Reevaluación y alza del euro impactó negativamente la economía de la UE
Si Europa no trata de fondo su crisis económica y sigue avocada sólo a abordar los temas de forma, podría haber repercusiones negativas para Francia, consideró Jesús Valdés Díaz de Villegas, economista del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana.
Desde el inicio de este año 2011 hasta la fecha, Europa se ha puesto de acuerdo en más de 30 planes para contrarrestar la crisis, pero no ha emprendido ninguno –como sería replantear el funcionamiento de la estructura económica de la Unión Europea–, por lo que los galos podrían ser los siguientes en tener problemas económicos, aunque ciertamente no de la magnitud de los de Italia, por hacer una comparación.
Al hacer un análisis respecto a las causas de esta crisis, identificó que la misma presenta una relación con el alza del euro, divisa que a través del comportamiento revaluatorio de su precio ha impactado las finanzas.
Esta reevaluación de la moneda europea perjudica al sector exportador de bienes y servicios, que aumentan sus precios, y al sector turístico de la UE, zona que ha visto un decrecimiento de sus visitantes extranjeros procedentes de otros continentes.
Por ello, tener un euro fuerte va contra la competitividad de toda Europa, especialmente Grecia, España, Irlanda y Portugal, países de la periferia que tienen un nivel de desarrollo menor que el de Alemania y Francia.
Asimismo, al no haberse presentado cuando estalló la crisis una devaluación oportuna del euro, por parte del Banco Central Europeo, varios países tuvieron que recurrir a políticas fiscales expansivas que terminaron por incrementar el gasto –como porcentaje del producto interno bruto–, y con ello la deuda pública.
Lo anterior hace que hoy Europa tenga un endeudamiento mayor que el resto de los países del mundo. Por ejemplo, en Irlanda se gastaron casi el doble de lo planeado, es decir, aproximadamente 500 mil millones de euros, con el fin de comprar la deuda, una decisión general que han tomado los gobiernos europeos, pero que se traduce en “la privatización de la utilidad y la socialización de la deuda”.