Tú comprendes, Señor, no tienen tiempo.
El niño, ahora juega, no tiene tiempo…
más tarde…
El estudiante debe hacer tareas,
no tiene tiempo, más tarde…
El joven entrena sus deportes,
no tiene tiempo, más tarde…
El nuevo esposo piensa en su casa,
debe arreglarla, no tiene tiempo, más tarde.
El padre de familia piensa en sus hijos,
no tiene tiempo, más tarde …
Los abuelos piensan en los nietos,
no tienen tiempo, más tarde…
¡Están enfermos!, deben curarse,
no tienen tiempo, más tarde…
¡Demasiado tarde! ¡No tienen más tiempo!
Así los hombres todos, oh Señor,
van persiguiendo el tiempo.
Pasan por la tierra corriendo,
agitados, precipitados, sobrecargados,
impetuosos, arrojados…
NO TIENEN TIEMPO…