De la C, es nuestro nuevo corresponsal en Bogotá, Colombia. Su adicción a las drogas, lo llevó a convivir las miserias de El Cartucho, uno de los ghetos más peligrosos del planeta. Ubicado a cuadras de la residencia presidencial de Colombia, la historia del Cartucho preconfigura el destino de zonas calientes del narcotráfico bonaerense, como la Villa 1-11-14. El testimonio de vida de De la C, nos permitirá recorrer los intrincados laberintos que construye la corrupción gubernamental, cuando ata sus intereses con el narcotráfico. Pero también da cuenta del esfuerzo continental de los ex adictos por abordar estos problemas y elaborar soluciones. Esta es la primer entrega de “El Cartucho: un campo de la muerte. La calle del olvido”.

Como todo adicto en recuperacción, De la C, logró romper las cadenas colectivas e individuales, que lo mantenían apresado en un entramado de relaciones sociales, políticas y económicas, que condenan a millones a una muerte agónica de exclusión, abandono, silencio y soledad.

Un orden social donde la única salida propuesta es el consumo de drogas. Y muestra su cara más perversa, en el discurso político que presenta la tolerancia a la comercialización de estupefacientes, como máxima aspiración de la humanidad en su lucha titánica por la Libertad.

De la C tiene hoy 35 años y su historia de vida da cuenta que la “Resiliencia” es mucho más que un concepto teórico. La capacidad del hombre de redimirse aún de sus peores miserias, se muestra palpable en los millones de adictos recuperados en todo el continente americano. Quienes al igual que De la C, destinan gran parte de sus días a ayudar a otros a recuperar su propia libertad, a hacerse dueños de su destino.

Esta es la historia de un sobreviviente de El Cartucho. De la C, no es periodista, y nos autorizó a modificar sus palabras. No lo vamos a hacer. La riqueza de su vida palpita en la crudeza de su propio testimonio. Esta es su historia, esta es su verdad.

Introducción

Hola, soy o mejor empezare siendo un corresponsal de Cincometas y de la Asociación Antidrogas de la República de Argentina, por invitación de Claudio Izaguirre y de Gabriel Genri, con quienes a lo largo de los últimos años he logrado sostener una serie de informaciones acerca de la problemática real de las drogas y su consumo en un país hermoso, pero violento como Colombia.

No soy periodista, no soy reportero, no trabajo en nada de comunicaciones, solo soy un cocinero empírico que vende su comida puerta a puerta, pero alterno las actividades con ayuda a la gente que esta sumida en las drogas y los submundos que esto despierta, y ayudo porque alguna vez así lo hicieron conmigo.

Por sugerencia de Gabriel Genri, envío hechos históricos de la creación y existencia de una zona muy reconocida por la impunidad de un gobierno nacional y local en la capital de Colombia, en Bogota, durante casi 20 años existió la zona del Cartucho, este es el inicio del informe.

Desafortunadamente para mi no expongo mi nombre real, ni mis datos en los informes, es con el seudónimo por el que me conocen con el que firmo, pero para entrar en contacto conmigo si es necesaria mi ayuda simplemente a través de Cincometas pueden hacerlo.

PRIMERA PARTE: LA HISTORIA DE UN CAMPO DE MUERTE……LA CALLE DEL OLVIDO

Junio 29 de 2010 | Nueve años buscando una oportunidad de contarle a Sur América como funciona en la realidad una ciudad capital como Bogota, visto desde un ciudadano normal, común y corriente, como ustedes que leen y se escandalizan cuando algo se sale de los parámetros establecidos por la sociedad.

Bueno el termino ciudadano también es una exageración, lo soy hoy gracias a que en algún momento de la vida me dieron la oportunidad de volverlo a ser.

Los amigos de Argentina, hace años y varios me invitaron a participar por chat de algunas conversaciones muy serias y me enviaban muy seriamente informaciones de cómo era el tema de las drogas en una capital como Buenos Aires, y bueno la verdad creo que ese tema cuando las personas se refieren a consumo, a producción, a comercialización, etc. todo lo referente a las drogas, pues con un bogotano de nacimiento puedo decirles sin el mas mínimo orgullo por esto que he vivido mis 35 años en la ciudad mas violenta a mi parecer como un todo de Sur America.

Los últimos 15 años de mi vida he investigado el tema de las ciudades Capitales de esta parte del continente, y se que Lima es una ciudad con problemáticas, Quito Ecuador tamben es una ciudad fuerte, Brasilia de ahí si no tengo mucha información, pero se que Río y Sao Paulo son fuertes, la paz a esa altura consumir debe ser la locura, caracas tiene otro tipo de inconvenientes pero el tema de drogas también hace su aparición, Santiago es una Megalópolis, pero debe tener su problemática, Buenos Aires, debe ser la locura por su extensión, y se de su consumo gracias a la colaboración de mis amigos de allá de ciudad Capital y de la Rioja, Montevideo, pequeñita se pierde un poco la visión de lo que pueda suceder allí, Asunción en Paraguay, también debe tener sus lugares, pero creo de corazón y sin orgullo lo repito que nada se acerca a Bogota.

Bogota, para aquellos que no conocen es la capital de Colombia, una ciudad de aproximadamente 7.000.000 de habitantes, donde su propia división política como ciudad esta dada por 20 localidades, las cuales a su vez se forman de barrios o unidades de vivienda de diferentes magnitudes.

Es una ciudad con un índice de visitas turísticas impresionante, en los últimos años su potencial hotelera ha crecido casi en un 200%, y yo con la certeza de lo que digo porque trabajo con el tema del turismo y la comida en la vida real, esta es la vida utópica, les digo con pesar que muchos de los pasajeros que nos visitan y que me asignan a mi como guía preguntan por varias cosas pero fundamentalmente me preguntan: Señor donde consigo Cocaína, o Prostitutas de las que hablan los diarios, y las noticias internacionales, y es ese el instante donde la impotencia se apodera de mi ser, porque aun sabiendo donde puede ser, sabiendo aun que para un extranjero pagar lo que se le pueda conseguir le parecerá una limosna en comparación con su país de origen, no lo hago y no lo haré, les hablare de otras cosas.

Pero el tema no termina acá, porque es que internacionalmente las personas o muchas de ellas saben a que ciudad vienen, y el morbo también los hace preguntar por un barrio, zona, lugar, mito de Bogota.

Este Mito es del cual me referiré para empezar esta línea de apoyo con las personas de la Asociacion Antidrogas de la Republica Argentina, una zona oscura, donde alguna vez fui a buscar papel, mucho papel, y tuve ese primer contacto con una realidad que no veía donde vivía con mis padres. Vi gente dormir en la calle, ladrones dándote un radio de un carro robado con el cd del otro carro aun en el lector, relojes de grandes marcas regalados por una dosis de basuco, sí basuco, el crack de bogota, la base de la cocaína, la puerta al infierno, y ese día que fui vi. al fondo de una de las carreras el famoso contenedor, prostitutas por doquier, pero no solo adultas, niñas de 12,13,14 años, en fin un golpe social muy fuerte, regrese a comprar sustancia cuando mi adolescencia me dijo que era un buen negocio introducirme en este mundo, volví a consumir y ver como era, con un solo día, pocas horas tuve para salir corriendo, y luego volví, pero para lograr tener las imágenes que servirían de apoyo en mi tesis universitaria, de la cual hablare para saber que alguien las escuchó, y pudo ser parte de ese sueño de juventud donde las personas como yo creemos que en algún momento un movimiento antidrogas será funcional, no perdí el tiempo, pero se ha vuelto largo y tedioso el tema.

HISTORIA DE LA CALLE DEL CARTUCHO

En Bogota el 9 de abril de 1948, hace ya 62 años asesinaron a Jorge Eliécer Gaitán, caudillo liberal. Su asesinato de índole política hizo que después del acontecimiento el barrio Santa Inés que era el que quedaba en las proximidades del lugar del suceso y donde residían personas de alto nivel económico y social fue invadido por las guerrillas que se formaron durante y después del asesinato, convirtiendo este espacio de la ciudad en el lugar del cambalache y de la economía informal naciente.

Muchos años después se empezó a convertir en el lugar donde se conseguiría la marihuana y otras drogas de manera libre y tranquila.

Lo curioso siempre ha sido en donde es su ubicación, y es que es a pocas cuadras de la ALCALDIA MAYOR DE BOGOTA, DE LA PLAZA DE BOLIVAR, Y DE LA CASA DE NARIÑO es decir la casa del presidente.

Este inicio de mercadería de drogas empezó en los años 80, y fue abrir las puertas al flagelo mas grande que ha tenido una ciudad capital que es la permisividad en el consumo de sustancias y todo el problema social que ha tenido a esta ciudad sumergida en un problema de drogas muy pero muy grande.

No solo El Cartucho se convirtió en el expendio descarado de las sustancias, y se dice descarado cuando vi, ofrecer las sustancias como quien ofrece confites en la tienda, se convirtió en el lugar de conseguir todo lo robado que se tenia que hacer para lograr a los centenares de adictos que se empezaron a generar pudieran conseguir sus dosis, además de ello empezaron los asesinatos por nada, por dosis mínimas y cada una de las casas del barrio Santa Inés se empezaron a convertir en distribuidoras de drogas permanentes, las denominadas Ollas, y cada una de ellas re bautizadas con los alias de ganchos, nacieron Gancho azul, gancho amarillo (la mas fuerte), gancho morado, pero además la permisividad misma del sector hizo que se convirtiera en el punto de encuentro mas grande de Bogota para los recicladores.

De manera algo extraña la calle del Cartucho que no es una calle como tal, sino que fue todo el barrio, estuvo ubicada muy, pero muy cerca siempre de MEDICINA LEGAL, conviviendo permanente y literalmente la muerte con la muerte.

El principal foco o mejor donde todo se centralizo siempre y se volvió impasable por los ciudadanos comunes fue la calle 11, una entrada al infierno y a la muerte, donde solo se veían los malandrines de esquina acompañados por los campaneros.

CAMPANERO: Es aquel personaje que avisa a todos los dealers y Jíbaros cuando viene la policía, con el nombre de MARIO……y estos eran gritos frecuentes Mario….Mario…Mario, y correr a esconder las dosis, el pago de estos era una dosis, y posiblemente si era de “confiar” que manejara la caja de la olla.

En mi segundo reportaje expondré como siguió funcionando este lugar y como en busca de una solución, hace seis años, los gobernantes locales hicieron un daño aun más grande por la falta de conciencia social.

De la C
Bogota – Colombia

Fotografía: © Stan Guigui. Winner of the 2005 Descubrimientos PHE Prize. Calle del Cartucho, Bogota, Colombia.