán decirle al mundo que Chávez los dejó expresarse, que en Venezuela impera el estado de derecho y lo más importante que se respira libertad y que este gobierno respeta, los derechos del pueblo y cuando las cosas se piden con respeto y se adaptan en ese petitorio, a las exigencias constitucionales, se puede respirar armonía. Se dan cuenta amigos lectores, que eso no lo dicen los de la oposición, no dicen, que no fueron perturbados, no dicen, que los dejaron expresarse, no dicen, que les respetaron sus derechos constitucionales, pero el pueblo vio con sus propios ojos lo que sucedió este domingo pasado y nadie los podrá equivocar, ni decir lo contrario. La mentira de la oposición aunque se repita, nunca se podrá convertir en verdad ya que los hechos de este gobierno, definitivamente ¡van en dirección que le señala nuestra Constitución!.
(*)Dr.
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