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General: LO QUE A LOS ROJOS NO LES INTERESA RECORDAR .
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De: IGNACIOAL (Mensaje original) |
Enviado: 01/02/2011 19:23 |
Lo que a los Rojos no les ineteresa Recordar
Escrito por ZapatoVelozz
II REPÚBLICA: ¿Democracia o caos?
La II República Española se proclama el 14 de abril de 1931 como resultado de unas décadas complicadas para el país y del resultado de unas elecciones municipales celebradas el 12 de abril, que insospechadamente se convirtieron en el detonante de una República a la que casi toda España recibió con júbilo y sobre todo con esperanza. Pero esa República deseada acabó desembocando en una Guerra fratricida, que se debió a la falta de tacto y de voluntad de convivencia desde el poder y desde el propio pueblo, manipulado desde conflictos externos. Malefakis y Cibrián estiman que sólo entre el 31 de enero y el 17 de julio de 1936 se produjeron 273 homicidios. Payne calcula que desde 1931 hasta la Guerra Civil se produjeron 2.225 asesinatos. Ninguno de ellos es franquista, sino lo contrario. Es difícil extraer datos ya que la II República mantenía una férrea censura sobre muchos incidentes (véase por ejemplo las referencias a "Éste número ha sido visado por la censura" en el diario Las Provincias de Valencia por ejemplo en los números de julio días 2 y siguientes y los trozos en blanco propios de la mano de la censura del Frente Popular). Que República y Guerra Civil van unidos está reconocido por prácticamente todos los historiadores de cualquier tendencia (Bolloten, Hugh Thomas, Jackson, Pío Moa, De la Cierva, etc.). Veamos una pequeña muestra de lo que sucedió y que al ser un pequeño botón de muestra probablemente no contenga más que un ínfimo porcentaje de lo que sucedió pero que por ello es mayor muestra de lo que fue de la II República, que aunque fue recibida con ilusión acabó en lo que vemos Terror político entre los años 1931 a 1936
Mayo 1931
Día 1.- Barcelona: 1 guardia muerto (cayó herido pero fue rematado a golpes) y 15 heridos en enfrentamiento con revolucionarios que pretendían entrar en la Generalitat para poner banderas rojas. Asalto al mercado de la Boquería. Centenares de huelgas violentas con decenas de muertos y heridos en ataques contra la fuerza pública. Bilbao.- Comunistas atacan con armas a la policía, con resultado de varios muertos. Villalafuente (Palencia).- Asesinado Sotero de Diego, párroco del pueblo, de una paliza e incluso le clavaron un palo en el suelo.
Día 10.- Madrid.- Asalto aun local monárquico en la calle de Alcalá con incendio de vehículos. Asalto a a la sede del diario ABC. Asalto a armerías madrileñas.
Días 10, 11 y 12.- Quema de iglesias y conventos por toda España. Valencia.- Republicanos de partidos de izquierda asaltaron o incendian el convento de los Dominicos, Adoratrices, colegio de las Teresianas, colegio de los Capuchinos, Colegio de Vocaciones, residencia de los Carmelitas, Salesianos, Salesianas, Convento de San Julián, Carmelitas de San José, Convento de las Agustinas, Centro Escolar y Mercantil, Residencia de Jesuitas, colegio de Santo Tomás, residencia y seminario de los Jesuitas y otros más. En todos esos edificios se produjeron robos, destrucciones e incendios. Los revolucionarios asaltaron el Palacio Arzobispal con destrucción de despachos y robo de 11.500 pesetas en papel del Estado. Madrid.- En Madrid algunos ministros republicanos (especialmente Maura y Prieto) intentan evitar los incendios, a lo que se opuso Azaña al considerarlo un acto de "justicia inmanente", ante lo que Maura temporalmente dimitió. Comenzaron con el incendio del convento de Jesuitas en la calle de la Flor (los sacerdotes hubieron de huir por los tejados ante las amenazas de muerte, insultos y golpes) y siguieron con el centro de enseñanza de Artes y Oficios de la calle de Areneros (dedicada a enseñar oficios a jóvenes humildes), el Colegio de los Padres de la Doctrina Cristiana de Cuatro Caminos (escuela para niños de obreros), escuelas de salesianos y otros conventos y templos. En el asalto a la casa profesa de los Jesuitas de la calle de la Flor , se perdió en las llamas su biblioteca, que era considerada la segunda de España tras la Biblioteca Nacional, y que contaba con 80.000 volúmenes que incluían ediciones príncipe de Lope de Vega, Quevedo o Calderón. Ardió a las 13.00 la iglesia de Santa Teresa (plaza de España), y a las media hora el Instituto Católico de Artes e Industrias (ICAI) de la calle de Alberto Aguilera, perdiéndose su biblioteca (20.000 volúmenes con obras únicas) así como toda la obra de toda la vida del paleógrafo Garía Villada con sus fichas y fotografías de todos los archivos del mundo. Ardieron para siempre en dichas iglesias obras de Zurbarán, Van Dyck, Coello, etc. A las 15.00 continúa en el colegio de las Maravillas (totalmente destruido con su material científico y museo de minerología), continuaron con el vecino convento de las Mercedarias de San Fernando (donde se desenterró el cadáver momificado de una religiosa fallecida en 1864, a la que pasearon en forma de parodia, desenterrando y lanzando al fuego los otras cuatro momias y un cadáver enterrado hacía 15 días). Siguieron con el próximo Colegio de las Salesianas, que ardió completamente así como el colegio de Religiosas del Sagrado Corazón, de Chamartín de la Rosa. Vallecas (Madrid).- Asalto e incendio del convento de las Bernardas. Málaga.- Asalto al convento de las religiosas del Servicio Doméstico y la residencia de la Compañía de Jesús. El día 11 el Palacio Arzobispal. A las 03.00 de la madrugada ardía el colegio de los agustinos, el colegio de los Maristas, a las 04.00 quemaron el diario La unión mercantil, después los republicanos izquierdistas incendiaron el convento de Santo Domingo. También cayó la iglesia de los Capuchinos, la parroquia de San Pablo (barrio de la Trinidad), con criptas profanadas y pasearon por el barrio la cabeza del antiguo párroco clavada en la punta de un palo. Luego continuó la orgía incendiaria con los asilos y hospitales religiosos, el colegio de la Asunción, la Sagrada Familia, las Adoratrices, San Carlos, convento del Ángel, el de las Mercedarias, iglesia de San José de la Montaña y de la Merced y la de San Felipe Nería (hasta un total de 48 edificios religiosos incendiados y saqueados, con grandes pérdidas culturales para todos). Hubo 4 muertos. El origen de los incendios fue el asalto de republicanos a un local monárquico y a los diarios derechistas ABC y El Debate y el comunista Mundo Obrero y se detuvo a varios monárquicos (entre ellos Luca de Tena ), y se suspendió el diario ABC hasta el 25 de junio y El Debate durante una semana, con lo que la información sólo salía en los medios de izquierdas y no podía ser hecha inmediatamente para el resto. En Las Palmas de Gran Canaria fue incendiado el periódico El Defensor de Canarias. Sevilla.- El día 11 son incendiados el colegio de los Jesuitas, la iglesia del Buen Suceso, la iglesia de los Carmelitas y la capilla de San José, de barroco sevillano (Capuchinos). Córdoba.- Incendio y asalto del Convento de San Cayetano. Dos muertos. Cádiz.- Asalto e incendio del convento de los Dominicos, la iglesia de Santa María y del convento del Carmen. Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).- Asalto e incendio del convento de los Capuchinos. Murcia.- Incendiado el diario La Verdad, así como la iglesia gótica de la Purísima y saqueados, entre otros, el convento de las Isabelas y el de las Verónicas. Alicante.- Incendiadas las escuelas Salesianas, el colegio de las Carmelitas, la parroquia de Benalúa, el convento de San Francisco, la casa de ejercicios de la Compañía de Jesús, el convento de las Oblatas, la iglesia del Carmen, la residencia de los Jesuitas, convento de Capuchinos, convento de Agustinos, el Palacio Episcopal, el colegio de Jesús y María, el colegio de la Compañía de María y el colegio de los Maristas. Algeciras (Cádiz).- Incendiadas varias iglesias. Jerez de la Frontera.(Cádiz) - Asalto del convento de San Francisco, el de los Carmelitas y la residencia de los Jesuitas, entre otros. La actitud del gobierno republicano queda reflejada en el telegrama del gobernador militar de Málaga Gómez Caminero: "Ha comenzado el incendio de iglesias. Mañana continuará" (parece un chiste pero es realidad) y dio órdenes a la policía de no intervenir. El diario El socialista justificó los incendios porque decía que los conventos eran polvorines y arsenales (aunque no se encontró ningún arma). Quedaron centenares de personas sin vivienda, miles de niños pobres sin escuela y dañada la imagen de la República de todos.
Día 18.- Vitoria.- Expulsión de España del obispo, Múgica, tres días antes que el gobierno apruebe un decreto de libertad de cultos y conciencia (¿contradicción?).
Día 20.- San Sebastián.- Incendiado el convento de Benedictos de Lazcano.
Día 21.- Madrid.- Por orden del gobierno, la policía se presenta en los restos del incendiado el día 11 Instituto Católico de Artes e Industria con el fin de hacer un registro en busca de las armas con las que los diarios de izquierdas decían que los curas y monjas disparaban sobre los trabajadores.
Día 24.- Cádiz.- Declarado el estado de guerra.
Día 27.- Pasajes (Guipúzcoa).- En una huelga se producen incidentes que causan ocho muertos y muchos heridos. El gobierno prohíbe comentarios políticos en la prensa sobre el hecho bajo pena de clausura del diario infractor de la orden que transmite personalmente el ministro Maura (sólo lo publicó uno y sin comentarios). Declarado el estado de guerra.
Continuará
http://rojahistoria.blogspot.com/2005/03/lo-que-los-rojos-no-les-interesa.html
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"Entre las conclusiones del documento de trabajo sometido a discusión en la Comisión Permanente "hay suficientes evidencias para probar que los abusos contra los derechos humanos bajo el régimen de Franco fueron extensivos y sistemáticos"
La justicia cojea pero llega .... atención progenocidas franquistas ya está a sus puertas la justicia penal internacional ... y podremos saber muchas mas inmundicias del tirano y su corte y sus aznos .- Rubén .
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En cuanto a la justicia castrense, los militares sublevados se valieron fundamentalmente de los procedimientos penales ya existentes para reprimir a los oponentes políticos: utilizaron el Código de Justicia Militar hasta la saciedad. Pero, la aplicación a personal civil de la legislación castrense vino originada por la ilegalidad que supuso la sublevación contra el Estado de derecho, iniciada la tarde del 17 de julio en las guarniciones del norte de África. En esta fundamentación de la persecución de los defensores de la legalidad acusados de rebelión, se apoya lo que se ha venido a denominar la “justicia al revés”; en expresión de Serrano Súñer.
El mayor número de sumarios de la plaza de Segovia se formaron en 1936 (un total de 133, que agrupaban a 680 procesados), en 1937 ya descendieron a 101 sumarios y “sólo” 225 procesados, y en 1938, 42 causas sobre 116 inculpados. Por otro lado, la mayoría de las causas del periodo 1939-1944 afectaron a segovianos que habían franqueado la sierra para alistarse con el Ejército republicano, algunos detenidos en Madrid o en otros frentes al finalizar la guerra; pero la gran mayoría serían apresados al regresar a sus localidades de origen una vez terminada la contienda.
A la hora de aplicar la calificación de los delitos, la arbitrariedad de los tribunales militares fue tan habitual que se hizo norma común, por lo que las generalizaciones son muy difíciles de formular en el presente estudio. No obstante, y con las debidas precauciones, podemos hablar de unos criterios generales aplicados en la provincia de Segovia:
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Rebelión en calidad de jefes: los organizadores de los actos de oposición a la sublevación: tales como huelga, cortes de vías de comunicación y vigilancia armada de las localidades.
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Adhesión a la rebelión: las personas que realizaron los actos de oposición referidos en el punto anterior.
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Auxilio a la rebelión: aquéllos que participaron en manifestaciones contrarias a la sublevación y muchos de los que realizaron los actos de oposición.
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Excitación a la rebelión: los que animaron a otros a participar en las acciones de oposición.
Por último, no se pueden adscribir a ninguna de las anteriores calificaciones los procesados por manifestaciones verbales contrarias al alzamiento militar, puesto que hubo distintas catalogaciones que impiden la generalización.
La arbitrariedad en la calificación de los delitos tenía su continuidad en las penas impuestas. Predominaron las condenas de larga duración (el 26% a 30 años, 22% a 20 años) y aunque la pena de muerte representa un porcentaje menor: 13%, hay que recordar que, salvo en los frentes de batalla de la sierra, en Segovia no se había producido enfrentamiento armado ni víctimas entre los sublevados provocadas por los republicanos, que pudieran justificar ejecuciones judiciales.
La represión económica y administrativa
La represión económica fue aplicada, por el Decreto 108 de 1936, a “los responsables de daños o perjuicios causados a España” (es decir, cualquier persona que por sus comportamientos político-sociales fuera declarada responsable de dichos daños por el criterio arbitrario de la Comisión Provincial de Incautación de Bienes de Segovia) y a todas aquellas personas condenadas en consejo de guerra por “actos y omisiones contra el Movimiento Nacional”.
Antes de la finalización de la contienda, el Gobierno de Burgos dictó la Ley de Responsabilidades Políticas de 9 de febrero de 1939, que pretendía extender la represión –económica, política y contra la libertad de residencia- a todos los adversarios durante la guerra, a los que se añadían también los que hubieran dirigido, militado o apoyado a cualquier partido del Frente Popular. Con ello se consolidaba la vulneración de la irretroactividad penal, puesto que se sancionaban ideas, actitudes o acciones anteriores a la sublevación militar –es decir, perfectamente legales cuando se realizaron-. Esta ley pretendía sancionar a todos los adversarios, fueran dirigentes o militantes de base, alcaldes o jueces de paz, diputados o simplemente apoderados en las elecciones de febrero de 1936, que hubieran desarrollado su labor política en la capital o en la localidad más pequeña de la provincia.
A lo largo de la prolongada posguerra la mayoría de los sancionados por ambos procedimientos de responsabilidad civil y de responsabilidades políticas fueron indultados o sobreseídos sus casos: de los 1063 expedientes incoados en la provincia de Segovia y que conocemos su resolución definitiva, tuvieron dictamen favorable 808, lo que supone el 76%.
Estas medidas originaron que fueran devueltos la mayor parte de los bienes intervenidos y el dinero en metálico (aunque en este caso, la devolución se hacía con el valor de las fechas de incautación, lo que suponía una devaluación considerable). En vista de lo cual, podríamos aventurar que, gracias a este procedimiento, el régimen de Franco obtuvo un préstamo sin intereses efectuado por los adversarios políticos para cimentar la construcción del Nuevo Estado. A este fin económico hay que añadir la contribución, de una manera eficiente junto con el resto de estrategias represivas (penales y administrativas), a paralizar a los adversarios por medio del embargo de sus bienes o el miedo a la sanción.
La depuración de los empleados públicos era una aplicación más de lo que venimos denominando “justicia al revés”. Los españoles que se habían sublevado contra la legalidad vigente, llevaban a los tribunales, acusaban, encarcelaban y fusilaban a aquellos españoles que habían permanecido fieles a la democracia republicana. Se pretendía sancionar a todos los empleados de todas las escalas, independientemente de la importancia del puesto.
En los tres ámbitos investigados (Magisterio, Diputación Provincial y Ayuntamiento de Segovia) comprobamos que los hechos que motivaban la sanción coincidían, generalmente, con los del resto de procedimientos represivos: militancias políticas o sindicales republicanas o de izquierda previas a la guerra. Así como las sanciones eran impuestas con gran arbitrariedad, de igual manera se otorgaban los indultos o las revisiones.
El proceso depurador afectó a todos los maestros y maestras destinados en la provincia de Segovia, 702. De ellos fueron sancionados 184, lo que representaba un 26,2% del total de maestros. Este moderado porcentaje no puede restar importancia al proceso represor, pues fueron sancionados aquéllos que constituían la vanguardia del Magisterio, los maestros que tenían inquietudes por llevar las innovaciones pedagógicas a las escuelas. Muchos de ellos escribían en revistas especializadas como Magisterio Segoviano, que dirigía Ángel Gracia (fusilado en agosto de 1936), colaboraban en la prensa de información general, Segovia Republicana, Heraldo Segoviano, El Adelantado de Segovia o daban conferencias por toda la provincia. Los líderes sindicales de los maestros fueron fusilados: Jesús Gilmartín, secretario provincial de Trabajadores de la Enseñanza (adscrita a UGT), Lorenzo Fernández de la Confederación de Maestros y Julio González y Pedro Natalías de la Asociación Provincial del Magisterio. Hay que destacar, además, el importante papel de muchos maestros en la organización de las Casas del Pueblo de la provincia. |
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Control de los comportamientos sociales
El control social, en estrecha relación con la represión física, fue uno de los elementos más importantes para conseguir la paralización por el terror. Incluía el amedrentamiento, la intimidación y la humillación de la población. Estaba a la orden del día y se desarrollaba en cualquier lugar de las ciudades o de los pueblos, comprendía desde la denominación de las calles con los nombres de los vencedores, las placas de los caídos nacionales, los sellos de correos; a la compra diaria o el abuso de poder de las nuevas autoridades. Las coacciones y amenazas eran una práctica constante en cualquier ámbito de la vida cotidiana y tenía múltiples formas de expresión, pero todos ellos con la doble finalidad de atemorizar y humillar a los oponentes políticos. En casi todas las localidades se produjeron cortes de pelo a las mujeres o madres de “rojos”. Los hombres eran sacados de madrugada de sus casas para obligarles a ingerir aceite de ricino y pasear sus consecuencias por las calles o por los bares de la localidad. Además eran obligados a cantar brazo en alto el “Cara al sol” u otros himnos nacionales.
Los informes favorables sobre conducta político-social, tan necesarios para desarrollar cualquier tipo de actividad, se convirtieron en un medio fundamental de coerción. Eran precisos los avales para la obtención del carnet de conducir, para participar en una oposición de acceso a la administración, como maestro, guardia civil, policía, etc.; o conseguir cualquier empleo, por humilde que éste fuera. Pero también lo eran para superar los procedimientos represivos: expedientes de depuración o de responsabilidades políticas, o la obtención de la libertad condicional. Estos informes los realizaban las nuevas autoridades: el gobernador civil, los alcaldes, los comandantes de los puestos de la Guardia Civil, los jefes locales de FET y los párrocos.
La coerción religiosa representó un factor determinante de control social, pues la Iglesia Católica fue la institución que en mayor medida contribuyó a la socialización del régimen franquista. Desde el 19 de julio de 1936 en Segovia volvió a ser oficial -y casi obligatoria- la religión católica, retornaron las manifestaciones públicas multitudinarias de religiosidad a las que se vieron forzados a acudir los no practicantes, para evitar ser perseguidos o señalados como desafectos.
Conclusiones
En primer lugar, las responsabilidades en la represión, desde el 18 de julio, recaen de manera total y absoluta sobre los militares sublevados, puesto que la primera medida tomada por los insurgentes fue la declaración del estado de guerra mediante el cual cada jefe militar se hacía con todos los poderes dentro de la jurisdicción correspondiente. De esta manera, los poderes judicial, militar, político y económico eran asumidos por el sector del Ejército que se había levantado contra la legalidad. Ni el gobernador militar, coronel Tenorio, ni el gobernador civil, comandante España, hicieron nada por frenar o impedir la represión, al menos hasta septiembre de 1936. De hecho las órdenes de traslado de presos, que originaban las sacas estaban firmadas por España.
La responsabilidad del Ejército como institución en las labores represivas no se limitaba a las ejecuciones sumarias, ya que además integraban los tribunales de los consejos de guerra que firmaban las penas de muerte, imponían las sanciones en los procedimientos de responsabilidad civil, formaban parte de los tribunales de Responsabilidades Políticas y controlaban las jurisdicciones especiales: Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo.
A los alcaldes se les hizo partícipes de la represión sobre los oponentes desde los inicios de la contienda. El Gobierno de Burgos descargó sobre las autoridades locales gran parte de la responsabilidad represora en todos los ámbitos. Eran los delegados de las autoridades militares y los encargados de llevar el régimen a todas las localidades de España. Al ser la violencia el método empleado por las autoridades nacionales para llevar a cabo la consolidación del régimen, los alcaldes tenían que seguir los mismos caminos. No todos colaboraron de buen grado, muestra de ello fueron las continuas amenazas de los gobernadores civiles y las numerosas multas impuestas a ediles de distintas localidades por su poco celo en hacer cumplir las normas.
Es indudable que un sector importante de los españoles participó y colaboró con el régimen en las labores represivas, pero hay que tener muy en cuenta la magnitud de la represión llevada a cabo con extrema violencia que consiguió el objetivo de la paralización por el terror, lo que contribuyó enormemente a la consecución de ese “consenso”.
El papel de la Iglesia fue determinante en su apoyo a los sublevados y como garante y legitimador del nuevo régimen, otorgando su legitimidad, aunque otros autores hablan de justificación y no de legitimación. Como afirma Cifuentes “Su postura resultó ser decisiva no sólo para dar cobertura y justificación a los procesos violentos desencadenados, sino para legitimar el triunfo posterior”. La implicación de la Iglesia en la represión se plasmó a través de los sacerdotes presentes en las ejecuciones y en las cárceles que no trataban de aminorar los castigos corporales o el sufrimiento físico: la excesiva preocupación del clero por la “otra vida” les hacía olvidar las arbitrariedades de la justicia franquista. Por otro lado, los informes de los párrocos eran determinantes en el procedimiento de responsabilidades políticas, de depuración de los maestros o para la concesión de la libertad condicional. Uno de los primeros jerarcas de la Iglesia en hacer pública su postura de adhesión al movimiento militar fue el obispo de Segovia, Luciano Pérez Platero, antirrepublicano militante.
Con la ejecución, el encarcelamiento, la incautación de bienes o la depuración de los adversarios no se cerraba el proceso represivo; es más, suponía el desencadenamiento de una serie de repercusiones que se podrían agrupar en cuatro categorías: económicas, sociales, políticas y psicológicas.
Las consecuencias económicas eran evidentes: una vez desaparecido el propietario, se procedía a una apropiación de los bienes de los infortunados. Estas incautaciones en principio eran ilegales, pues aún no se había desarrollado legislación al respecto. Las autoridades locales, Ayuntamiento y Falange, los nuevos gobernantes o sus valedores, las fuerzas vivas o caciques que ejercían el poder en la sombra se apoderaban de dichos bienes, sin ningún escrúpulo, dejando a viudas e hijos en la más absoluta indefensión y sin medios de vida, lo que les obligaba a trabajar en cualquier oficio y en unas condiciones, casi siempre, desfavorables.
Las familias de las víctimas quedaban arruinadas, sin percibir ningún tipo de pensión o ayuda económica, ni tan siquiera los familiares de los empleados de la administración que oficialmente tenían derecho a ella; porque, si no se reconocía oficialmente el fallecimiento, no había ocasión de alcanzar la asignación. Pero, como la mayoría de las víctimas eran obreros que vivían exclusivamente de su trabajo sin ningún tipo de seguro, fallecido el cabeza de familia, los ingresos económicos desaparecían. Las mismas dificultades padecían los represaliados y sus familiares cuando eran encarcelados, despojados de sus puestos de trabajo o incautados sus bienes en cualquiera de los procedimientos sancionadores de responsabilidades civiles o políticas.
La represión cumplió su función ejemplarizante de lo que ocurría a los adversarios políticos: la muerte, la prisión, la incautación de bienes, la pérdida del puesto de trabajo. Pero, además servía a su objetivo de paralizar a la sociedad, adormecer a la población por la estrategia del terror. Para ello se utilizaban los castigos ejemplares, el fusilamiento, la prisión, el destierro, las humillaciones, las amenazas y coacciones.
La represión se dirigía principalmente contra los oponentes, pero también contra las personas que no manifestaban adhesión entusiasta al nuevo régimen, o se mostraban blandos en su trato con el “enemigo”. Para ello se utilizó la calificación de “desafecto”, que se podía incluir en la partida de defunción del fusilado, para diferenciar nítidamente a los vencidos de los denominados “afectos al Glorioso Movimiento Nacional”. Esta “marca” negativa producía discriminaciones en todos los campos de la vida social, desde el servicio militar a la “cola” de la compra, pasando por las cartillas de racionamiento, las oposiciones a cualquier puesto de trabajo, etc.
En cuanto a las consecuencias psicológicas, el terror, el miedo, el odio, el rencor, la venganza o la resignación son sentimientos que la represión despertó en muchos de los familiares de las víctimas. Primeramente, hay que señalar que a la mayoría de familiares de las víctimas, que eran católicos practicantes, les creó problemas de conciencia y de fe, pues veían con asombro cómo sus deudos eran ejecutados en defensa de un orden y unos valores apoyados por la Iglesia. La misma Iglesia que hablaba de amor al prójimo negaba ayuda a los condenados, no intercedía para conseguir los indultos, o se limitaba a ofrecerles la confesión y comunión antes de la ejecución. Muchos familiares dieron la espalda a esa Iglesia, que no trató de conciliar los bandos enfrentados en la Guerra Civil entre españoles.
El miedo y el terror afectaba a todos, fueran sospechosos o no por su pasado o presente, no adherido al movimiento. Familias de víctimas que desconocían dónde habían sido enterrados sus muertos, preguntaron tiempo después a los enterradores, pero éstos no decían nada, o no sabían o no podían, pues estaban aterrorizados también. Algunos familiares tuvieron que sortear innumerables dificultades para encontrar testigos que declararan en los expedientes para oficializar los fallecimientos por ejecuciones sumarias.
Aún hoy continúa el miedo de muchas personas, algunos sueñan todavía con aquellos sucesos. Tan es así que en nuestros días es muy complicado hablar de estos temas. Bastantes familiares se han negado a mantener una entrevista con este investigador por no querer oír mencionar sucesos que ni han olvidado, ni superado, ni perdonado. Se podría decir que muchos familiares se han impuesto una especie de autorrepresión, un autocontrol para dejar aletargado ese recuerdo que se niegan a rememorar. Quieren olvidar a toda costa o no volver a hablar nunca de unos hechos que les han dejado heridas muy profundas para toda la vida.
La rabia es un sentimiento generalizado entre los familiares de las víctimas. En muchos casos han permanecido viviendo en la misma localidad verdugos y viudas, hermanos o hijos de ejecutados, lo que ha agravado el sufrimiento y el odio de éstos. Han tenido que coincidir en el bar, en la iglesia, en la tienda o en el Ayuntamiento. A lo largo de los años que han pasado desde la guerra se han sucedido miradas, insultos, incluso alguna pelea entre víctimas y verdugos.
El fusilamiento, la eliminación física del oponente, el peso de la propaganda y la educación dirigida durante cuatro décadas, han creado otro sentimiento en algunos familiares, el de avergonzarse de sus padres o abuelos, que fueron ejecutados por estar “confundidos”, por “no ser buenos españoles”. No era culpable el régimen que castigaba injustamente por pensar de manera diferente, el culpable era el militante, porque por sus ideas lo habían fusilado, encarcelado o despojado de los bienes.
Estas consecuencias psicológicas de la represión no se han superado porque tras el silencio obligado de la dictadura, vino la frustración por el silencio obligado por los artífices de la transición. Desde las instituciones no se hizo nada por restaurar el recuerdo de las víctimas, de modo que los familiares se vieron otra vez represaliados, no pudieron dar salida a esos sentimientos durante tanto tiempo reprimidos.
Por último, las consecuencias políticas también fueron importantes puesto que, con el triunfo de la sublevación militar en Segovia, se produjo el desalojo del poder de republicanos y socialistas, gobernantes en Ayuntamientos, Diputación y Gobierno Civil. Se impuso así un sistema político autoritario sobre la base de una represión extremadamente dura, cuyo primer objetivo había sido la expulsión del poder de los representantes elegidos por el pueblo en las elecciones de febrero de 1936.
Las nuevas autoridades que nombraron los sublevados fueron generalmente representantes de la oligarquía tradicional. Se produjo una homogeneización conservadora/reaccionaria en el poder local y provincial. A partir de la unificación que estableció el partido único en la España franquista, la adscripción política de todos los cargos era falangista, pero el conglomerado de FET aglutinaba a distintas y dispares familias: fascistas, reaccionarios, tradicionalistas, monárquicos, católicos; y no fueron precisamente los fascistas los que gobernaron en la provincia de Segovia. El bloque conservador tradicional encabezado por Rufino Cano de Rueda y Juan de Contreras mantuvo todo su poder e influencia sobre la política segoviana.
La oposición política quedó descabezada de sus líderes locales y de muchos de sus militantes, hasta quedar paralizada totalmente. La mayoría de dirigentes desapareció, unos pasaron al otro bando, otros fueron presos, y el resto fueron fusilados.
Valoración final
Como aportación más relevante al panorama bibliográfico creemos que en este trabajo se ofrece un estudio completo, exhaustivo y pormenorizado de todas las variantes de la represión franquista en una provincia en su conjunto, explicando todos los procesos e identificando a la totalidad de los represaliados. Se ha completado la relación de represaliados por los distintos procedimientos represivos: los empleados depurados y los segovianos sujetos a procedimiento de responsabilidad civil o política; los fusilados sin proceso y los ejecutados en aplicación de sentencia de consejo de guerra (apuntando lo averiguado de cada caso particular, además de un análisis socioeconómico de las víctimas).
Como ya han destacado otros investigadores -en contra del criterio de Salas Larrazábal, quien aseguraba que todas las muertes producidas por la represión en la “España Nacionalista” se habían inscrito en los registros civiles-, hemos comprobado que existe un porcentaje elevado de ejecuciones ilegales no inscritas. De las 211 víctimas contrastadas en esta investigación, se registraron 138, lo que representa un 65,40% de inscripciones. Por tanto el 34,60% de fusilamientos ilegales no fueron reconocidos oficialmente. En cuanto a los términos numéricos, quedan muy superadas las 147 víctimas aportadas por Salas para esta provincia, con las 211 que ofrecemos aquí, a las que se deben sumar las 145 personas fusiladas por la aplicación del Código de Justicia Militar, que nos da como resultado total 356 víctimas de la represión franquista en la provincia de Segovia.
Otra documentación oficial cuyos datos estamos en condiciones de refutar es la Causa General, que en su apartado de Segovia incluye un total de 31 segovianos presuntamente víctimas de la represión republicana: entre ellos cuatro fallecidos en el frente de batalla, una mujer muerta al estallar una bomba y sólo acredita el fusilamiento de siete, pero no en la provincia de Segovia. Del resto, no aporta más información sino que desaparecieron, pero sin especificar si fue en combate o por represión en retaguardia. En lo que nos atañe al presente estudio, hay dos claras equivocaciones que se corresponden con sendas ejecuciones realizadas por los falangistas en esta provincia que eran atribuidas a los republicanos.
Por otra parte, a las pérdidas demográficas como consecuencia directa de la represión, hay que añadir que los familiares no tuvieron el apoyo institucional a través de pensiones, becas, ayudas para conseguir viviendas, etc. que tuvieron los afectados del bando vencedor; sino que además, sufrieron el rechazo de sus propios vecinos, que los señalaban y trataban como si fueran delincuentes. Este tratamiento padecieron también los 2.282 presos segovianos y sus familias, los 520 depurados y los 1.063 afectados por los procedimientos de responsabilidades civiles y políticas.
Con respecto a otras provincias, sólo se pueden comparar los resultados numéricos que aportamos en dos aspectos concretos: las ejecuciones y la depuración del Magisterio. Con otros datos de la represión, como cifras de presos, depurados o incautados, no hay lugar a comparaciones ya que no existen trabajos de este tipo donde se recojan tales cuantificaciones.
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Cuadro nº 1: Valoración comparativa de la represión franquista
Provincia
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Población |
Nº de víctimas |
Porcentaje |
Almería |
328.027 |
373 |
0,1137 % |
Alicante |
576.180 |
742 |
0,1288 % |
Girona |
325.500 |
519 |
0,1596 % |
Soria |
160.232 |
281 |
0,1756 % |
Segovia |
180.417 |
356 |
0,1973 % |
Sevilla |
902.935 |
8.000 |
0,8869 % |
Córdoba |
771.739 |
9.579 |
1,2412 % |
Se han abordado las múltiples manifestaciones de la violencia ejercidas, primero para vencer la oposición al alzamiento militar que pretendía acabar con la experiencia democrática que representaba la II República y, después, para derrotar la resistencia y borrar cualquier tipo de discrepancia. En el haber del régimen de Franco, para la provincia de Segovia hay que consignar, al menos, 356 ejecuciones, 2.282 presos, de los que 47 fallecieron en prisión, 520 depurados y 1.063 segovianos sometidos a represión económica. En total 4.221 represaliados que están identificados, todos tienen nombres y apellidos, no son meras cifras para una estadística. Estos son datos objetivos que no admiten interpretación, no es cuestión de simpatías o antipatías políticas.
Cuadro nº 2: Resumen general de la represión franquista en Segovia
Formas de represión
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Nº de afectados |
Fusilados |
Represión sumaria |
211 |
356 |
Represión judicial |
145 |
Presos |
2.282 |
Responsabilidades civiles y políticas |
1.063 |
Depuración |
520 |
TOTAL |
4.221 |
A estos datos habrían de añadirse los incalculables daños psicológicos, sociales y culturales que no se pueden cuantificar y que son tan importantes como los daños físicos. Las consecuencias psicológicas de la represión han sido las que más han perdurado en el tiempo, de hecho aún persisten, porque han sido las más profundas, prueba de ello es que todavía permanecen en la memoria y originan los problemas afrontados en esta investigación. El control social fue continuo y constante incluso en provincias mayoritariamente afectas al régimen como Segovia. No se han podido cuantificar los suicidios o fallecimientos de personas desesperadas por haber sido despojadas de su puesto de trabajo, de sus bienes, padecido palizas en prisión, sufrido el fusilamiento de algún familiar, o de las secuelas de las malas condiciones de las cárceles.
Pero tan importante como el hecho de la represión es que el régimen de Franco se impuso con una violencia en muchos casos innecesaria y desmesurada lo que prueba la pretensión de los sublevados de eliminar y exterminar al oponente. En la provincia de Segovia hemos corroborado que nada había ocurrido antes de la guerra que pudiera justificar la dura represión con que se castigó a los adversarios de esta provincia. El objetivo era sancionar, reprimir y castigar por cualquier hecho o comentario, por insignificante que fuera y al mayor número de personas posible. Lo que se muestra palpablemente en todos los ámbitos represivos, como las penas de muerte o condenas de 20 a 30 años por declaraciones sobre el curso de la guerra. En los procesos depuradores o de responsabilidades civiles y políticas se sancionaba la militancia de base, las ideas políticas o la asistencia a manifestaciones anteriores a la sublevación, cuando eran prácticas perfectamente legales. Afectaban a cualquier segoviano, aunque residiera en la localidad más pequeña y más recóndita, y su cargo u ocupación fuera irrelevante (de hecho fueron sancionados multitud de obreros con la pérdida de todos los bienes, de los que carecían, de igual modo que barrenderos o enterradores eran despojados de su puesto de trabajo por similares motivos).
En definitiva, una provincia más se une al mapa del estudio científico de la represión franquista como contribución al esclarecimiento total del periodo más oscuro de nuestra historia reciente: los orígenes del régimen de Franco. Esta investigación llega con la esperanza de que, mediante el conocimiento del pasado, la Guerra Civil sea superada de un modo definitivo por la sociedad española.
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La represión franquista
Un millón de presos políticos y doscientos mil muertos
Eduardo de Guzmán Tiempo de Historia (*).
EL IDILIO
EL CUÑADO DE FRANCO, SERRANO SÚÑER, CON SUS CAMARADAS NAZIS
EL OTRO GRAN SOCIO DE NUESTRO INVICTO CAUDILLO
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De: residente (Mensaje original) |
Enviado: 11/02/2011 19:54 |
Rojillos brutos
Entre los luchadores antiimperialistas y democráticos está creciendo una cierta desazón respecto de la situación en Cuba. Son cientos de miles en América Latina y en todo el mundo los que durante más de cincuenta años han defendido a la revolución cubana, ante el bloqueo y todos los ataques del imperialismo y la gusanería de derecha que anida en Miami.
Nos dirigimos a esa inmensa vanguardia que simpatiza y defiende desde hace más de medio siglo a Cuba para plantearles que al repudio al bloqueo sumemos el reclamo al gobierno cubano de que otorgue libertades de expresión, organización y movilización para el pueblo. La muerte de Orlando Zapata Tamayo, el albañil de 42 años que el 23 de febrero murió luego de 83 días de huelga de hambre al protestar por mejoras en su situación carcelaria, encendió una luz roja. Y ahora hay otro huelguista, el periodista Guillermo Fariñas, que está en libertad exigiendo la liberación de una veintena de disidentes presos. El gobierno sigue rechazando cualquier diálogo para buscar una salida a esa situación.
No podemos dejar en manos del imperialismo y sus voceros que usan estos hechos reales para sus fines contrarrevolucionarios. El imperialismo y sus gobiernos serviles, no tienen autoridad política ni moral para hablar de derechos humanos cuando en nombre de su democracia burguesa, invaden países (Irak, Afganistán, Haití), saquean y reprimen a los pueblos del mundo para salvar a los capitalistas de la crisis económica.
Para el pueblo cubano (y el resto del mundo), la única información oficial que apareció sobre la muerte de Zapata Tamayo fue cuatro días después, el 27 de febrero, en un artículo en el Granma, el vocero oficial del Partido Comunista Cubano (PCC). Allí se dice que era un preso común, un delincuente, que había sido “maquillado” de prisionero político y utilizado por los “enemigos externos e internos de la revolución”. Sea un preso común o un opositor político, es repudiable la actuación del gobierno, la “justicia” y el régimen que encabezan los hermanos Fidel y Raúl Castro, que llevó a Zapata a morir en esas condiciones inhumanas.
Lamentablemente viene a la memoria el caso del luchador irlandés Bobby Sands, dejado morir en 1981 por la primera ministra británica Margaret Thatcher, después de 66 días de huelga de hambre. Lo insólito es que entonces, Fidel Castro repudio este hecho al decir: “Es hora de poner fin, mediante la denuncia y la presión internacional, a esa repugnante atrocidad”. En 2008 el legendario cantante Silvio Rodríguez (insospechado de “opositor”), en una gira por las prisiones del país junto a otros intérpretes, hizo saber que las cárceles son una de las partes más «dolorosas e incómodas» de la realidad cubana. También es repudiable que el pueblo cubano no pueda acceder a una información completa y verificable sobre todas las circunstancias e implicancias políticas que dieron lugar a esta muerte y no pueda debatirlas libremente. Todo esto enloda la causa del socialismo la cual viene siendo pisoteada en la isla desde hace décadas por un gobierno y un régimen político autoritario que es la antítesis de la democracia obrera.
Hasta ahora, la respuesta del gobierno ante la huelga de hambre del periodista y disidente Guillermo Fariñas ha sido tajante: es “mercenario contrarrevolucionario”. Que este último esté aún con vida hace más urgente y necesario el debate sobre el más grave de los problemas: que en Cuba no hay libertad para nadie, comenzando por su juventud y sus trabajadores que quieran defender sus conquistas revolucionarias.
El músico Pablo Milanés, otro insospechado de “opositor”, dijo que si Fariñas muere, “hay que condenar a Fidel Castro, desde el punto de vista humano”…” “Las ideas se discuten y combaten, no se encarcelan” (declaraciones a El Mundo, España, 13/3/10).
En estos días en La Habana ha salido a protestar el movimiento de las Damas de Blanco, pidiendo por sus familiares presos. Fueron reprimidas. El argumento de que sus familiares presos sean “opositores políticos” no socialistas, y con cuyo programa nosotros no coincidimos, no justifica que se les haya impedido expresar su reclamo.
Reina en Cuba una dictadura estalinista con su conocido y tradicional régimen de partido único. Los burócratas del PCC han pretendido esconderlo con sus periódicas elecciones, supuestamente “democráticas”. Nada más falso. Lo que hay es un aparato monolítico que ejerce el control total de todos los medios de comunicación, y prohíbe todo derecho a organizarse, manifestar o hacer huelga. Mientras, por otro lado, desde hace años existe un avanzado proceso de restauración capitalista, que el régimen esconde. Crece la inversión extranjera en turismo y en todos los rubros de la economía cubana, al mismo tiempo que los funcionarios del PC gozan de privilegios mientras el pueblo sufre grandes privaciones.
Los trabajadores y estudiantes no tienen ningún derecho para protestar, para proponer, para criticar, y para decidir. No pueden acceder libremente a la información de Internet y a las redes que usa en todo el mundo la juventud, no tienen libertad para discutir y organizarse para defender sus conquistas revolucionarias y así combatir a la derecha pro yanqui en mejores condiciones.
Esta falta de libertades está provocando un creciente malestar en la población. La dictadura está actuando como un chaleco de fuerza para la juventud cubana y estudiantil que empieza a dar muestras de rebelión contra las crecientes deficiencias sociales y los manejos burocráticos del gobierno y el PCC. Hace más de un año se conoció que líderes universitarios cuestionaron ante un alto miembro del gobierno que no se pueda viajar libremente al exterior. También el año pasado, el 22 de octubre, los estudiantes del Instituto Superior de Arte hicieron asambleas y una fuerte protesta reclamando por la mala comida y la total falta de higiene. Como se puede ver en los videos difundidos por Internet, la respuesta de las autoridades fue acusar a los estudiantes de “hacer política” y de “no ver la realidad”. El texto acordado en la asamblea estudiantil que le leyeron a la autoridad era muy ilustrativo de la verdadera realidad: “A nuestros líderes… somos la voz del estudiantado… No deseamos contrariar nuestro sistema socialista… Lo que irrita, molesta, es la total ausencia de respeto… Hoy faltan condiciones elementales de higiene, hay una comida de pésima calidad… Sería impropio de un joven revolucionario aceptar una realidad como ésta… No vamos a esperar a que los burócratas hagan burocracia… pedimos que nos escuchen. Gracias por el pasado, el futuro es nuestro”.
Estos reclamos merecen la solidaridad de los luchadores antiimperialistas, socialistas y democráticos del mundo. Exigimos que en Cuba exista el derecho de huelga, la libertad de formar sindicatos, centros estudiantiles y partidos políticos socialistas. También plenas libertades democráticas: libre uso de Internet, no a la censura, libre salida y entrada del país para los cubanos. Derecho para la juventud para expresarse libremente, no a la censura en la música, el arte, derecho a organizar centros de estudiantes, derecho a exponer libremente sus reclamos, por sus necesidades básicas como un salario digno o que se terminen con los mercados para ricos y otros para pobres.
En lo inmediato reclamamos al gobierno cubano que no repita la atrocidad cometida con Orlando Zapata.
Llamamos a los partidos políticos, a los dirigentes sindicales, campesinos, populares, estudiantiles e intelectuales que se reclaman democráticos, antiimperialistas y de izquierda a unificarnos en una campaña internacional por estos puntos.
Estos derechos democráticos elementales son imprescindibles y urgentes para combatir las campañas políticas de los sectores proyanquis y fortalecer al pueblo cubano en su defensa de las conquistas revolucionarias.
Unidad Socialista de Izquierda (USI), de Venezuela
Izquierda Socialista, de Argentina
Uníos en la Lucha, de Perú
Corriente Socialista de los Trabajadores (CST), del PSOL de Brasil
Uníos, de Colombia
Alternativa Socialista, sección simpatizante de Colombia
Propuesta Socialista, de Panamá
(Miembros de la Unidad Internacional de Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI))
Partido Obrero Socialista (POS), de México
Liga Socialista de los Trabajadores (LST), de República Dominicana
Opinión Socialista, de Argentina
Movimiento de Trabajadores y Campesinos-as (MTC), de Costa Rica.
(Miembros de la Corriente Internacional Revolucionaria (CIR))
Comité de Enlace Unión Internacional de Trabajadores –UIT y Corriente Internacional Revolucionaria-CIR.
Marzo de 2010
http://uit-ci.org/modules/news/article.php?storyid=1365 | | |
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Octubre 1932
Se ataca a numerosos puestos de la guardia civil, a la que se le causa muertos y heridos.
Día 5.- Arroyomolinos (Huelva).- Agredidos los Guardias civiles con dos heridos graves.
Día 6.- Fuensalida (Toledo).- En un enfrentamiento entre guardias civiles e izquierdistas hay dos muertos y 5 heridos.
Día 10.- Llerena (Badajoz).- En una huelga hieren a un guardia civil y un ciudadano.
Día 14.- Granada.- Un grupo de izquierdistas tirotea una procesión, asesinando a una mujer e hiriendo a siete personas, incluido el párroco. Cogollos de la Vega (Granada).- Disparan sobre una procesión matando a una mujer e hiriendo a tres personas.
Día 16.- San Salvador del Valle (Vizcaya).- Un muerto y 2 heridos en un enfrentamiento entre socialistas y nacionalistas vascos. Choques entre socialistas y nacionalistas vascos en San Salvador del Valle (Vizcaya) con un socialista muerto y dos nacionalistas heridos.
Día 17.- Choque entre radicales y socialistas en Aldeanueva del Camino (Cáceres) con diez heridos.
Día 18.- Lérida.- El gobernador multa al diario católico El Correo.
Día 21.- Écija.- Asalto a la iglesia y al convento de Carmelitas. Día 21.- Gerena (Sevilla).- Incendiada la iglesia (era del S. XVI).
Día 24.- Marchena (Sevilla).- Incendiada la parroquia de San Sebastián. Zaragoza.- Dos explosiones durante una huelga.
Día 27.- Vigo.- Explosionan tres bombas.
Continuará
http://rojahistoria.blogspot.com/2005/03/lo-que-los-rojos-no-les-interesa.html
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Noviembre 1932
Día 1.- Avanto y Ciérvana (Vizcaya).- Incendiada la antiquísima iglesia de San Pedro.
Día 6.- en Navalvillar (Badajoz), unos 300 campesinos desarman a tres guaridas civiles y los pasean en son de burla por el pueblo.
Día 10.- Villanueva del Arzobispo. - Apedrean un entierro católico, causándose heridas al párroco y a dos vecinos.
Día 12.- Es asesinado un pagador de unas obras y un guarda que le acompaña.
Continuará
http://rojahistoria.blogspot.com/2005/03/lo-que-los-rojos-no-les-interesa.html
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Diciembre 1932
Día 12.- Castellar de Santiago (Ciudad Real).- Miembros del sindicato socialista FNTT en la recogida de la aceituna protestan por la contratación y hieren al alcalde, y mueren dos socialistas. Mula (Murcia) Un muerto y 8 heridos en un motín.
Día 15.- Macotera.- Enfrentamiento entre patronos y obreros en el que resulta un muerto y tres heridos graves. Innumerables agresiones a alcaldes, secretarios judiciales y municipales y otras autoridades municipales.
Continuará
http://rojahistoria.blogspot.com/2005/03/lo-que-los-rojos-no-les-interesa.html
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1933
Enero1933
De las 236.000 huelgas de 1931 se pasó en 1933 a 843.000 huelgas. De los 390.000 parados de 1931 se pasó en 1933 a 618.000 parados. Numerosísimos incidentes y especialmente por un levantamiento anarquista. En Andalucía miles de graves incidentes y destrucciones. Día 1.- La Felguera (Asturias), la CNT hace estallar 59 bombas de gran potencia sólo en 2 horas. Sevilla.- Asaltos a tiendas y bares. Real de la Jara (Sevilla).- Izquierdistas incendian la iglesia. Pedro Muñoz (Ávila).- Grupos se apoderan del Ayuntamiento vitoreando el comunismo libertario. Día 2.-Barcelona.- La Guardia Civil descubre un depósito de 187 grandes bombas y otros artefactos. Día 3.- Barcelona.- Localizado otro depósito de explosivos. Día 5.- La Felguera (Asturias).- Explotan 5 artefactos más. Día 8.- Revuelta por anarquista por toda España, con numerosos muertos, heridos y destrucciones. Gestalgar (Valencia) estallan varias bombas en serie. Bugarra (Valencia) hay un verdadero combate para someter a los anarquistas que se habían adueñado del pueblo, con un resultado de cinco guardias muertos y varios heridos. Castellón incendio de iglesias Pías y graves enfrentamientos. Barcelona.- Revuelta anarquista (FAI) en el cinturón industrial con 37 muertos y 300 heridos. Barcelona.- Combates junto al Arco del teatro (sede del Sindicato Único), y enfrentamientos ante el cuartel de Atarazanas (muere un guardia de asalto y un cabo herido grave). Explosionan tres bombas en la Jefatura de Policía. Cuatro Vientos (Madrid). Insurrección anarquista, que intenta tomar los cuarteles de Carabanchel, de la Montaña y de María Cristina. Día 9.- Numerosos incidentes por revueltas sindicalistas. Bugarra (Valencia) Asesinados dos Guardias de Asalto y un Guardia Civil. Simat de Valldigna (Valencia) Se iza la bandera comunista en el balcón del Ayuntamiento. Bétera (Valencia) Sindicalistas anarquistas destruyen el archivo municipal. Valencia.- Explota una bomba en La Voz Valenciana que mata a un vendedor de prensa. Día 11.- Casas Viejas (Cádiz).- En esta aldea próxima a Medinasidonia, zona latifundista castigada por el paro, los anarquistas locales tratan de repetir la matanza de Castilblanco, pero sin éxito. Declaran el comunismo libertario y asaltan al cuartel de la Guardia Civil (el sargento de puesto les dijo que prefería morir defendiendo la República que entregarse y con sus tres guardias se dispuso a la defensa). Son heridos todos los guardias e incluso muerto el guardia Romano. Los Guardias de Asalto y Civiles liberan a los Guardias Civiles refugiados y cercan al grupo del anarquista Seisdedos (que había herido mortalmente al guardia de asalto Martín Díaz y lo habían arrastrado al interior de la choza; también hirieron a otros guardias como el Sr. Madrás), que mueren abrasados vivos en su choza, con un rehén, al que no permitieron escapar. Casares Quiroga ordenó que "arrasen la casa, que se haga un escarmiento". Casares Quiroga era republicano y de izquierdas (véase su participación durante la República en el bando rojo). Tras el asalto a la casa se hizo una razzia sobre el pueblo y tras detener a varios resultaron muertos extrañamente, todo ello en un régimen republicano y supuestamente democrático. El capitán Rojas (Guardia de Asalto) declaró que por indicación del propio Azaña (Izquierda Republicana) , presidente de la República, y por mediación del Director General de Seguridad (Arturo Menéndez), se ordeno reprimir sin prisioneros, sino con "Tiros a la barriga". El Director General de Seguridad, Arturo Menéndez, intentó sobornar a los capitanes de las guardias de asalto y civil que participaron para que guardasen silencio y no participasen a nadie de las instrucciones recibidas del Gobierno para que no hubiese ni prisioneros ni heridos y que se disparase a la barriga, los cuales dieron cuenta a la autoridad de ese intento, que provocó la detención de Menéndez así como la de los capitanes que no aceptaron un vil soborno.
Continuará
http://rojahistoria.blogspot.com/2005/03/lo-que-los-rojos-no-les-interesa.html
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Julián Grimau
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3 min. - 23 set 2009 Julián Grimau fue un político comunista español, nacido en Madrid en 1911 y fusilado en la misma ciudad en 1963. por la dictadura ...youtube.com - Videos relacionados |
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1 min. - 17 out 2007
que juicios ilegales y asesinatos, no es lo mismo Puig-Antich y Julián Grimau (asesinados por la dictadura) que los fuerzas ...youtube.com - Videos relacionados | |
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Melitón Manzanas, torturador franquista condecorado en la "democracia" por el gobierno de Aznar
Melitón Manzanas González (San Sebastián, 1909-1968) fue un policía español durante el Régimen franquista, colaborador con la Gestapo durante la Segunda Guerra Mundial,[1] y jefe de la Brigada Político-Social de Guipúzcoa. Fue junto con José Ángel Pardines Arcay, asesinado el 7 de junio de 1968, una de las primeras víctimas mortales de la organización Euskadi Ta Askatasuna (ETA).[2]
En 2001, fue distinguido a título póstumo con Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo, lo cual fue objeto de polémica al haber sido un torturador[3] [4] en el desempeño de sus funciones contra los opositores al régimen y ser símbolo de la represión franquista.
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Entró a formar parte del Cuerpo General de Policía en 1941, con el grado de inspector en Irún, desde donde pasó a la Brigada Político-Social de Guipúzcoa, de la que terminó siendo jefe. Muchos de los detenidos políticos de distintas ideologías que cayeron en sus manos han coincidido en señalarle como un torturador brutal.[3] [4] Su labor policial le convirtió, a ojos de los opositores, en el principal exponente de la represión de la dictadura franquista en el País Vasco.
http://ahaztuak1936-1977.blogspot.com/2008/02/meliton-manzanas-un-torturador.html
María Mercedes Ancheta tuvo la desgracia de caer en manos de Manzana que le "hizo toda clase de salvajadas durante seis días", tal cual publicó "El Nacional", diario de Caracas que dirigió el escritor Miguel Otero Silva. "La policía se ensañó con María Mercedes -decía el periódico-, hasta límites insoportables. Con una navaja de afeitar, le hizo varios cortes en pechos, espaldas y glúteos, pero la detenida nada decía, ni podía decir, más que estaba de visita turística en Donosti. María Mercedes Ancheta fue detenida sólo por tener un apellido de origen vasco. María Mercedes quedó extenuada de tanta sesión torturante. Le aplicaron la picana, sumada a los cortes que hizo en su cuerpo el sádico y cobarde Melitón Manzanas. Además, hicieron la bañera con ella, rociando con excremento el suelo de la celda en la que permanecía desnuda, mientras varias descargas eléctricas recorrían una y otra vez su debilitado y dolorido esqueleto corporal".
Entonces, el laureado Melitón Manzanas, cansado de que la detenida "no aportara nada y no quisiera colaborar en la defensa de la unidad de España" (sic), le aplicó su método favorito para las mujeres que apresaba. Se remangó la manga de su camisa hasta la altura del hombro y, acto seguido, ordenó a un sicario de su calaña que la atornillara bien para que "esta separatista de mierda se entere con quién está tratando". Sin solución de continuidad, el asesino Melitón Manzanas mete su mano sanguinaria en la vagina de María Mercedes, mientras la apresada profería alaridos de muerte, algo que provocaba más delirio y carcajadas al jefe de la policía política del franquismo en el atribulado País Vasco.
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