LA ARENA
Los años fueron pasando y ese tabú se cayó. Hoy las críticas forman parte de un paisaje más cotidiano, aunque siga habiendo sectores que sostienen que es hacerle el juego a quienes apuestan a la antipolítica. Esta vez los argumentos no parecen tan convincentes.
En los últimos días volvieron a surgir públicamente casos de nepotismo parlamentario en el Congreso de la Nación, con senadores designando a familiares y amigos en cargos bien remunerados. ¿Esa vieja práctica de muchos políticos acaso debe ser aplaudida?
Algunos de los legisladores pampeanos están en ese grupo, pero el tema no parece figurar entre las prioridades de la sociedad, pese a que esos empleos son pagados con fondos públicos.
Pero hubo otra novedad que pasó aún más inadvertida y que indignó a partir de un informe de una comisión oficial de la administración pública italiana. El relevamiento concluyó que los legisladores de ese país europeo, con 16.000 euros brutos por mes, son los mejores pagos de la Eurozona. Detrás están los franceses con 13.500 y los alemanes con 12.600.
¿Y por casa cómo andamos? Mucho peor, si se tiene en cuenta que para tener una rápida idea comparativa del valor de ambas monedas hay que igualar al peso con el euro. En nuestro país, en las maratónicas sesiones extraordinarias de fin de año, senadores y diputados votaron un aumento en sus remuneraciones que en algunos casos llegó al 37 por ciento.
En verdad, todos los trabajadores recibieron subas salariales el año pasado -aunque claramente por debajo de ese porcentual-, pero la diferencia es notable: ¿cuál será a partir de ahora la cifra que embolsarán los legisladorea? Los diputados percibirán una dieta total que rondará los 31.000 pesos y los senadores una cifra todavía superior.
Los representantes del pueblo intentaron ocultar esos valores anunciando una reducción del 21 por ciento en concepto de desarraigo -que cobran todos, excepto quienes viven en Capital Federal y el Gran Buenos Aires- y una baja de 13.245 a 10.000 pesos en concepto de gastos de representación. Pero paralelamente dispusieron que sus ingresos sean un 20 por ciento superior al máximo cargo de dirección de los empleados del Congreso ya que hubo quejas porque los empleados viejos que tienen la máxima categoría cobraban más que un senador.
"En resolución conjunta, las autoridades de ambas cámaras en consonancia a las inquietudes planteadas por todos los bloques representativos, se decidió adecuar la pirámide remunerativa", se comunicó oficialmente. El propio presidente de la bancada oficialista de senadores, sin sonrojarse, llegó a pedir que se recompusiera "la dignidad de ser senador nacional".