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General: EL BARCELONA Y EL REAL MADRID ...
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| De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 14/04/2011 15:56 |
REPORTAJE: LIGA DE CAMPEONES - Vuelta de los cuartos de final
El éxito depende ahora del deseo
El Barça aspira a que su reto con el Madrid motive a un equipo que ha dado estabilidad al club
RAMON BESA - Barcelona - 14/04/2011
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El Barcelona disputará las semifinales de la Liga de Campeones por cuarta vez consecutiva (Manchester United, Chelsea, Inter y Madrid), quinta en seis ediciones, un éxito para un club que ha dado un salto cualitativo extraordinario en los últimos 20 años. "Imagínate qué significa", subraya el director deportivo, Andoni Zubizarreta, "si Wayne Rooney asegura que está especialmente satisfecho porque el Manchester United ha disputado cuatro de las últimas semifinales de la Champions".
Zubizarreta: "Ante los partidos que aguardan, debemos crear un entorno respetuoso"
Los azulgrana coinciden en que la plantilla de Mourinho es la más fuerte de Europa
La estabilidad deportiva de la entidad azulgrana ha permitido que un cambio radical en la presidencia, de Joan Laporta a Sandro Rosell, no haya sido traumático, circunstancia muy a tener en cuenta en una institución pasional y volcánica. El hilo conductor es el entrenador, Pep Guardiola, y el programa futbolístico está inspirado en una ideología inequívoca, nacida a partir de Johan Cruyff y desarrollada con directivos deportivos como Txiki Begiristain y Andoni Zubizarreta.
El equipo de Guardiola ha ganado ocho de los 10 títulos en disputa desde su llegada en 2008 y ahora compite por los tres propios de una temporada: semifinalista continental, el día 20 jugará la final de la Copa y afronta los últimos siete partidos de Liga con una ventaja de ocho puntos. Tres competiciones distintas y un mismo adversario: el Madrid. "Llevamos 10 meses aguantando", interviene el técnico azulgrana. "Prefiero jugar contra ellos a no hacerlo, son más pesados cuando jugamos".
El Madrid necesita batirse con el Barça para que su juego obtenga el certificado de garantía y a los azulgrana no les queda más remedio que medirse a los blancos y saber dónde están, palabra de Zubizarreta. "Habrá que saber gestionar igual de bien la celebración como la decepción. La serie de partidos que nos aguarda debería ser el mejor anuncio para el fútbol del país. Hay que ser respetuosos con el fútbol, mantener un respeto cívico. Nuestra obligación es crear un entorno respetuoso".
Los azulgrana apelan al respeto en cada intervención, sobre todo con vistas a la final de Copa, cita que reunirá a más de 20.000 aficionados de cada equipo en Mestalla. El encuentro, en cualquier caso, puede quedar condicionado por las secuelas del clásico del Bernabéu. "Dependerá del qué y del cómo ocurra el sábado", agrega Zubizarreta. "Nosotros llevamos demasiado tiempo compitiendo en la Liga como para ahora no prestarle la atención merecida. Vamos a poner el fútbol y el alma en la serie".
Hay coincidencia en el Barcelona en que el Madrid dispone de la plantilla más fuerte de cuantas compiten en Europa. También se subraya que el equipo de Mourinho puede llegar a jugar de tres y cuatro maneras distintas en un mismo partido, nada que ver con el Barça, entregado a un estilo tan particular como brillante, sin picos, reincidente. Una forma de entender el juego de nuevo apreciable el martes en Donetsk. No hay por tanto inquietudes en el bando barcelonista antes de viajar a Madrid.
Entiende Zubizarreta que el posible cansancio físico por contar con un plantel más corto que el madridista se combatiría con la motivación y también con la capacidad de varios futbolistas para ser solventes en distintas posiciones, cosa que confirmaría la buena política de fichajes del club. Adriano ha jugado en los dos laterales; Mascherano puede ejercer de volante o de central; Afellay ha oxigenado el ataque, y Villa le da profundidad, remate y gol al equipo.
"Mascherano tiene velocidad, le da buena salida a la pelota y tácticamente es inteligente", opina Guardiola, especialmente satisfecho por el partido del Jefecito como zaguero central, el noveno de la temporada, en el Donbass Arena contra el Shakhtar. "Nos tranquiliza constatar la capacidad de adaptación que tienen nuestros jugadores para ocupar varios puestos y mantener un buen rendimiento", remata Zubizarreta. La gestión de la alineación continúa siendo el nudo del asunto desde el lado del Barcelona.
Reaparecido Messi, a Guardiola le toca decidir ahora en cada partido la mejor opción para jugar de central y de pivote, regular la participación de los delanteros y afrontar incluso debates como el que se generará sobre la portería en la final de Copa. Asuntos con los que ya está acostumbrado a discutir. Hay, sin embargo, una prioridad general: estimular el deseo de la plantilla, conseguir que su competitividad se traduzca también en pegada, marcar más goles.
Los resultados, en cualquier caso, le avalan frente a los tanteos cortos: desde la derrota en el Emirates contra el Arsenal (2-1), el Barcelona ha encadenado 10 victorias por un solo empate, el del Sánchez Pizjuán ante el Sevilla. Regular, el Barça va servido para la serie del clásico.
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LIGA | REAL MADRID, 1 - BARCELONA, 1
Madrid y Barça brindan por un punto
El equipo madridista anula más que nunca a su rival y celebra un empate logrado con uno menos - El conjunto 'culé', que tuvo sonado a su adversario, festeja una igualada que le deja a un palmo del título
JOSÉ SÁMANO - Madrid - 17/04/2011
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De un partido que pocos rebobinarán todos salieron contentos. El Madrid, a rebufo azulgrana en los últimos años, tiró serpentinas con un empate en su estadio. El Barça, que tuvo a su adversario sonado, tiró confetis con un punto que le deja a un dedo del título de Liga. El duelo, arisco y con demasiadas cornadas, puso al Madrid más cerca que nunca de su adversario, con lo que ello puede suponer de autoestima de cara a las batallas que se avecinan. A ellas llegará el Barça con la Liga casi en la mochila, lo que no es poco. Para lograr ambos su objetivo, las vías no fueron museísticas. Al equipo madridista le faltó grandeza en su conservadora puesta en escena; al azulgrana, ambición para matar el duelo cuando tenía el viento a favor.
ANIMACIÓN - El Pais - 17-04-2011
- R. SILVA - A. ALONSO / EL PAÍS
FOTOS - BALLESTEROS (EFE) - 16-04-2011
Mou y Pep. El saludo entre Mourinho y Guardiola, los entrenadores de los dos grandes del fútbol español.- BALLESTEROS (EFE)
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REAL MADRID, 1 - BARCELONA, 1
Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Albiol, Carvalho, Marcelo; Khedira, Pepe, Xabi Alonso (Adebayor, m. 66); Cristiano Ronaldo, Benzema (Özil, m. 56) y Di María (Arbeloa, m. 66). No utilizados: Adán; Garay, Kaká e Higuaín.
Barcelona: Valdés; Alves, Puyol (Keita, m. 57), Piqué, Adriano (Maxwell, m. 80); Xavi, Busquets, Iniesta; Pedro (Afellay, m. 66), Messi y Villa. No utilizados: Pinto; Milito, Fontás y Thiago.
Goles: 0-1. M. 52. Messi, de penalti. 1-1. M. 82. Cristiano Ronaldo, de penalti.
Árbitro: Muñiz Fernández. Expulsó (m. 51) con tarjeta roja directa a Albiol, que se pierde la final de la Copa, y amonestó a Adriano, Piqué, Marcelo, Arbeloa, Alves, Valdés y Xavi.
80.000 espectadores en el Bernabéu.
Interiorizada la superioridad azulgrana en los últimos tiempos, Mourinho alteró el registro del equipo y quiso ganar el partido no imponiendo sus propias virtudes, sino anulando las del contrario. No le importó que se trate del Madrid. El técnico portugués diseñó una alineación defensiva, con los 11 futbolistas por detrás de la pelota y Pepe como empleado en la barricada central y el arquitecto Özil en el banquillo. Toda una declaración de intenciones que hacía presagiar un duelo con mucho colmillo. El Madrid se propuso candar el partido, deforestar el geométrico fútbol barcelonista, interrumpir sus líneas de pase. Para ello, nadie regó la crecida hierba de Chamartín con el fin de que la pelota se frenara. Como segunda misión, salir a la contra, compleja aventura incluso para titanes como Cristiano, ya que el conjunto madridista plantó la trinchera muy lejos de Víctor Valdés.
Por contra, el Barça, que no está dispuesto a abdicar, no se inmutó. No corrigió un milímetro su ideario y puso el empeño habitual en colonizar el juego a partir del balón. Pero el cierre de su adversario le obligó a ser muy moroso con la pelota. Con este guion, el encuentro discurrió con un palique azulgrana con el balón y un Madrid bajo llave y en combustión.
Con el Barça encapsulado, el partido no tuvo soltura hasta la expulsión de Albiol, solo algunos brochazos. Emboscados los creadores azulgrana, Xavi e Iniesta, el equipo catalán no encontró cómo poner punto final a su monocultivo con el balón. A punto estuvo de conseguirlo Messi en dos ocasiones, pero se interpuso Casillas. Y también Villa, atropellado por el capitán madridista. A Muñiz Fernández, el árbitro, no le pareció lo que era: penalti.
El Madrid amenazó sobre todo en los saques de esquina. A punto de concluir el primer acto, tras un córner, Ramos cabeceó hacia Cristiano y el luso, también con la frente, estuvo a un dedo del gol. Lo evitó Adriano bajo el larguero. Al descanso, el Madrid había logrado su primer objetivo, desactivar al cuerpo vertebral del Barça. En la selva, Iniesta, Xavi o Alves apenas tuvieron peso en el juego.
A la cita le faltaba picante, una jugada que desabrochara el juego, algo sustantivo. Ocurrió apenas de vuelta al acto final. Al Madrid le salió cruz. Cristiano, magistral en su particular ejecución de una falta, estrelló el balón en el poste derecho de Valdés, que ni vio llegar la pelota. Fue el descorche necesario para un duelo que demandaba algo más de fútbol protesta. De inmediato, Villa, empeñado en recibir las asistencias al pie, hizo el segundo desmarque al espacio en todo el encuentro. En el primero le había derribado Casillas. En el segundo lo hizo Albiol cuando el asturiano iba directo a la portería. Embocó Messi y el central madridista fue expulsado, lo que le impedirá jugar el miércoles la final de Copa.
El tanto tuvo un efecto perverso para los azulgrana. En ventaja y en superioridad, el conjunto de Guardiola se desvirtuó. Le faltó el descaro, lo que tantas veces le ha caracterizado, para sellar el marcador. La lesión de Puyol, que reapareció por sorpresa, resultó indigesta para los culés. Su entrenador alteró dos líneas para reparar una. Busquets se fue al eje defensivo central y Keita irrumpió en el medio campo. El Barça perdió el hilo, se hizo largo.
La respuesta del Madrid fue muy meritoria. A lo largo de su historia, siempre ha sido un equipo muy machote, más si cabe cuando las situaciones requieren de épica. Si el Barça se acalambró con el dolor de Puyol, el Madrid se revitalizó curiosamente a partir del juego que antes se había negado a sí mismo. Y todo, desde Özil, el trovador condenado al inicio. Con el alemán como satélite, el Madrid tuvo fe. Y premio: Muñiz vio por la cerradura un penalti de Alves a Marcelo. Pero el observatorio de este árbitro es indescifrable, tan convencido para pitar el penalti pero no para expulsar a Alves, que ya tenía una tarjeta. Tan particular es este colegiado que, en sus constantes intenciones diplomáticas, consintió de todo a Pepe, pasado de frenada en muchas jugadas. Y nada le dijo a Messi, que sufrió un cortocircuito en un innecesario y violento despeje hacia la grada.
Feo de inicio y bronco al final, el primer asalto del maratón no dejó fútbol, sino materia para la discusión arbitral. Muy pobre. El miércoles, segundo episodio.
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El tercer clásico
Messi, sin palabras
Dos goles de la estrella del Barça silencian el altavoz del Bernabéu y abren las puertas de Wembley
Jueves, 28 de abril del 2011   
DAVID TORRAS
MADRID
Votos:
+134 
-3 
El puto amo, con perdón, puso a Mourinho en su sitio. El puto jefe, con perdón, dejó en silencio al Bernabéu, otra vez, y metió al Barça en la antesala de Wembley (0-2), el escenario donde precisamente empezó el rondo que anoche dejó al Madrid en cueros. El mejor, el que no habla fuera del campo porque todo lo que tiene que decir lo dice con el balón, justo al revés que Mou, a quien lo que menos le interesa es la pelota, y que acabó fuera del campo, expulsado, elevó como un ángel el discurso que había lanzado Guardiola y empequeñeció el que sostenía al madridismo con un altavoz tan grande como hueco y que ayer ya empezó a lloriquear por la expulsión de Pepe. Messi es el jefe, el amo, del mejor Barça de la historia.
Messi bate a Casillas tras culminar una espectacular jugada en el Bernabéu. JORDI COTRINA
Messi bate a Casillas tras culminar una espectacular jugada en el Bernabéu. JORDI COTRINA
Messi bate a Casillas tras culminar una espectacular jugada en el Bernabéu. JORDI COTRINA
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Información publicada en la página 2 de la sección de Tema del día de la edición impresa del día 28 de abril de 2011 VER ARCHIVO (.PDF)
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AMBIENTE ENARDECIDO / Guardiola no hablaba por hablar. Fue valiente y el equipo también. En ese mensaje, en esa ovación que recibió de los jugadores cuando llegó al hotel, se acabó de gestar lo que después se vivió sobre el césped, mal cortado y mal regado, en un signo más del mourinhismo, el estilo que anoche convirtió al gran Madrid en un equipo lleno de cobardía, a imagen y semejanza de quien le ha llevado por un camino lamentable.
El madridismo llegó por las nubes, sacando pecho, mirando al Barça por encima del hombro, como si un gol en la prórroga de la Copa fuera suficiente para despreciar un estilo y una identidad. En un ambiente enardecido, con una excitación nunca vista, el Bernabéu vivió un viaje al infierno, una pesadilla que creía haberse sacado de encima y que se prolongará por tercer año. Solo le queda una esperanza y no es Mourinho: es el Manchester United, el posible rival el 28 de mayo. Qué paradoja, Mou, en manos de Ferguson, otro de sus enemigos. Como todos.
El partido había acabado, y en medio de una grada desierta que empezó a desfilar con la cabeza agachada en cuanto Messi dibujó otra obra de arte en el segundo gol, se escuchaban los gritos de los más de 3.000 culés cantando sin parar. El himno del Barça, el himno de un club que ayer volvió a mostrar al mundo entero que juega como vive. De principio a fin, sin un paso atrás, frente a un Madrid escondido en su campo, sin un rasgo de valentía, listo para firmar el 0-0. «A Cibeles, a Cibeles», resonaba en la grada, mientras Mou, el amo caído, el jefe sin gloria, lanzaba un rabioso discurso de mal perdedor, con agravios y más agravios. Alguien que lleva todo eso dentro no puede dormir tanquilo. Y ahora, menos.
El Bernabéu se ha arrojado a los brazos de Mourinho, el amo y algo más de la sala de prensa, de la grada, del palco y del campo, aunque allí, en el terreno donde más debería hacerse notar, prefiere callar y dejar que jueguen los demás. A él, el fútbol solo le interesa como un medio para ganar, él, él y otra vez él. El estilo, la historia, el club y todo lo demás, le traen sin cuidado.
HONOR ENSUCIADO / Toda su palabrarería, todas sus bravatas acaban en cuando entra en acción el balón. Entonces, recula y se mete en la madriguera, y con él, todo el equipo, al que convertido en una especie de secta, con fundamentalistas como Arbeloa, que ha dejado de ser futbolista para ejercer de soldado. Y ya no digamos Pepe, sobreexcitado de principio a fin, y que ayer pagó por lo que no había pagado en los duelos anteriores. Sin cabeza, que es como juega normalmente, se fue a por Alves, confiado en la bula que había tenido antes. Stark se metió la mano en el bolsillo y entre la sorpresa general sacó la roja. Bueno, bueno, la que se armó. El Bernabéu se levantó en pie de guerra mientras Mourinho inició su show particular, con un repertorio de aplausos, muecas, sonrisas irónicas, más que suficiente para que el árbitro le acabara expulsando.
Ya tiene lo que le gusta, una coartada para justificarse, y que ayer llevó más lejos que nunca, ensuciando el honor y la camiseta del club que un día le acogió. Hoy, no le soporta y da gracias a quienes le cerraron la puerta en las narices y creyeron en Guardiola. El martes ni siquiera se sentará en el banquillo, pero en el teatro del Camp Nou espera brindarle una obra muy especial, la que acabará llevando al Barça hasta Wembley. Al final, el equipo se contuvo, en un gesto de respeto por el partido que todavía queda por jugar. Este será el nuevo mensaje de Guardiola y los suyos. Que nada está hecho todavía, aunque Canaletes ya era una fiesta. Es inevitable. Los culés pueden subirse a un campanario y gritar: «José ¿cúal es tu cámara?».
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CHAMPIONS | Barcelona-Real Madrid (IV)
El último clásico empieza en los despachos de la UEFA
Pep Guardiola y Jose Mourinho, tras saludarse antes del tercer clásico, el pasado miércoles. (EFE)
- El Madrid pediría dos partidos por conducta antideportiva para Alves, Pedro y Busquets y uno para Keita, Valdés (Pinto está sancionado) y Mascherano
Patadas, peleas, tarjetas, malas palabras y guerra de videos: el final del culebrón Barcelona-Real Madrid llega envuelto en un clima de tensión que dejó al fútbol en segundo plano. El primer tiempo de este clásico se disputa este lunes, en los despachos de la UEFA. Seis jugadores del Barcelona han sido denunciados por el Madrid por conducta antideportiva, según la entidad madridista a instancias del propio Guardiola en la ida de las semifinales. Pedirían dos partidos para Alves, Pedro y Busquets y uno para Keita, Valdés (Pinto no puede jugar por la roja del Bernabéu) y Mascherano, según señaló Catalunya Ràdio.
La vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones europea pondrá fin el martes a la serie de cuatro superclásicos en 18 días, quizás demasiados en tan poco tiempo para una rivalidad tan enconada.
"Lamentable", dijo el chileno Manuel Pellegrini, ex entrenador del Real Madrid, cuando le preguntaron sobre el último clásico. "Pero todo, antes del partido, durante el partido, todo".
Después de una bonita e intensa final de Copa del rey, el 2-0 con el que el Barcelona se impuso el miércoles al Real Madrid en el Santiago Bernabéu en la ida de la Champions fue áspero en la previa, en el transcurso y en la resaca.
El entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, calificó irónicamente a su rival, José Mourinho, como el "puto amo" en las salas de prensa. Era su respuesta a las críticas del portugués, que le reprochó quejarse hasta de los aciertos arbitrales.
"¿Por qué?", se preguntó Mourinho después del partido, buscando respuestas a la expulsión de Pepe por roja directa cuando el marcador aún estaba 0-0.
Además de un supuesto complot de la UEFA, el técnico blanco, que en cinco de las siete ocasiones en las que se enfrentó con sus diferentes equipos al Barcelona terminó con diez jugadores, señaló también como posible motivo de su desgracia a Unicef, cuyo nombre luce en las camisetas azulgranas.
Los exabruptos de Mourinho fueron el punto máximo de una escalada de tensión entre ambos entrenadores que acabó extendiéndose hacia abajo, a los jugadores, y hacia arriba, a las directivas.
Las entradas duras, los pisotones, las simulaciones y los diálogos malencarados entre los futbolistas fueron subiendo en intensidad a cada clásico, hasta el punto de que el seleccionador nacional, Vicente del Bosque, se mostró preocupado por la relación entre sus pupilos.
Según algunos medios españoles, tres de los internacionales más activos en twitter -los madridistas Álvaro Arbeloa y Sergio Ramos y el barcelonista Gerard Piqué- clicaron el "unfollow" y rompieron relaciones en la red social.
Barcelona y Real Madrid cruzaron denuncias ante la UEFA. El primero por las palabras de Mourinho. El segundo por lo que considera simulaciones de los jugadores azulgrana en busca de tarjetas.
El club blanco elaboró un video con el que pretende demostrar que Pepe ni siquiera tocó a Dani Alves en la jugada de la expulsión. El Barcelona respondió hoy con otro en el que las primeras imágenes son pisotones de jugadores del Madrid.
No lo tendrá fácil el belga Frank De Bleeckere, árbitro del partido en Barcelona. La Liga española está prácticamente en manos del Barcelona, la Copa del rey fue para el Real Madrid. El duelo del martes, por tanto, marcará la línea entre éxito y fracaso en 2011. La tensión está asegurada. El fútbol es una incógnita.
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Deportes
Miles de personas festejan con el Barça el título de Liga con un recuerdo a Lorca
El equipo homenajea a la ciudad murciana en el autocar que les ha llevado por los alrededores del Camp Nou del que colgaba una pancarta con el lema 'Lorca en nuestro corazón'
REBECA CARRANCO - Barcelona - 13/05/2011
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Cientos de miles de barceloneses (350.000, según la Guardia Urbana) luciendo signos azulgranas se han echado a la calle esta tarde para festejar con los jugadores y el equipo técnico del FC Bacelona el 21º título liguero de los azulgrana. Unos momentos de alegría en los que el club catalán ha querido recordar la dura situación que se está viviendo en la ciudad murciana de Lorca tras el terremoto del pasado miércoles. En la parte frontal del autobús que lleva al equipo se podía leer un cartel que reza "Llorca al nostre cor" (Lorca en nuestro corazón). Un homenaje que se suma a las palabras de apoyo que tuvieron en Valencia el técnico Pep Guardiola y el presidente Sandro Rosell tras la consecución de la Liga ante el Levante.
VIDEO - AGENCIA ATLAS - 13-05-2011
El FC Barcelona celebra su título con un recuerdo a las víctimas del terremoto - AGENCIA ATLAS
Puntuales,a las 19.30 horas los jugadores han salido de la puerta número 14 del estadio en un autobús sin techo tuneado con fotos de los jugadores que ha sido recibido con vítores por los centenares de personas que aguardaban en la puerta.
Flanqueado a derecha e izquierda por agentes a pie de la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra, el autobús ha recorrido en una rúa las calles de Arístides Maillol, Riera Blanca, avenida de Madrid y Entença del barrio de Les Corts para acabar, hacia las 21.00 horas, en el Camp Nou, ya lleno hasta la bandera, donde se ha celebrado el fin de fiesta con los aficionados del equipo, muchos de los cuales han comenzado a llenar el estadio azulgraba a partir de las 18.00 horas en que se han abierto las puertas del campo. Diversos grupos musicales se han encargado de amenizar la espera hasta la llegada de los jugadores.
Peor más que una rúa el recorrido de celebración ha sido una carrera. Los cientos de miles de personas que han salido a la calle no se han conformado con ver solo un minuto a sus ídolos, han sudado la camiseta saltando sillas, esquivando motos y empujando para perseguir el autobús de los ganadores.
A lo largo del recorrido la afición, la mayoría niños acompañados por sus padres y muchos adolescentes, han vitoreado al equipo azulgrana y con especial intensidad las chicas a Piqué. Ellos, los jugadores, en lo alto del autobús no han dejado de mostrar su alegría cantando, bailando al ritmo marcado por la batucada y saludando a la afición.
Entre los jugadores que se han mostrado más alegres a lo largo del recorrido hay tres de los habituales en estas lides: Dani Alves, quien se ha enfundado una gorra de los Mossos d'Esquadra mientras Éric Abidal ha hehco lo propio con una de la Guardia Urbana, Pinto y Gerard Piqué, quien se ha encargado de hacer correr la cerveza entre sus compañeros, con Bojan y Mascherano entre los afectados.
La selección musical que ha acompañado a los jugadores en el recorrido ha sido la esperada con el We are the champions de Queen y el Waka-Waka de Shakira, novia de Piqué. Los futbolistas se han enfundado una camiseta conmemorativa de la Liga en la que se puede leer el lema que últimamente ha acompañado al equipo: "El valor de tener valores".
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CRÓNICA: FÚTBOL - 37ª jornada de Liga
"Volveremos el día 29"
350.000 aficionados por las calles y 90.000 en el estadio celebran el tercer campeonato sucesivo del Barcelona de Guardiola - Los jugadores prometen traerse de Londres la 'Champions'
L. MARTÍN - Barcelona - 14/05/2011
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Pep Guardiola pidió fiesta y el Barcelona se pasó tres días de fiestón en fiestón. "Ahora toca bailar mucho, salir mucho y hacer mucho de mucho", dijo el entrenador después de empatar el miércoles contra el Levante y el equipo obró en consecuencia. Necesitados como estaban los futbolistas de una alegría, tras un año tenso como pocos, vivieron desde entonces una jarana de tres días que culminó ayer con una cabalgata por el barrio de Les Corts. Según fuentes del Ayuntamiento de la capital catalana, unos 350.000 aficionados acompañaron el desfile y 90.000 más abarrotaron el Camp Nou, donde se vivió la parte más emotiva de la celebración por el título de la Liga 2010-2011, el 21º en la historia del club, el tercero consecutivo con Guardiola en el banquillo y el primero de Sandro Rosell como presidente.
Poco después de las nueve de la noche, la aparición de Puyol y Xavi en el césped del estadio marcó el inicio oficioso de la celebración. A las 21.20 se apagaron las luces y la voz de Manel Vic, el locutor habitual, recordó que "el camino ha sido largo y a ratos difícil". "Estamos muy orgullosos de todos vosotros. Lo hemos conseguido. Somos campeones de Liga", bramó.
Acto seguido, aparecieron los utileros, los ojeadores, los masajistas, los doctores, los preparadores físicos y el cuerpo técnico. El último en asomar fue Guardiola, que recibió la primera gran ovación. A partir de ahí, uno tras otro, desfilaron los futbolistas.
Resultó espectacular el recibimiento a Abidal, operado recientemente de un tumor en el hígado; enormes los aplausos a Messi y sorprendentes las volteretas con las que irrumpieron Xavi y Valdés. Cuando el equipo estuvo al completo en el centro del rectángulo, convertido en una suerte de guardería por la presencia masiva de los hijos de los jugadores, voló Guardiola, manteado por ellos en lo que ya es una tradición. Y también Abidal en uno de los momentos más emotivos. Sin duda, esta será para siempre la Liga de Abi.
Los agradecimientos a la afición y los gritos de "visca el Barça, visca Catalunya", fueron constantes en los discursos de los jugadores, que mayoritariamente hablaron en catalán. Más allá de los nativos, se arrancaron Iniesta, Jeffren, Pedro, Abidal y también Villa, que, empujado por Pep Costa, miembro del staff de Guardiola, incluso se atrevió a cantar unas estrofas, en castellano, de My way con estilo de puro crooner.
El capitán, Puyol, abrió la ronda de discursos. "Nos queda un último esfuerzo y lo daremos todo por celebrar el día 29 otra Champions. Esta Liga la tenemos muy merecida. Nos han atacado por todos los sitios y lo seguirán haciendo, pero nosotros seguiremos a lo nuestro", advirtió antes de pasar el micrófono a Guardiola, que se acordó del dolor de la gente de Lorca antes de mostrarse "muy orgulloso" de dirigir "a este grupo humano". Le siguió Xavi, emocionado con el festejo de su sexto titulo liguero: "No penséis en los demás, no vale la pena. Pensad solo en el Barça. Este es el mejor equipo del mundo". Valdés le secundó: "Estoy orgulloso de llevar este escudo y defender estos colores".
Tomó luego la palabra Pinto para lanzar una velada referencia a José Mourinho. "Si alguien se pregunta por qué estamos aquí, ¡niños, decídselo!", retó a sus compañeros. "¡Porque somos los mejores, bueno y qué!", cantaron todos.
Después, Messi puso patas arriba las gradas al decir: "Es una felicidad festejar otra Liga, pero mis palabras me las voy a guardar para el día 29, cuando volvamos de Londres. Entonces hablaré". Piqué tampoco lo dudó. "El día 29 os la traeremos", dijo en alusión a la Copa de Europa que disputarán el 28 al Manchester United en Wembley.
Hablaron todos los jugadores y cerró Manel Estiarte, que, como portavoz del club, justificó los motivos del equipo campeón: "Porque tenemos a Messi, a los mejores jugadores y al mejor portero. Porque de vez en cuando metemos cinco goles. Porque estos saben ganar y saben perder...".
La vuelta de honor y un castillo de fuegos artificiales cerró la noche. Guardiola pidió fiesta. La Liga bien lo merece.
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