Acompañada por el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, la jefa de Estado señaló que en septiembre, cuando las mujeres pueden acceder a las armas de Infantería y Caballería, se alcanzarán "iguales derechos a los hombres" que estudian e integran el Ejército, y apuntó: "Llama la atención que no tengamos una mujer general, una brigadier, una almirante. Quizá tengamos una general en poco tiempo. Espero que antes de que termine mi mandato".
Durante la entrega de sables a becarios de varios países latinoamericanos, Cristina reivindicó la "integración regional en materia de economía y de defensa. Una de las claves de nuestra estrategia defensiva es la preservación de nuestra mayor riqueza, los recursos naturales".
Luego la Presidenta propuso al ministro de Defensa que los egresados de las Fuerzas Armadas instrumenten "un plan de conocimiento profundo de nuestro país" recorriendo durante un año todo el territorio. "Me gustaría que los subtenientes, guardiamarinas y alféreces pudieran conocer y estar un tiempo estar en los campos fueguinos, la estepa patagónica, la llanura pampeana, la puna, las cataratas", y aclaró que "no se trata de un plan turístico sino de conocimiento profundo del país, porque solamente se puede defender lo que se conoce y sólo así se puede amar, entender y comprender a los habitantes del país en su diversidad cultural, geográfica y social".
"Creo que uno de los principales problemas que hemos tenido a lo largo de nuestro historia fue no conocernos adecuadamente", insistió la jefa de Estado, y reiteró la necesidad de que los egresados de las fuerzas puedan "conocer a nuestra gente, mirarla a los ojos". Cristina explicó a los integrantes de las tres armas que su deseo era "llegar a su cabeza y a su corazón, que son los dos elementos indispensables que conforman un buen ciudadano". "Si logramos conformar buenos ciudadanos, tendremos un mejor soldado para defender a la Patria", concluyó.