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General: MÁXIMO K. EL HOMBRE POR EL QUE TODOS PREGUNTAN ...
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 10/12/2011 14:41 |
Máximo K, el nombre por el que todos preguntan en el poder
Fernando Gonzalez Director Periodístico fgonzalez@cronista.com
Todos los procesos políticos tienen un fantasma que asusta el poder. Los Montoneros eran el fantasma joven del peronismo caótico y violento de los años setenta. El fantasma de Raúl Alfonsín fue La Coordinadora, aquellos jóvenes radicales que amenazaban con quedarse cien años gobernando la Argentina pero que no llegaron a seis. Carlos Menem y Fernando de la Rúa no tuvieron fantasmas reconocibles porque nunca asustaron al establishment. Y hoy es La Cámpora el fantasma de moda entre dirigentes políticos, gremiales y empresarios. El grupo entusiasta de jóvenes kirchneristas que ocupa unidades básicas, oficinas estatales y ahora bancas legislativas tiene un denominador común. El nombre de su referente, Máximo Kirchner, el personaje que más consultas y fantasías genera entre los habitantes de lo que la talentosa Beatriz Sarlo bautizó como Celebrityland.
n El Chico. Máximo K acrecentó su aura de asesor plenipotenciario el día en que murió su padre. Los funerales lo mostraron como apoyo fundamental de Cristina y registraron los gestos de conexión que el muchacho cruzó durante los tres días con los simpatizantes kirchneristas que se acercaron a despedir a su jefe. Entre los funcionarios se impone un respeto reverencial sobre la figura del heredero de los Kirchner y la mayoría prefiere no hacer comentarios que puedan trascender e incluso irritar a el chico o a el dos, las fórmulas preferidas del planeta K para mencionarlo por teléfono o por cualquier otro medio de comunicación a tiro de la SIDE. La Cámpora tiene algunos dirigentes en ascenso (Mariano Recalde y Eduardo De Pedro presidiendo Aerolíneas; Andrés Larroque yendo al Congreso; Juan Cabandié insistiendo en la Legislatura Porteña) pero, aunque no está en ningún cargo, todos ellos reconocen la jefatura de Máximo Kirchner. A fines del año pasado, varios camporistas intentaron convencerlo para que fuera candidato a diputado nacional por Santa Cruz pero él prefirió ejercer su poder desde el perfil bajo que cultiva en la periferia de la Quinta de Olivos. La muerte de su padre le dejó a Máximo muchas enseñanzas y algunos rencores. No le perdona a José Pedraza la muerte del joven Mariano Ferreyra en una emboscada sindical, hecho al que le adjudica parte de la preocupación que aceleró el final de Néstor. Y tampoco le perdona a Hugo Moyano un diálogo telefónico durísimo que el camionero mantuvo con Kirchner la noche anterior al ataque cardíaco en El Calafate. Los datos posteriores son contundentes. Pedraza está preso y la fiscal que lo investigó pasó a ser secretaria de Seguridad. Y Moyano, ya se sabe. Ve venir la noche sobre su liderazgo en la CGT y sobre su fortuna personal.
n Dilemas del establishment. Quienes no escapan a las intrigas sobre Máximo son los empresarios. ¿Es el joven Kirchner el que impulsa la radicalización económica de Cristina? ¿Fue él quién presionó para que el Grupo Techint tuviera que aceptar en su directorio a tres representantes de la Anses? ¿Mejorará o empeorará la relación del Gobierno con las empresas si un miembro de La Cámpora reemplaza a Guillermo Moreno en la secretaría de Comercio Interior? Industriales, banqueros y productores agropecuarios deberán convivir con esas incógnitas porque el hijo de la Presidenta no habla en público y los que escuchan sus definiciones políticas y económicas son apenas un puñado de kirchneristas de la estricta confianza de la familia. El ADN que certifican aquellos que lo conocen, dice que Máximo K es un muchacho desconfiado de 34 años que no arriesga nunca definiciones brillantes pero que aprendió -junto a su padre y a su madre- a determinar rápidamente en qué dirección corren los ríos del poder. Fue él quién le aconsejó a su madre que designara en las listas sólo a candidatos de su confianza y que se desprendiera del abrazo del oso de los caudillos del parti do y de los gremialistas. Ese, dicen sus amigos, fue su primer acierto político realmente importante.
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De: albi |
Enviado: 10/12/2011 23:56 |
No llegaron a seis, pero algunos los trascendieron....
Sergio Karakachoff
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Sergio Karakachoff, o el "ruso" Karakachoff (n. en La Plata, Provincia de Buenos Aires, el 27 de junio de 1939; m. en La Plata, Provincia de Buenos Aires, el 10 de septiembre de 1976), fue un dirigente estudiantil, abogado laboralista y de derechos humanos, periodista y político argentino, miembro de la Unión Cívica Radical, fundador de Franja Morada y el Movimiento de Renovación y Cambio. Fue secuestrado, torturado y asesinado por su oposición a la dictadura militar argentina (1976-1983).
Sergio Karakachoff realizó los estudios iniciales en la Escuela de la Universidad Nacional de La Plata y los secundarios en el Colegio Nacional Rafael Hernández. Fundó y fue presidente del Centro de Estudiantes.
Estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) donde organizó una agrupación estudiantil adhiriendo a los principios de la Reforma Universitaria que fue una de las precursoras de Franja Morada.
En 1963 y 1964 fue Secretario Legislativo del Concejo Deliberante de la Municipalidad de La Plata. En 1965 se recibió de abogado dedicándose al Derecho Laboral.
A partir de la instalación de la dictadura militar llamada Revolución Argentina Karakachoff rompió claramente con las ideas conservadoras que sostenía el balbinismo dentro del radicalismo, creando el MAP (Movimiento de Afirmación Popular), emparentado con el grupo socialista MAPA (Movimiento de Acción Popular Argentino) que simultáneamente fundaba Guillermo Estévez Boero. El grupo sería la base del diario y corriente política “En lucha”, a la que también pertenecía Federico Storani, donde escribió artículos de opinión que influyeron profundamente a la generación del '70 destacando la estructura dependiente de la Argentina y la necesidad de nuevas estrategias políticas capaces de impulsar el cambio mediante una vía democrática y no violenta.
Fue uno de los fundadores de la Junta Coordinadora Nacional en 1968 y del Movimiento de Renovación y Cambio en 1972/1973, dirigido por Raúl Alfonsín.
En 1972 fue Convencional Nacional de la UCR. En esa ocasión fue uno de los redactores de la Plataforma Electoral de la UCR de 1972, junto a Germán López, Roque Carranza y Bernardo Grinspun, de avanzada inspiración socialdemócrata. En 1973 fue candidato a Diputado Nacional.
En 1975, propuso la necesidad de reformar profundamente a la UCR para transformarla en un partido de fuerte arraigo en la clase trabajadora.
En 1975 integró la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) desde donde desarrolló una intensa labor presentando cientos de habeas corpus en defensa de los detenidos-desaparecidos que se multiplicaron por miles a partir del golpe de estado de 1976.
El 10 de septiembre de 1976 fue secuestrado junto con su amigo y socio Domingo Teruggi. Apareció torturado y muerto el 11 de septiembre, en las afueras de la ciudad de La Plata. Días antes había denunciado la violencia de la junta militar en Acerca de la violencia.
La biblioteca del Colegio Nacional Rafael Hernández de la ciudad de La Plata lleva su nombre.
[editar] Textos de Sergio Karakachoff
[editar] Bibliografía
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De: albi |
Enviado: 11/12/2011 00:01 |
Mario Abel Amaya
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Mario Abel Amaya (1935-1976) fue un abogado y político argentino, activista reformista en la universidad y miembro de la Unión Cívica Radical que fue detenido-desaparecido en 1976 por el V Cuerpo de Ejército con sede en Bahía Blanca, muriendo como consecuencia de las torturas a las que fue sometido. En 1973 fue elegido diputado nacional en su distrito de la Provincia de Chubut, desempeñándose en el cargo hasta el golpe de estado del 24 de marzo de 1976.
Mario Abel Amaya nació en el Valle Inferior del Río Chubut. Sus padres eran maestros rurales en Dolavon, y habían migrado provenientes de la Provincia de San Luis en la década de 1920. Cursó sus estudios primarios y secundarios en Rawson. Cuando contaba con 16 años, en las elecciones de 1951, se acercó como militante a la Unión Cívica Radical. Realizó sus estudios universitarios en las universidades de Córdoba y Tucumán, donde mantuvo una activa militancia en el movimiento reformista. Al recibirse de abogado, se radicó en Trelew, instalando su estudio jurídico junto con Patricio "el Oso" Romero, un destacado dirigente peronista.
Amaya se orientó a assorar trabajadores y sindicatos. A comienzos de la década de 1970 comienza a defender a presos políticos detenidos en la cárcel de Rawson, destacándose entre ellos el dirigente sindical Agustín Tosco. En 1972 se produjo una fuga de presos políticos de las organizaciones guerrilleras Montoneros y Ejército Revolucionario del Pueblo, durante la cual un gran grupo quedó atrapado en el aeropuerto de Rawson. En esa ocasión los fugados exigieron como garantía la presencia de los abogados radicales Mario Amaya e Hipólito Solari Yrigoyen. Pocos días después varios de los detenidos serían asesinados en lo que se conoce como la Masacre de Trelew. Poco después Amaya fue detenido por la dictadura que gobernaba en ese momento.
Amaya adhirió desde su origen al Movimiento de Renovación y Cambio que lideraba Raúl Alfonsín, enfrentado a la línea conservadora que dominaba el radicalismo, encabezada por Ricardo Balbín. En 1973 se presentó en su provincia como candidato a diputado nacional, ganando y asumiendo el 25 de mayo.
[editar] Desaparición, tortura y muerte
Amaya estuvo secuestrado en el centro clandestino de detención " La Escuelita".
En la madrugada del 17 de agosto de 1976, Amaya fue secuestrado de su domicilio por orden del general Acdel Vilas, subcomandante de la región militar 5ª. Simultáneamente, el Puerto Madryn, se realiza el secuestro del senador radical Hipólito Solari Yrigoyen. Ambos fueron trasladados en avión militar a la Base Aeronaval de Bahía Blanca, y de allí al centro clandestino de detención "La Escuelita", que funcionaba en el Regimiento 181 de Comunicaciones. Ambos permanecieron desaparecidos hasta el 31 de agosto, cuando la presión nacional e internacional por sus vidas obligó a los captores a liberarlos en Viedma, simulando un rapto realizado por alguna organización guerrillera. "Se nos arrojó con violencia del vehículo en que veníamos atados, amordazados y encapuchados, a una zanja lateral al camino", relata Solari Yrigoyen.[1]
En ese estado los encuentra la policía que, sin embargo, volviço a detener a ambos parlamentarios, quienes fueron devueltos a Bahía Blanca y encarcelados en la cárcel de Villa Floresta. El 11 de septiembre, ambos fueron trasladados a la cárcel de Rawson, donde fueron torturados. De esas torturas resultaría la muerte de Mario Amaya, que era asmático, y otro detenido, Jorge Valemberg, un dirigente peronista que había sido presidente del Concejo Deliberante de Bahía Blanca.[1] Para agravar su situación, a Amaya le retiraron el inhalador y los medicamentos. Solari Yrigoyen recuerda ese momento con estas palabras:
Si bien estábamos todos incomunicados en el Pabellón 8 de Rawson, con la intención de que no trascendieran al exterior los tormentos recibidos, tuve ocasión de ver a Amaya por última vez en el baño, tenía la cabeza partida, estaba morado por los golpes y hablaba con dificultad. Alcanzó a decirme: "Estoy muy mal".
Ante la gravedad de su estado, Amaya fue trasladado al hospital de la cárcel de Villa Devoto, en Buenos Aires, donde murió el 19 de octubre de 1976, a los 41 años.[1]
La dictadura no permitió que Amaya fuera velado en la Casa Radical. Su entierro se realizó en Trelew, en pleno apogeo del terrorismo de estado que impuso el Proceso de Reorganización Nacional. En el mismo habló Raúl Alfonsín:
…Venimos a despedir a un amigo entrañable… Un amigo valiente que no sabía de cobardías. Un amigo altruista que no conocía el egoísmo. Un hombre cabal, de extraordinaria dimensión humana, encerrada en un cuerpo de salud precaria. Pero venimos también a despedir a un distinguido correligionario, a un hombre radical, a un hombre de la democracia, que no la veía constreñida a las formalidades solamente, sino que la vitalizaba a través de la participación del pueblo para poner el acento en los aspectos integrales, en los aspectos sociales. Y venimos también –agregó el Dr. Alfonsín- a despedir a un hombre calumniado, infamemente calumniado, juntamente con otro correligionario que está sufriendo una cárcel que nadie se explica: Hipólito Solari Yrigoyen. Se pretende tergiversar el sentido de la lucha de estos dos extraordinarios correligionarios, cuyo único pecado es pretender solucionar los problemas de los desposeídos, cuyo único pecado es sostener con Yrigoyen la defensa del patrimonio nacional… Ruego a Dios que haga que el alma de Mario Abel Amaya descanse en paz. Ruego a Dios que permita sacarnos cuanto antes de esta pesadilla, de esta sangre, de este dolor, de esta muerte, para que se abran los cielos de nuevo; que en algún momento podamos venir todos juntos a esta tumba con aquellos recuerdos agridulces y recordar el esfuerzo del amigo y poder decirle que se realizó, que dio por fin sus frutos.
[editar] Véase también
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No sé que tienen que ver los desaparecidos radicales con la figura de Máximo Kirchner. Salvando este desliz, creo que la nota dice algo muy grave: como no le perdonó a Pedraza el asesnito de Ferreyra (o sea que consideraba a aquel como uno de los suyos), Pedraza está preso. ¿Esto quiere decir que los Kirchner deciden quién está preso y quién no en Argentina? Terrible abuso de autoridad. |
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De: albi |
Enviado: 11/12/2011 01:02 |
" La Coordinadora, aquellos jóvenes radicales que amenazaban con quedarse cien años gobernando la Argentina pero que no llegaron a seis..."
Eso tienen que ver, se refieren al mensaje y no a maximo. |
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De: albi |
Enviado: 11/12/2011 01:04 |
Entonces para ser justos también con estos chicos, por las dudas lo recuerdo....
salu2 |
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