Barack Obama volvió a presionar este lunes a los líderes de la UE para que aprueben rápido nuevas medidas para intentar contener la sangría de la deuda europea en los mercados y pidió firmeza, en particular, a los nuevos gobiernos de España, Italia y Grecia. Pero sugirió que la zona euro debe arreglar sus problemas financieros por sí sola.
Durante la cumbre bilateral de EEUU y la UE en la Casa Blanca, Obama, flanqueado por su secretario del Tesoro, volvió a pedir a los representantes de las instituciones de la Unión, Herman Van Rompuy y José Manuel Durao Barroso, que se den prisa y sugirió que la zona euro no necesita más ayuda externa. Ni del FMI ni de los asiáticos a los que podría intentar convencer EEUU de que compraran deuda europea.
Al comienzo de la reunión, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, aseguró que el presidente insiste en que "Europa tiene los recursos y la capacidad para gestionar este problema. Tienen que actuar con decisión y contundencia para resolverlo...en particular con los nuevos gobiernos en Italia, Grecia y España".