El poder de ejercer el gobierno y el orden social sobre las masas ciudadanas ha de representarse y materializarse en el ejercicio de una élite revolucionaria.
Esta élite revolucionaria será elegida por las masas ciudadanas que habrán de representar a su vez los intereses conjuntos del Pueblo en su totalidad.
La totalidad de un Pueblo es entendida como fuerza motriz de clase, obrera y campesina. Esta fuerza motriz deberá ser representada en sus órganos internos, llamados sindicatos de clase, y no de Estado ni institucionales.
Los sindicatos de clase deberán ser los encargados de movilizar a los trabajadores y organizarlos en Asambleas de Trabajadores, orientadas a la exposición y desarrollo de las diferentes acciones a seguir para entender los diferentes factores que conforman, determinan y diferencian, una clase de otra.
Un Estado democrático en todas sus posibles manifestaciones hace posible y redundante la creación de las diferentes condiciones necesarias para la formación y fronterización de las diferentes clases sociales existentes.
Toda nueva forma de gobierno que tienda a democratizarse en el sentido de volver factible la existencia de una clase dominante explotadora sobre una clase dominada dirigible y explotada, está destinado a volverse antítesis de sus propias tesis sociales.
El Pueblo debe gobernarse a sí mismo, debe dictar sus propias ordenes y política, y debe hacer desaparecer las clases anteriormente explotadoras y esclavistas.
La democracia fue, es y seguirá siendo la bandera burguesa de la explotación del hombre sobre el hombre y de la mujer sobre la mujer.
La Dictadura del Proletariado es la formula por la cual el Pueblo toma conciencia de sí mismo y de su fuerza motriz revolucionaria, para gobernar para tod@s l@s que han sido pobres, explotad@s y oprimid@s en la injusta causa de la democracia expoliadora.
Bajo la bandera de la democracia se insulta y humilla al pobre, el pobre es el Pueblo, y no el rico ni el/la terrateniente ni el que usurpa nuestro trabajo y nos ahoga a impuestos.
El pobre es quien sufre la diaria falta de trabajo y la mirada altiva de una clase adinerada con el sudor del trabajo y la salud del pobre.
El pobre es el/la esclav@ del señor de la fábrica, del señor del campo y del señor de los cuarteles.
El pobre es la victima de las innumerables acusaciones infundadas en las diferencias de clase. El pobre es la victima de los jueces y los fiscales, comprados por el dinero y la clase a la que pertenecen y sirven.
El pobre es el Pueblo y el Pueblo es humillado y explotado salvajemente. El pobre somos tod@s nosotr@s , hijos e hijas de obrer@s, hijos e hijas de soldados y funcionarios del Estado.
Tod@s nosotr@s somos el cambio y tenemos en nuestro poder la llave de la Revolución.
El pobre es quien debe mandar, no para explotar a l@s demás, no para expoliar, no para dominar a sus herman@s pobres.
El Pobre y el Pueblo, deben gobernar para obedecerse a sí mismos, a su moral y a su dignidad.
El Pobre y el Pueblo deben hacer frente a los explotadores y esclavistas.
El Pobre y el Pueblo deben amar la guerra contra los explotadores y esclavistas.
Es legitima la lucha contra la opresión, como también es legítima nuestra vida para dedicarla a nuestra causa, a la causa del Pueblo, a la causa de la Libertad y liberación de las cadenas de clase, a nuestra invencible causa, la invencible causa nuestra de los Pobres.