Fuerzas leales al dictador libio Muamar el Gadafi han lanzado este miércoles una ofensiva para recuperar varias ciudades del este del país magrebí, una zona donde la insurgencia mantiene el control desde el inicio de las revueltas contra el régimen, hace ahora dos semanas. Los militares y mercenarios a las órdenes del coronel han iniciado esta mañana un contundente asalto sobre la ciudad de Marsa el Brega, un importante enclave petrolífero a 800 kilómetros al este de Trípoli, empleando aviones, infantería y artillería pesada. Según informes de Al Yazira y Al Arabiya, los rebeldes atrincherados en esa ciudad han logrado repeler el ataque y han retomado el control. La situación, no obstante, sigue siendo muy confusa y los combates continúan. El intercambio de fuego ha dejado por el momento 14 muertos, según cifras de Al Arabiya.
A FONDO
- Capital:
- Trípoli.
- Gobierno:
- República Popular Socialista.
- Población:
- 6,173,579 (est. 2008)
GRAFICO - El Pais - 01-03-2011
- EL PAÍS
GRAFICO - El Pais - 02-03-2011
- EL PAÍS
A FONDO
- Nacimiento:
- 1942
- Lugar:
- Sirte
Los leales al dictador se han apropiado de la refinería de petróleo de la ciudad sin encontrar resistencia. Donde sí ha habido combates ha sido en el aeropuerto, que finalmente ha caído en manos de las tropas de Gadafi. Testigos citados por Al Arabiya aseguran que se están produciendo "bombardeos indiscriminados" contra la población de Brega. Un portavoz de los rebeldes se ha apresurado este mediodía a proclamar el fracaso de Gadafi en su embate sobre la ciudad. "Intentaron tomarla pero han fracasado. Está de nuevo en poder de los revolucionarios". Pero la realidad es que los combates no cesan y ningún bando está en condiciones de proclamar victoria.
En Ajdabiyah, a 80 kilómetros de Brega, la situación es de extrema tensión. La población teme que Gadafi la fije como próximo objetivo de su ofensiva. Ajadabiyah alberga un importante depósito de armas donde se presume que el dictador almacena material químico para fabricar armas, por lo que su conquista sería un importante golpe psicológico contra los alzados. En todo caso, no se han producido todavía ataques a esa ciudad, en contra de lo que aseguró a primera hora Al Yazira, que informó de incursiones de tropas.
Muchos rebeldes de Ajdabiyah están sumándose en las últimas horas a la defensa de Brega. Varias camionetas están cargando a los voluntarios, armados con rifles y pistolas, para trasladarlos a la ciudad asediada. Mientras, las deserciones siguen lastrando al régimen. Un coronel de la aviación que desertó hace días ha asegurado a este periódico que al menos uno de los pilotos que están bombardeando Brega desde el aire también se ha unido a la rebelión y se ha lanzado en paracaídas antes de tener que castigar a la población.
Los rebeldes piden ayuda internacional
El movimiento rebelde que lucha por derrocar a Gadafi empieza a mostrar signos de impaciencia ante una situación que amenaza con enquistarse. El dictador continúa parapetado junto a sus fieles en Trípoli y los insurgentes, aunque mantienen el control del este del país y están cada vez más cerca de conseguirlo en el oeste, consideran una gesta casi imposible asaltar la capital libia sin el concurso de la comunidad internacional.
Varios líderes rebeldes han realizado llamamientos para que se materialice una intervención militar exterior que allane el camino hacia la victoria, informa The Washington Post. Los sublevados no quieren tropas extranjeras sobre el terreno, pero sí que están a favor del establecimiento de la zona de exclusión área que discuten en estos momentos Estados Unidos y sus socios europeos. Además, reclaman bombardeos selectivos para eliminar las defensas del régimen y el suministro de armas a las milicias rebeldes. Fuentes militares estadounidenses consultadas por el Post aseguran que no han recibido ninguna petición al respecto de los rebeldes.
Objetivo: frenar el castigo aéreo
Pero en la ciudad de Bengasi, epicentro del levantamiento, algunos de los miembros que forman el consejo revolucionario que gobierna la ciudad han asegurado que preparan una petición formal de ayuda que se podría hacer pública este mismo miércoles. Y en Misrata, a 200 kilómetros al este de Trípoli y que sufre el acoso continuado de las tropas del coronel libio, un portavoz del recién formado comité popular asegura que la población también quiere asistencia de las potencias occidentales para doblegar al régimen. "Una zona de exclusión aérea limitaría sus movimientos y su habilidad para mover mercenarios del sur al norte y de reclutarles de países subsaharianos", asegura un miembro del consejo de Misrata que ha preferido ser identificado por su nombre de guerra, Saadoun.
"La entrega de equipamiento militar y armas a nuestro Ejército de liberación ayudaría a marchar sobre Trípoli", ha asegurado Saadoun en una entrevista telefónica. "Y queremos bombardeos selectivos contra objetivos militares del régimen para acabar rápido y no sacrificar más vidas inocentes en este baño de sangre".
EE UU y Reino Unido insisten en que el objetivo prioritario debe ser impedir que Gadafi siga utilizando sus aviones, un arma que los rebeldes no pueden contrarrestar y que podría llegar a liquidar el movimiento insurgente, informa Antonio Caño. Tal como dijo primero Obama y repitió ayer Clinton, la Administración norteamericana está considerando la declaración de una zona de exclusión aérea "de forma activa". Es decir, que Estados Unidos está actuando para hacerlo viable tanto en el frente diplomático como en el militar. Francia ya ha advertido de que no apoyará ninguna intervención en Libia sin mandato de la ONU.