Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

LA CUBA DEL GRAN PAPIYO
¡ Feliz Cumpleaños Quicor !                                                                                           ¡ Feliz Cumpleaños Quico º !                                                                                           ¡ Feliz Cumpleaños LilianaB !
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 Conociendo Cuba 
 CANCION L..A 
 FIDEL CASTRO.. 
 Fotos de FIDEL 
 Los participantes más activos 
 PROCLAMA AL PUEBLO DE CUBA 
 
 
  Herramientas
 
General: Los niños de Gaza
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: Marti2  (Mensaje original) Enviado: 24/10/2011 06:57
 
Los niños de Gaza
Cada lado continúa culpando al otro por las violaciones al cese al fuego. Los extremistas palestinos pronto empezarán su bombardeo insensato. Aumentará el número de muertos. Y los niños de Gaza continuarán siendo las víctimas inocentes.
Donald J. Moore

Los niños de Gaza Donald J. Moore

Jerusalén / Sociedad – Hace once años un suicida palestino mató a la hija de Rami Elhanan, un israelita. En medio de su dolor notó que la violencia en la región está llevando a ambas partes a su destrucción mutua. En conjunto con miembros palestinos del Bereaved Families Forum (Foro de las Familias Desconsoladas), Elahan ahora destina gran parte de su tiempo y energía explicándole a las personas que es necesario a la vez que posible, romper con el aparentemente infinito ciclo de derramamiento de sangre. Él está convencido que "en virtud de nuestra angustia compartida, la gente nos escuchará", se dará cuenta de la necesidad de diálogo y de trabajo para impedir más tragedias y más familias desconsoladas. Esta es una tarea a la cual las personas deben re-dedicarse: "Hemos perdido a nuestros hijos", argumenta, "no la razón".

TRAS EL FRÁGIL CESE AL FUEGO

En la Franja de Gaza existe un frágil cese al fuego entre el gobierno israelí y Hamas desde junio de 2008. Sin importar qué motivó a cada lado a aceptar el tahadiya (calma), cada día que es respetado son vidas que se salvan. Todos debemos estar agradecidos por ello, especialmente si consideramos lo que ocurría antes del cese al fuego.

Durante las semanas y meses precedentes, los ataques y matanzas sucedían casi a diario. Muy pocos fueron cubiertos por la prensa occidental. En casi todos los casos, la responsabilidad era del "otro": Hamas insistía en que debía resistir a la "entidad Sionista" que había arrebatado sus tierras; Israel apuntaba el dedo acusador a los "terroristas de Hamas".

A finales de abril una madre y cuatro niños de la familia palestina Abu Maatak fueron asesinados en el área de Beit Hanoun, al norte de Gaza. Los israelitas y los palestinos pronto hicieron acusaciones mutuas. El Primer Ministro israelí, Ehud Olmert expresó "gran pesar" por cualquier civil que resulte herido, ya sea palestino o israelí, pero culpó a Hamas de transformar a los civiles de Gaza en una "parte inseparable de la guerra". El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak fue más directo: "Vemos a Hamas como responsable de todo lo que allí ocurre, de todas las heridas". Ahmed Tibi, árabe-israelí miembro de la Knesset, contestó que Barak tiene responsabilidad directa en las muertes en Gaza y desechó el pesar de Olmert como "vacío" y una "típica respuesta israelí". Cada lado estaba empeñado en culpar al otro. Hamas juró venganza y se dispararon cohetes contra Sderot y Ashkelon; Israel se comprometió a defender su seguridad y la violencia continuó.

Beit Hanoun es un área que Hamas usa con frecuencia para lanzar sus morteros y Qassams, simples cohetes de acero llenos de explosivos, hacia Israel. El resultado es que ha sido blanco frecuente de incursiones israelíes con tanques, vehículos armados y bombardeos de precisión. Las fuerzas de defensa israelí atacaron Beit Hanoun durante la llamada Operación Invierno Cálido a fines de febrero de 2008. En el lapso de unos pocos días, las fuerzas israelitas mataron a más de 100 palestinos, de los cuales más de 40 eran niños, e hirieron a otros 300. Las bajas israelitas fueron dos soldados muertos y siete heridos; también murió un civil.

Incluso si la extensión de la violencia se limitara a ese número además de la destrucción física, sería horrible. Pero el costo real del conflicto es mucho más penetrante, y sus principales víctimas son niños. Los efectos de la violencia en los niños son devastadores, ya sean niños de Gaza, la Cisjordania o del Colegio Mercaz Harav de Jerusalén. Y la mitad de los 1,4 millones de habitantes de la Franja de Gaza tienen 15 años de edad o menos.

TRAUMA EN UN JARDÍN INFANTIL

Dos semanas después de la suspensión de la Operación Invierno Cálido, visité un jardín infantil en Beit Hanoun, que funciona en el marco de un esfuerzo permanente organizado por las Hermanas de la Caridad para ayudar a los más necesitados en Gaza. Las clases habían sido suspendidas durante el conflicto y después del mismo durante varios días; cuando lo visité las clases habían sido retomado sólo una semana antes. En el jardín infantil, que tiene a su cargo 130 niños pequeños, conocí a Khalid Dahlan, médico psiquiatra del Programa de Salud Mental de la Comunidad de Gaza. Nos relató al grupo con el cual viajaba que muchos de los niños estaban sufriendo síntomas de estrés post-traumático. El miedo inunda sus vidas. Durante sus rondas domiciliarias muchos de los niños se acurrucaban en un rincón de la habitación, temerosos de hablarle a él o a cualquiera otra persona. En la semana en que los niños volvieron a clases, se avanzó poco en materia de enseñanza ya que las profesoras sólo pudieron dedicarse a juegos diseñados para aliviar algo del estrés.

Con posterioridad, el Dr. Aish Samour, director del hospital siquiátrica de Gaza, confirmó los informes del Dr. Dahlan. En una entrevista con Al-Ahram Weekly, Samour indicó que a causa del miedo patológico y profundo que se ha instalado, el 30% de los niños de Gaza menores de 10 años sufren de micción involuntaria y otros problemas nerviosos como comerse las uñas, pesadillas, repentinas crisis de llanto e introversión. "Los niños de Gaza no son niños que vivan vidas normales", dijo Samour, explicando que las casi diarias escenas de muerte, destrucción, carreras de ambulancias, explosión de cohetes y bulldozers arrancando los árboles de cuajo causan un enorme sufrimiento sicológico. (Algo similar podría decirse de los niños de Sderot y otras ciudades israelitas próximas a la Franja de Gaza).

"Un niño expuesto a estos niveles de violencia reproduce interacciones violentas con sus pares y hermanos; su condición merma su nivel educacional y debilita su capacidad de concentración", explicó el Dr. Samour. Estudios hechos por el Programa de Salud Mental de la Comunidad de Gaza indican que más del 80% de los niños de Gaza sufren de estrés post traumático moderado a severo. El bloqueo israelí de Gaza significa que la malnutrición infantil se ha generalizado, lo que contribuye a afectar aún más su salud física y mental.

El Dr. Eyad-al-Sarraj, director del Programa de Salud Mental de la Comunidad de Gaza nos recuerda que los niños de Gaza han perdido dos de los pilares fundamentales de la infancia: el sentido de seguridad y el sentido de alegría y felicidad. Casi la mitad de los niños observados habían visto a sus padres siendo torturados y humillados por las fuerzas israelíes. Esto deja una impresión en la mente del niño que su padre es "impotente e incapaz de proveer seguridad", y casi inmediatamente, el niño se siente "enemistado", de acuerdo con el Dr. al-Sarraj, quien agrega que la inseguridad, violencia y represión llevan a los niños a actos extremos para expresar su pena y frustración. Un reciente estudio del Programa tuvo como conclusión estadísticas nada auspiciosas: el 36% de los niños entre 8 y 12 años y el 17% de las niñas expresaron su deseo de morir como mártires en ataques a las fuerzas israelíes.

LA ÚNICA MANERA DE AVANZAR

La mayoría de los profesionales involucrados en ayudar a los niños de Gaza argumentan que la única manera de empezar a sanar es terminar con la violencia. ¿Qué se puede hacer? Desde luego que las acusaciones mutuas en nada contribuyen. El sitio israelí de Gaza –que ha significado escasez de alimentos, gas, electricidad y suministros médicos– ha causado una crisis humanitaria de proporciones titánicas. Así como la comunidad internacional puede estar justificadamente orgullosa de haber aportado ayuda y asistencia a los sobrevivientes de desastres naturales en Myanmar y China, la situación es diferente en Gaza, donde la catástrofe ha ocurrido por la acción deliberada del hombre. La mayoría de las otras naciones observan desde lejos –algunas incluso dan señales de aprobación– la lenta estrangulación de una sociedad completa, sordas a los gritos de las víctimas, la mitad de las cuales son niños.

La ira, la frustración y el resentimiento de las personas están dirigidos contra Israel y gran parte de la comunidad internacional. Este es terreno fértil para extremistas que buscan reclutar a otros para su causa. El sitio de Gaza por Israel ha fortalecido la posición justamente de aquellas personas que se procura debilitar.

La atención y el apoyo del mundo deben dirigirse a aquellos grupos e individuos que buscan quebrantar el ciclo de violencia. En el momento más álgido del "invierno cálido" en Gaza, cientos de israelitas y palestinos emitieron una declaración protestando por la escalada de violencia de ambos lados. "El dolor de vivir en constante miedo, de sufrir heridas o mutilaciones de por vida, de sufrir el dolor de la pérdida de los seres queridos, es el mismo dolor ya sea que el país propio sea el oprimido o el opresor, el ocupado o el que ocupa," decía la declaración, a la vez que destacaba que este no es un conflicto entre dos fuerzas equivalentes. La fuerza militar más poderosa del Medio Oriente con el incondicional apoyo de los Estados Unidos, ha estado usando tanques, bombarderos y helicópteros de combate contra militantes pobremente armados en un área empobrecida y densamente poblada, induciéndolos cada día más a tomar posiciones extremistas. La respuesta de Hamas de lanzar morteros y misiles hacia Israel sólo le dio a este último "justificación adicional" para emprender más acciones. Los que apoyaban la petición insistieron en que la única alternativa clara y obvia a esta sangrienta escalada era que Israel iniciara conversaciones con Hamas. Dos tercios de los israelitas apoyan conversaciones para un cese al fuego con Hamas, quien a su vez, ha expresado que está dispuesta al diálogo.

Gush Shalom, la organización pro-paz israelita, lo expresó muy bien en un anuncio en Haaretz: "¡Debemos conversar con Hamas sobre un cese al fuego! ¡No más Qassams, no más asesinatos selectivos, no más bombas de mortero, no más incursiones, no más bloqueo!" Ahora que rige un frágil cese al fuego, ha habido algunas conversaciones indirectas.

ENFRENTANDO EL FUTURO

Hace dos años se creó Combatientes por la Paz, un grupo de alrededor de 300 soldados de combate de la Fuerza de Defensa Israelí y militantes palestinos. Todos sus miembros habían contribuido al ciclo de violencia entre ambos pueblos, pero ahora han depuesto sus armas para empeñarse en un lucha conjunta no-violenta para lograr la paz entre estos pueblos. Como lo dijo Avichay Sharon: "No queremos mirarnos a través de la mirilla de un arma. Queremos mirarnos como humanos".

Bassam Aramin, co-fundador de Combatientes para la Paz y un palestino cuya hija fue asesinada por fuerzas israelitas en febrero de 2007, admite que es fácil odiar y buscar venganza. De hecho, en un momento de su vida eso era lo que deseaba hacer. Eso fue antes de cumplir una sentencia de 7 años por planear un ataque armado contra las Fuerzas de Defensa Israelitas. En la cárcel Aramin aprendió sobre la historia del pueblo judío y sobre el Holocausto, y llegó a una nueva conclusión: "A ambos lados nos han hecho instrumentos de la guerra. En ambos lados hay dolor, pena y pérdidas infinitas. Y la única manera de detenerlo es que nosotros lo detengamos," dice. Los miembros de Combatientes por la Paz son hombres que alguna vez pelearon, bombardearon y mataron, creyendo que esta era la mejor manera de servir a su pueblo. Ahora están convencidos que para servir verdaderamente al pueblo deben "combatir el odio entre nosotros, no combatir entre nosotros. Sólo entonces terminará el duelo".

Bradley Burston, un periodista israelita, usa términos más fuertes. Al comentar sobre los asesinatos en la familia Abu Maatak, escribió: "Ha llegado la hora para que dejemos de ‘comprender’ por qué matamos a tantos civiles palestinos. Ha llegado la hora que dejemos de explicar las muertes que justificamos como un desafortunado y accidental sub-producto de una guerra terrible. El mismo crimen se ha cometido una y otra vez, bajo las mismas circunstancias, por las mismas razones, con el mismo resultado indefendible… ¡Basta ya!"

Los Estados Unidos, el aliado más grande de Israel, también debe decir ‘basta ya’, Pero en los Estados Unidos, hasta hace bien poco, los principales candidatos presidenciales continuaban con lo que el ex-representante Paul Findley llamó "el mismo silencio hueco". En el ínter tanto, cada lado continúa culpando al otro por las violaciones al cese al fuego. Es factible que los extremistas palestinos pronto retomen su bombardeo sin sentido. El número de muertos crecerá. Y los niños de Gaza seguirán siendo las víctimas inocentes.
__________________
Donald J. Moore, S.J. Director de relaciones inter-religiosas del Instituto Bíblico Pontificio de Jerusalén.



Primer  Anterior  2 a 3 de 3  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 24/10/2011 06:57
 
Poner particular atención en esta parte;

ENFRENTANDO EL FUTURO

Hace dos años se creó Combatientes por la Paz, un grupo de alrededor de 300 soldados de combate de la Fuerza de Defensa Israelí y militantes palestinos. Todos sus miembros habían contribuido al ciclo de violencia entre ambos pueblos, pero ahora han depuesto sus armas para empeñarse en un lucha conjunta no-violenta para lograr la paz entre estos pueblos. Como lo dijo Avichay Sharon: "No queremos mirarnos a través de la mirilla de un arma. Queremos mirarnos como humanos".

Bassam Aramin, co-fundador de Combatientes para la Paz y un palestino cuya hija fue asesinada por fuerzas israelitas en febrero de 2007, admite que es fácil odiar y buscar venganza. De hecho, en un momento de su vida eso era lo que deseaba hacer. Eso fue antes de cumplir una sentencia de 7 años por planear un ataque armado contra las Fuerzas de Defensa Israelitas. En la cárcel Aramin aprendió sobre la historia del pueblo judío y sobre el Holocausto, y llegó a una nueva conclusión: "A ambos lados nos han hecho instrumentos de la guerra. En ambos lados hay dolor, pena y pérdidas infinitas. Y la única manera de detenerlo es que nosotros lo detengamos," dice. Los miembros de Combatientes por la Paz son hombres que alguna vez pelearon, bombardearon y mataron, creyendo que esta era la mejor manera de servir a su pueblo. Ahora están convencidos que para servir verdaderamente al pueblo deben "combatir el odio entre nosotros, no combatir entre nosotros. Sólo entonces terminará el duelo".

Bradley Burston, un periodista israelita, usa términos más fuertes. Al comentar sobre los asesinatos en la familia Abu Maatak, escribió: "Ha llegado la hora para que dejemos de ‘comprender’ por qué matamos a tantos civiles palestinos. Ha llegado la hora que dejemos de explicar las muertes que justificamos como un desafortunado y accidental sub-producto de una guerra terrible. El mismo crimen se ha cometido una y otra vez, bajo las mismas circunstancias, por las mismas razones, con el mismo resultado indefendible… ¡Basta ya!"

Los Estados Unidos, el aliado más grande de Israel, también debe decir ‘basta ya’, Pero en los Estados Unidos, hasta hace bien poco, los principales candidatos presidenciales continuaban con lo que el ex-representante Paul Findley llamó "el mismo silencio hueco". En el ínter tanto, cada lado continúa culpando al otro por las violaciones al cese al fuego. Es factible que los extremistas palestinos pronto retomen su bombardeo sin sentido. El número de muertos crecerá. Y los niños de Gaza seguirán siendo las víctimas inocentes.


Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 24/10/2011 06:58
 
Los niños y niñas de Gaza que baten récords
 

Verdaderamente los niños y niñas de Gaza rompen todos los récords. Sobrevivieron a la invasión israelí del invierno 2008-09 y cada día soportan con un estado de guerra durante el llamado alto el fuego. Se han arrastrado ensangrentados a través de los escombros de edificios bombardeados para cuidar a sus hermanos y ocuparse de sus consumidos padres, con frecuencia emergiendo de debajo de lo que quedaba de sus propias camas.


Más de la mitad de la población de Gaza son niños. Aunque ninguno de ellos votó a Hamás, son el objetivo designado de las operaciones militares de Israel y más generalmente del asedio impuesto a Gaza. Son niños y niñas fuertes, que se alzan contra multitud de enfermedades y obstáculos. Según un reciente informe de la Sociedad de Ayuda Médica Palestina, el 52% de los niños y niñas de Gaza están anémicos o tiene graves problemas de nutrición debido a la falta de fósforo, calcio y zinc en su alimentación. También es preocupante el índice de enfermedades respiratorias que padecen.

Los niños y niñas de Gaza padecen problemas psicológicos a consecuencia de sufrir los ataques y el asedio de Israel. Sus recuerdos de cuerpos descuartizados y de edificios ardiendo son traumas indelebles que hacen que estén ansiosos y deprimidos, sean insomnes o tengan incontinencia. Viven en espacios superpoblados en los que no hay zonas recreativas. En las mismas calles en las que juegan ahora recuerdan haber visto carne humana ardiendo o cuerpos descompuestos. Cada vez que se les da una hoja de papel en blanco evocan en sus dibujos misiles, destrucción y muerte.

Si el derecho a jugar es un lujo aquí, se les niega el derecho a una educación. Además de prohibir juguetes y medicinas, Israel también ha bloqueado la entrada de libros de texto escolares elementales. A diferencia de la mayoría de los niños israelíes, los niños de Gaza padecen hambre y pobreza. Los veo a diario empujando arados en los campos o hurgando en los cubos de basura en busca de material para reciclar. En el insoportable calor de este húmedo verano se sientan en lo alto de carros tirados por mulos abarrotados de ladrillos y bloques de piedra reciclados de los edificios bombardeados. O bien, se les puede encontrar en los cruces vendiendo chucherías, con una mirada como la de un hombre cansado, incapaces de soñar con patios verdes, campos de fútbol y camionetas que venden helados.

No están jugando al escondite cuando desaparecen bajo tierra en los túneles de Rafah; arriesgándose a morir enterrados vivos, son la fuerza de trabajo más viable económica y físicamente para hacer contrabando de artículos que de otra manera nunca estarían en las estanterías de las tiendas de Gaza.

Jasmine Whitbread, Directora General de Save the Children explicaba que “los niños y niñas de Gaza están hambrientos debido a las considerables dificultades que hay para que entre comida en la zona. Se están muriendo porque no pueden salir de Gaza y recibir la atención médica que necesitan tan urgentemente. Cientos de miles de niños y niñas están creciendo sin una educación adecuada porque los edificios escolares fueron gravemente dañados. Debido a las restricciones de acceso de material de construcción estos edificios ni siquiera se pueden reparar. Los niños y niñas están pagando el precio más alto del bloqueo”.

Además de revelar estos datos olvidados, vale la pena destacar el hecho de que los niños y niñas de Gaza acaban de batir en siete días dos récord Guinness. El jueves 22 de julio en el espacio ocupado por lo que queda del aeropuerto de Gaza, destruido por las Fuerza Aérea Israelí en 2001, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) organizó un campamento de verano para más de 7.200 niños y niñas que estuvieron botando un balón de baloncesto simultáneamente durante cinco minutos. Unos días después, el 29 de julio, los niños y niñas de Gaza también registraron el récord de cometas volando a la vez.

En la playa de Beit Lahiya al norte de Gaza cerca de la frontera con Israel el cielo se adornó con miles de hexágonos multicolores, una vívida metáfora de la libertad que ansían los ciudadanos más jóvenes de Gaza. Más de siete mil niños y niñas volaron sus cometas, con lo que doblaron el récord oficial del año pasado.

Al final del día, John Ging, jefe de operaciones de la UNRWA en Gaza, afirmó que “batir dos rédords mundiales en sólo una semana es en sí mismo un hecho sorprendente. Es una demostración de lo que pueden hacer los niños y niñas de Gaza simplemente con que se les dé la oportunidad. Estos críos son exactamente como los demás del mundo, quieren vivir una vida normal, estar muy lejos de las adversidades con las que se ven obligados a enfrentarse día tras día”. Ging concluyó: “Este día de celebración es una expresión de una petición de libertad por parte de los niños y niñas”.

A diferencia de los balones de baloncesto utilizados en Rafah, la cometas voladas en Beit Lahiya no se habían producido industrialmente sino que estaban hechas a mano por los mismos niños y niñas que las lanzaron al cielo. Algunas estaban decoradas con colores brillantes, mientras que muchas de ellas lucían orgullosa los colores de la bandera palestina. Era como una grito de resistencia en forma visual, volando frente a las torres de vigilancia israelí situadas solamente a unos cientos de metros.

Después de que el vuelo de cometas quedara registrado como nuevo récord mundial Guinness apareció un barco de guerra israelí en el horizonte avanzando lentamente hacia la costa de Beit Lahiya. Fue un cruel recordatorio de que había terminado el recreo.

Vittorio Arrigoni

Vittorio Arrigoni es un periodista italiano que vive en la ciudad de Gaza.

* Este artículo fue traducido del italiano al inglés por Daniela Filippin.



 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados