Tomo parte de un mensaje de Albi ... en este mismo grupo ...
"Los "Estalinistas" desde Pyongyang hasta La Havana
En octubre de 1989, Mandel clasifica como fuerzas "estalinistas" a los partidos comunistas de China, Alemania del Este, Vietnam, Rumania, Checoslovaquia, Bulgaria, Japón, la India (el PCImarxista), Corea del Norte, Albania, Portugal y a los grupos que él cataloga de pro-albaneses y maoístas. Y también al Partido comunista cubano.
Cuando Mandel declara que "el partido comunista cubano ocupa una posición especial", hace referencia a su táctica particular, con respecto a Cuba, para ayudar a la destrucción del Partido comunista. Esto se aclara en base a la siguiente tesis que propone: "Los ataques de Fidel Castro y de la dirección cubana contra la Glasnost, esto quiere decir, contra el proceso de democratización parcial que se adelanta en la URSS, son contrarios a los intereses del proletariado soviético, del proletariado mundial y a los de la revolución cubana. Ellos arriesgan de provocar una verdadera
crisis de legitimidad de la dirección cubana, ante una parte de las masas, sobre todo en los jóvenes". "Las limitaciones de libertad de pensamiento se hacen cada vez más abundantes en Cuba." El partido comunista "sustituye" a las masas. "Este doloroso retroceso ideológico, a largo plazo es un suicidio." Castro no puede combatir eficientemente "la degeneración burocrática del Estado cubano" porque él "rechaza la Glasnost, la democratización pluralista, el control institucional por las masas". "No le queda nada más que la lucha burocrática contra la burocracia. El va en camino a una derrota como lo hemos visto en la URSS y la República Popular China" (64)
Esto muestra que el odio de los trotskistas por "el régimen burocrático unipartidario", se extiende hasta el "Partido único cubano". Si su táctica de acercamiento difiere, es porque están convencidos que pueden destruir más eficientemente al movimiento comunista en América Latina, por medio de la infiltración al partido comunista cubano y a los partidos allegados a Cuba. Esto ha sido claramente demostrado en el trabajo destructivo que estos anticomunistas ejecutaron durante diez años al interior del Frente Sandinista. Ahora ellos esperan poder acercarse al ala "progresista, antiburocrática y reformista" del Partido comunista cubano. Ellos esperan que los continuos encuentros de los Cubanos con los soviéticos, será suficiente para haber formado partidarios de la Glasnost y del pluripartidismo.
Entre tiempos, hemos tenido la oportunidad de verificar, en la ex-URSS y en la Europa del Este, las consecuencias que han dejado los consejos de Mandel: triunfo de la contrarrevolución; una restauración total del capitalismo; resurgimiento del fascismo y del nacionalismo reaccionario; un capitalismo de los más salvajes, donde los super-ricos han llevado a millones de personas a la miseria, a la guerra civil. No existe ninguna duda de que el Partido Comunista cubano, tomara las medidas necesarias para impedir la infiltración de estos contrarrevolucionarios y anticomunistas profesionales.
Nota aclaratoria al lector
Al texto sobre el trotskismo del PTB, le añadimos un trabajo que recoge una conferencia que dio el cro. Sergio Ortíz del Partido de Liberación de Argentina en noviembre de 1987 ante cuadros y militantes del PL.
Este texto es un complemento útil a la información recogida en el folleto del PTB y por eso hemos pedido la autorización al autor de distribuir ambos documentos juntos.
En una reciente nota sobre este documento, el autor recoge ciertos aspectos sobre la posición trotskista respecto a Cuba, que reproducimos aquí:
« Los trotskistas maltratan a Cuba socialista como si ésta fuera el 'malo de la película'. Todos ellos pegan duro contra el gobierno de Fidel Castro, con algunos matices. El más recalcitrante en Argentina es el MAS, que en su acto del último Primero de Mayo (Plaza Once en Buenos Aires) incluyó esta consigna de convocatoria: "Fuera Castro y los capitalistas de Cuba". El P.O. por su parte, reclama 'libertades democráticas y de organización para las masas explotadas cubanas'.
Nosotros defendemos fervientemente a Cuba como bandera socialista al viento latinoamericano, que sigue ondeando a pesar del doble bloqueo y las cruzadas proyanquis como las del presidente Carlos Menem. Sólo en ese marco manifestamos nuestra crítica fraterna ante ciertos hechos (por ejemplo el endoso cubano a la candidatura de Argentina para integrar el Consejo de Seguridad de la ONU).
Los trotskistas tratan a la bloqueada Cuba con puño de hierro y, en cambio, colman elogios a las contrarrevoluciones que restauraron el capitalismo en la ex URSS y Europa del Este, y que fortalecieron la capacidad de maniobra del Grupo de los 7. Sin el fortalecimiento táctico del imperialismo no se explicaría su belicosidad en Panamá, la Guerra del Golfo, Somalia, la ley Torricelli contra Cuba, etc. La posición trotskista significó, más allá de la voluntad de abnegados militantes que hay en la base, hacerle el juego al imperialismo. A lo peor del imperialismo. Así son los trotskistas: intolerantes con la única revolución socialista de América Latina y melosos admiradores de la contrarrevolución del '89 y '90, de la Thatcher, Bush y Menem (verdadera restauración capitalista prevista en su tiempo no por los trotskistas sino por un enemigo de éstos, el gran revolucionario marxista Mao Tsé-Tung).
Que haya empezado la resistencia obrera en Rusia, Polonia, Alemania, etc. contra los gobiernos restauradores, no disculpa a los trotskistas, quienes favorecieron la restauración y sembraron una gran confusión política al calificarla de 'revolución obrera'. De semejantes traiciones no se puede salir meramente con un poco de autocrítica; mucho más difícil en el caso de los trotskistas, tan reacios a la menor autocrítica. En el tema de la revolución y contrarrevolución rusa les resultará imposible acertar a menos que se aparten de la línea de su inspirador, León Trotsky, quien se enfrentó a Lenin en 1902 y de allí en adelante."